Con excepción de varias capitales del Caribe, en casi todo el país no podrán ponerse todavía en práctica los protocolos de reactivación.

En algunos lugares, las autoridades regionales y locales debieron aplazar sus medidas de reapertura a la espera de que mejoren las circunstancias, a pesar de lo cual todos tienen optimismo de que superarán este pico y podrán permitirles a los sectores económicos un despegue.

Con más expectativa que certeza comienza hoy la vigencia de la Resolución 777 emitida el jueves por el Ministerio de Salud para establecer los lineamientos de cuidado de la salud y la vida en el proceso de reactivación segura del país, en el marco de la emergencia sanitaria por covid-19.

Como lo explicó entonces el ministro Fernando Ruiz, “esto no quiere decir de ninguna manera que la epidemia ha terminado”, sino que se adoptaron medidas que “buscan es organizarnos un poco más y tener un protocolo de bioseguridad general que permita la reactivación de actividades tan importantes como la educación”.

Ahora bien, la pregunta clave es realmente ¿qué se reabre hoy? La Resolución fija dos escenarios: uno para aquellas ciudades que están por encima del 85% de ocupación de unidades de cuidados intensivos (UCI), donde las medidas restrictivas continuarán. Y otro para los municipios con menos de ese porcentaje de UCI en uso, teniendo en cuenta que la pandemia de covid-19 se ha presentado de manera diferencial entre ciudades.

A la luz de esas precisiones en la mayoría de las regiones seguirán las restricciones imperantes, porque según los datos del Ministerio de Salud, con corte al sábado, la ocupación de UCI es de 85,25% en todo el país, donde de 13.066 camas habilitadas solo están disponibles 1.927; otras 7.862 están ocupadas por pacientes con covid-19 confirmado (6.954) o sospechoso (908) y 3.277 por pacientes con otras patologías.

Una de las situaciones más críticas se registra en Bogotá, que el domingo reportó 96,5% de ocupación de UCI general y 98,1% de covid, la más alta desde que se declaró la pandemia. En los centros asistenciales capitalinos hay 2.262 camas UCI para pacientes con covid, de las que ya están ocupadas 2.218; puntualmente hay varios de ellos al 100%, como la Fundación Santa Fe, la Clínica Shaio, el Hospital San Rafael y Los Cobos Medical Center.

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En Antioquia, la ocupación de las camas UCI es de 96,64%. La Gobernación informó que están ocupadas 1.410 camas de un total de 1.459. En Medellín, los datos del Ministerio de Salud reportan que las UCI están al 92,26% de su capacidad, dejando 82 camas libres de las 1.060 con las que cuenta la ciudad.

En el Valle del Cauca, la Gobernación reportó una ocupación UCI de 98%. En Cali, la Secretaría de Salud indicó que las UCI tienen una ocupación de 96,8%.

La situación no es menos grave en otras regiones, pues por encima del 90% de ocupación de UCI están Chocó (96,87%), Meta (95,94%), Santander (95,11%), Bolívar (91,11%), Tolima (91,89%), Casanare (91,73%) y Caldas (90,76%). En Boyacá, Tunja tiene una ocupación de 99,37%.

Entre 80% y 90% están Nariño (89,6%), Cauca (86,78%), Risaralda (85,89%), Norte de Santander (84,38%) y Cundinamarca (81,96%).

Los nuevos protocolos establecen que cuando en un municipio se baje de 85% de ocupación UCI se generan posibilidades de apertura con aforos ajustados al avance del Plan Nacional de Vacunación.

El uso obligatorio y correcto del tapabocas, lavado o desinfección constante de manos y el distanciamiento físico, hacen parte de las medidas generales que se mantienen en la Resolución.

Reapertura

Como se dijo al comienzo, la gran excepción a este panorama son varias de las capitales del Caribe.

Por ejemplo, Barranquilla decretó este fin de semana la reapertura de todos los sectores económicos que, hasta el momento, habían estado restringidos por la pandemia, autorizando la realización de eventos de carácter público y privado, lo que incluye conciertos, eventos masivos y deportivos, además de la reapertura de discotecas y lugares de baile, siempre acatando las normas de bioseguridad expedidas por el Gobierno nacional y local.
En ese sentido, se permitirá un aforo máximo del 25% de la capacidad de la infraestructura donde se realice el evento, siempre que la ocupación de camas UCI se mantenga inferior al 85%.

El alcalde Jaime Pumarejo expresó que la reactivación “nos permitirá acelerar el crecimiento, generar empleo y asegurar que industrias golpeadas empiecen a ver la luz al final de este oscuro túnel”.

Este mismo fin de semana los barranquilleros, señaló Pumarejo, empezaron “a ver eventos como conciertos en los parques y otros espectáculos del entretenimiento”.

“Celebraremos que podemos volver a soñar con recuperar el empleo y con las cosas que nos dan vida, tales como la cultura, pero siempre haciéndolo de una manera responsable y midiendo muy bien los riesgos, para que esto se vuelva generador de empleo, pero al mismo tiempo pidiéndole a la gente que se cuide”, agregó.

Entre tanto, la Alcaldía de Santa Marta no esperó y desde el puente inició la reapertura responsable del sector de entretenimiento; Montería adelanta desde el 1 de junio un plan piloto para el funcionamiento de los establecimientos nocturnos, como bares y gastrobares, con los que se activaron 7.000 empleos, según la información suministrada por Asobares; y desde el 31 de mayo Riohacha flexibilizó sus medidas.

De las ciudades del interior, solo Armenia expidió una normativa para la apertura de discotecas y lugares de baile, siempre y cuando la ocupación de camas UCI esté por debajo del 85%.

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Certámenes

Los nuevos protocolos nacionales simplifican los trámites para los permisos en la realización de eventos, que se darán con base en un Índice de Resiliencia, que recoge cuánto va de avanzada la ciudad en vacunación, cuánto es la ocupación de UCI, cuál es ya la prevalencia de personas contagiadas en esa ciudad y el testeo del virus por medio de pruebas.

La resolución plantea una apertura gradual de las actividades de todos los sectores de la economía, en la medida que crece la vacunación y se supere el tercer pico, mientras continúe la afectación por el covid-19, con protocolos de bioseguridad para cada uno.

Quizás pensando en ese mediano plazo es que Medellín, que como ya se mencionó ostenta un alto índice de ocupación de camas UCI, está previendo la reactivación total de la ciudad, sin ley seca ni toque de queda, devolviéndoles, según un comunicado de la Alcaldía, “el oxígeno a los emprendedores, a los artistas y a la ciudadanía en general”.

“En ese marco de reactivación del sector cultural y artístico, sin lugar a duda, está el Festival Internacional de Tango al aire libre, que será el primero que se realiza al aire libre en Medellín, del 24 al 30 de junio. Vamos a tener unas graderías para las personas que están vacunadas y otras para las que no están vacunadas, y vamos a tener distanciamientos diferentes”, aseguró el alcalde Daniel Quintero.

Otro de los grandes anuncios es el regreso a la presencialidad de la Feria de las Flores y el Desfile de Silleteros, en su edición 64. El mandatario local confirmó que se llevará a cabo entre el 12 y el 22 de agosto. La Alcaldía espera que esta sea la primera feria del país con aforos presenciales controlados.

La Resolución 777 de 2021 establece igualmente las medidas para que maestros, niños y demás miembros del sector educativo, puedan retornar a clases presenciales de forma segura.

Todas las instituciones educativas deberán seguir la Estrategia de Cohorte o burbuja para servicios de educación inicial y establecimientos educativos, que se refiere a identificar y conformar grupos fijos de niños, niñas y adolescentes que permanezcan juntos a lo largo del día, manteniendo el distanciamiento físico. También implica evitar la rotación entre docentes y personal de apoyo.