Colombia es conocida en el mundo por su diversidad en aves, mariposas, murciélagos, entre otros, pero esto no es más que el resultado de algo mayor: la composición geológica del territorio.
Las cordilleras, sabanas, líneas costeras, páramos, volcanes y más ecosistemas, que se han formado por movimientos tectónicos, han permitido la evolución de todas esas especies que figuran hoy en los ránkings sobre la riqueza natural del país.
Uno de ellos es La Piedra del Peñol ubicada en el municipio de Guatapé, Antioquia, que según el Servicio Geológico, está formada en el interior de la corteza terrestre hace unos 80 millones de años y llevada lentamente a la superficie por acción de la erosión y los esfuerzos tectónicos. Es decir, que debajo del suelo, la Piedra de El Peñol se extiende en un área superior a los 100 Km2.
Otro ejemplo es la Formación Cerrejón en La Guajira, considerado un lugar importante no solo porque contiene un yacimiento paleontológico de aproximadamente de 60 millones de años, sino que, según se cree, sostuvo el primer bosque tropical lluvioso que existió.
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Por otra parte, La llamada fauna de La Venta está compuesta por varias especies extintas pertenecientes a géneros y familias de animales que aún existen hoy, junto a otras de linajes actualmente extintos. Estos animales vivieron hace entre 13,8 y 12 millones de años, durante el Laventense, una edad de mamíferos de Suramérica.
El perezoso gigante,que según los expertos , vivió hasta hace alrededor de 10 mil años, lo que se considera muy reciente en términos geológicos, se cree que habito por los lados del desierto de la Tatacoa en Huila.
Para quienes les llame la atención este tema el Museo Geológico Nacional José Royo y Gómez, ubicado en la sede del Servicio Geológico Colombiano en Bogotá, expone una extensa colección de fósiles y minerales que hablan, sobre cómo la geodiversidad ha contribuido a la evolución de la vida en la Tierra, y especialmente en Colombia.