Cese al fuego sin regulación y protocolos no es viable: Restrepo | El Nuevo Siglo
Jorge Restrepo director del Cerac. /Diana Rubiano /El Nuevo Siglo
Sábado, 27 de Mayo de 2023
Redacción Política

EL CESE el fuego bilateral que el Gobierno impulsó con los grupos armados con los cuales busca negociar, en el marco de su política de paz, ha tenido muchos problemas por las violaciones por parte de los irregulares. El presidente Petro lo suspendió con el ‘Clan del Golfo’ y parcialmente con el Estado Mayor Central.

El académico Jorge Restrepo, director del Cerac (Centro de Recursos para el Análisis del Conflicto), destacó que los ceses el fuego en algunos casos han servido para reducir la violencia y generar alivio humanitario. Sin embargo, sostuvo que si no hay regulación y protocolos no son sostenibles.

EL NUEVO SIGLO: El Gobierno ha tenido que echar atrás varios cese el fuego, hay críticas al Comisionado para la Paz y al propio Presidente por el Eln y el Estado Mayor, sigue la violencia en las regiones. ¿Qué pasa con la política de paz, cree que atraviesa por una crisis? 

JORGE RESTREPO: Diría que una crisis ocurre cuando hay una ruptura de la negociación, en este caso hay dificultades para que la política muestre avances.  

Me parece que la palabra crisis no es la adecuada para describir la situación de una política de paz tan compleja, me refiero por compleja porque es una política que tiene un componente de negociación dirigido al desmantelamiento de los grupos criminales.

Tiene una negociación con el Eln en curso, tiene también un conjunto de negociaciones con grupos armados en proceso de consolidación.

Entonces diría que no se trata de una situación de crisis, en ninguno de esos casos hay una situación de crisis; tal vez excepto en lo que tiene que ver con la negociación con grupos criminales puros, como lo que se está negociando con lo que hay en Buenaventura o con el Clan del Golfo. Creo que en esos casos sí se puede hablar de una crisis, pero sería una crisis parcial. 

ENS: ¿Será que es muy ambiciosa y por ello poco factible la intención del Gobierno de negociar a la vez con tantos grupos guerrilleros y multicrimen?

JR: Creo que nunca en Colombia ha habido una iniciativa de paz tan ambiciosa como la del presidente Gustavo Petro, lo cual es políticamente correcto, moralmente es un imperativo.

Pero así como esa ambición es así de grande, pues grande debiera ser el acompañamiento político que logre el Gobierno para esa política, grande igual debiera ser la infraestructura que acompaña a esa política y grande debiera ser la solidez que se le da a esa política de paz por parte del Gobierno. Políticamente si es ambiciosa.

ENS: ¿Cómo ve el esquema que se adoptó de hacer una negociación política con las guerrillas y otra de sometimiento con los grupos multicrimen?, ¿cree que puede funcionar o se podría hacer mejor?

JR: Creo que se puede hacer de mejor manera, hay muchas correcciones que se pueden hacer, y más que dar clases acerca de cómo se debe hacer, lo que uno puede es dar algunas ideas de cómo hacerlo mejor.

Por ejemplo, creo que hay que revisar la secuencia. Un elemento de secuencia importantísimo tiene que ver con las capacidades legales para negociar, sobre todo en lo que tiene que ver con los grupos criminales.

En segundo lugar hay que revisar la estructura de acompañamiento a esa negociación. Y en tercer lugar es muy importante revisar los mecanismos de comunicación y la estrategia de comunicación y política de la iniciativa de paz, comenzando por la definición de quiénes hablan acerca de eso, del papel que tienen, por ejemplo, varios ministerios en la comunicación y en el acompañamiento internacional de la política.

No puede ser que desde la Vicepresidente hasta el Canciller estén hablando de paz sin que haya una autoridad que recaiga en el Alto Comisionado para la Paz en esa materia. 

ENS: Hablemos del cese el fuego. Algunos consideran que es prematuro convenirlo de entrada y que es mejor a la par de que se negocia, hacerle sentir a estos grupos la acción de la Fuerza Pública. ¿Qué piensa usted? 

JR: Lo primero es que esos cese el fuego con algunos grupos, uno podría llamarlos cese el fuego fragmentados, mostraron servir en algunos casos para reducir la violencia y generaron alivio humanitario. Eso es muy importante mencionarlo porque mostraron que algunos de esos grupos tenían cómo negociar y con qué negociar y otros no.

El problema es que es muy difícil regular el cese el fuego sin unos protocolos que definan ese cese el fuego y qué es lo que está prohibido y qué no sin haberlo negociado antes. El cese el fuego como demostración de capacidad de control y de voluntad de abandonar la violencia es muy importante, pero si no hay unos protocolos que lo definan de manera completa, pues es muy difícil. Si no hay un mecanismo de monitoreo, un mecanismo de verificación, de resolución de controversias, de desactivación de tensiones, es muy difícil que el cese el fuego se pueda sostener en el largo plazo.



Lo que creo es que si bien la decisión de suspenderlo uno puede acompañar la determinación que ha tomado el Presidente, es muy importante buscar reiniciar ese cese el fuego, pero resolviendo las dificultades que tiene.

ENS: Esas observaciones que usted hace y otras las comparten varios analistas y, por ello, dicen que el Gobierno improvisa en la política de paz y hay desorganización. ¿Cuál es su mirada a esto?

JR: Con estas críticas no se construye paz ni se reduce la violencia, me parece que es mucho mejor persistir en la búsqueda de una negociación con el Eln para terminar el conflicto y buscar desactivar los conflictos que hay entre las organizaciones criminales en Colombia, a través de unos acercamientos que conduzcan a una dejación de armas y a que esas organizaciones vayan a la justicia para poder desactivar este problema.

Lo que señalaría es que hay que persistir en buscar la paz, con la crítica uno termina encontrando que la única salida es la represión de las organizaciones criminales y una política militar para lidiar con el Eln. Y esas políticas han probado en el pasado que no han podido resolver de manera completa ni el conflicto con el Eln ni la nueva situación de conflictos entre organizaciones criminales.

ENS: ¿Cree que en este Gobierno se alcance a lograr un acuerdo con el Eln o al menos con los grupos multicrimen?

JR: Los tiempos están dados, es un Gobierno que hasta ahora comienza. Es un Gobierno que está jugando en simultánea como si fuera un juego de ajedrez cinco o seis partidas en un juego muy complejo. Lo que se necesita es tener la capacidad para jugar esas partidas en simultánea. Decidir romper la negociación es tan costoso como romper ese cese el fuego.

Se nos está convirtiendo la guerra y la ruptura de las negociaciones un fetiche, no podemos caer en el fetiche de la guerra, hay que acompañar la iniciativa de paz y mostrar dónde se puede mejorar.

Hay un punto que me parece que es el más importante y es exigirles a los responsables de la violencia que la abandonen. Deberíamos estarle diciendo más al Eln, a ese grupo que se hace llamar la ‘Nueva Marquetalia’, al Estado Mayor Central, que renuncien al reclutamiento de menores, a las acciones terroristas contra la Fuerza Pública, al secuestro. Y nosotros desde la sociedad debemos exigirles a ellos.