¿Es arriesgada la apuesta de Colombia con Lorenzo? | El Nuevo Siglo
NÉSTOR LORENZO tiene cuatro años para desarrollar un trabajo que permita darles la razón a quienes lo contrataron para tomar las riendas de la Selección Colombia.
AFP
Viernes, 3 de Junio de 2022
Redacción Deportes

La designación de Néstor Lorenzo como técnico de Colombia es una apuesta, y como tal solo se sabrá si fue ganadora con el paso de los días y con los resultados, o si nuevamente el Comité Ejecutivo de la Federación, con Ramón Yesurún y Álvaro González Alzate a la cabeza, volvió a fracasar.

La decisión de ignorar a José Pekerman hasta que se aburrió, así como la de contratar a Carlos Queiroz y no respaldarlo cuando la situación lo exigía, más la llegada de Reinaldo Rueda cuando cumplía una pobre campaña con Chile, los llevó a replantear y ahora optaron por dar el paso sin perder tiempo.

Las voces a favor y en contra, como siempre, han aflorado tras el anuncio sobre la vinculación de Lorenzo, quien fuera asistente técnico de Pekerman, pero como han dicho jugadores que pasaron por la Selección entre 2012 y 2018, “no se trata de descalificarlo de entrada, sino de dejarlo trabajar”.


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El contrato de Lorenzo y su cuerpo técnico, del que forma parte Luis Amaranto Perea, es por cuatro años. Al final, si logra cumplirlo, se sabrá si la apuesta fue ganadora, dependiendo de los resultados, que no dependen solo de la clasificación al Mundial de 2026, sino de los de la Copa América y las semillas que siembre con las selecciones menores.

Experiencia

La situación de Lorenzo es compleja porque si se mira desde el punto de vista de su trabajo como técnico titular, la experiencia es poca.

Sin embargo, si se analiza desde su función como asistente técnico, las cosas son muy diferentes porque acumula años, partidos, y lo que es más importante, camerino.

En el Melgar de Arequipa lleva algo más de un año, desde que se separó de Pekerman y sonó para dirigir un club colombiano, antes de ser oficializado por la Federación como seleccionador nacional.

El club peruano es actualmente líder de la liga y está en octavos de final de la Copa Libertadores de América.

Mientras fue asistente de Pekerman, básicamente trabajaba la defensa, algo natural por cuanto fue zaguero central.

Si por los resultados actuales fuera, se podría afirmar que su trabajo como asistente técnico lo capacitó para ser técnico titular.

Los años que trabajó como segundo le dejaron mucho recorrido, conocimiento del camerino y, además, manejo de grupo.

Sin embargo, los mismos jugadores que piden darle tiempo para trabajar, alertan que “una cosa es ser el segundo y otra el primer técnico”. Explican que ya en el cargo que desempeñará en la Selección debe tener mucho tacto porque lo que diga o haga puede generar empatía con uno o varios integrantes del plantel, o malestar.

Lorenzo conoce a buena parte de los jugadores con los que podría contar, por lo menos, para el inicio de la eliminatoria para el Mundial de México, Estados Unidos y Canadá, en 2026.

Con varios de ellos compartió en las concentraciones y en las Copa Mundo de Brasil 2014 y Rusia 2018 y eso de por sí ya es una ventaja.

Con respecto a la nueva generación, los que no conoce, se puede acercar a ellos y a lo que le pueden aportar a través de su asistente, Amaranto Perea.

Estilo

El estilo de juego que le gusta se puede vislumbrar por lo que ha hecho al frente del Melgar. Como asistente técnico trabajaba la defensa y la Selección Colombia tenía un buen rendimiento.

Ahora falta ver qué sistema implementará, aunque su gusto parece ser por la de cuatro defensores y dos volantes de marca y un hombre en punta.

En Perú dicen que le gusta la intensidad y la presión alta, con mucho orden defensivo y equilibrio.

También, que le gustan los laterales con salida y que se conecten con los extremos, así como explotar los espacios que le deje el rival y proponer duelos de uno contra uno para generar situaciones de riesgo.

También dependerá de los jugadores que llame. Se supone que convocará a los que mejor estén y tengan continuidad en sus clubes. Pero también es de esperarse que tenga en cuenta a los que sabe que se pueden adaptar a los que pretenda.

Colombia perdió gran parte del trabajo que le representó la clasificación a dos mundiales, y con la designación de Lorenzo tal vez lo que busca la Federación es volver a esas raíces.

El argentino parece estar en el punto medio entre las exigencias de Queiroz y la propuesta de Reinaldo Rueda, quien empleaba tres delanteros, pero dos de ellos con más funciones defensivas que de ataque.

Otro aspecto a tener en cuenta es que Colombia se quedó sin cobradores de tiros libres, tarea pendiente para el nuevo seleccionador, quien además deberá trabajar en el liderazgo dentro de la cancha.

Si de algo adoleció el recientemente eliminado combinado patrio de la Copa Mundo de Catar, fue de un líder dentro de la cancha. Bien es sabido que hay técnicos que se la juegan por elementos a los que llaman su “Garré”, porque aunque no son los mejores, siempre están en las convocatorias, por lo que el seleccionador estima le representan en ascendencia con el grupo.

Trabajo

Hoy Lorenzo puede decir muchas cosas, hacer promesas y su contratación ser descalificada o elogiada, pero al final serán su trabajo y los resultados los que hablen.

Sea cual sea el motivo que tuvieron Yesurún y González Alzate para no darle largas al anuncio de quién tomaría el lugar de Rueda en el banco colombiano, lo importante es que Lorenzo puede empezar desde ahora mismo a trabajar, aprovechar los partidos amistosos que pacten para conocer a los jugadores nuevos e ir planificando la eliminatoria.

No hay que olvidar que la ronda clasificatoria para el Mundial 2026 es menos complicada que la que acaba de terminar porque se amplía el cupo de seleccionados que irán a México, Estados Unidos y Canadá y porque además se juega medio cupo en el repechaje.

Lorenzo tendrá que responderles a los escépticos con resultados y a quienes apoyan su llegada, así como a quienes se decantaron por su contratación, con una Selección Colombia que juegue bien al fútbol, que recupere su identidad y que logre los objetivos para los cuales fue traído.

Tiempo para ver jugadores, tiene; para analizarlos y determinar si le pueden aportar en su esquema, también, y además para descubrir nuevos valores.

Además, tendrá la ventaja de que vivirá en Colombia, que podrá observar a los integrantes de los clubes que disputan al rentado y no depender únicamente de los que están en el exterior porque en algunas oportunidades su nivel no es el mejor.

En últimas, está en las manos de Lorenzo, en sus decisiones y resultados, responder a la pregunta de si su contratación fue una apuesta arriesgada o si valió la pena hacerla.