¿Por qué la restauración ecológica es una de las soluciones para la Amazonia? | El Nuevo Siglo
AFP
Miércoles, 14 de Junio de 2023
Redacción Medio Ambiente

Desde el año 2000, Colombia hace parte de los 17 países del mundo considerados megadiversos por el Centro de Monitoreo de la Conservación del Ambiente de las Naciones Unidas. Comparte este grupo Brasil, México, Indonesia, Estados Unidos, entre otros.

Formar parte de este grupo exclusivo de países megadiversos, que presta servicios ambientales al planeta, implica un mayor reto, porque justamente los ecosistemas naturales de Colombia enfrentan hoy la deforestación y la degradación de los bosques de sus bosques como algunas de las consecuencias que dejan los conflictos ambientales en los territorios. Es el caso de la Amazonia colombiana que enfrenta la ganadería, la minería ilegal, la extracción de petróleo, la apropiación de tierras y los cultivos ilícitos, por nombrar algunas de las principales causas de esos conflictos.

Sin embargo, investigaciones científicas publicadas en los últimos 4 años, por el Instituto Sinchi y las universidades Javeriana y Uniamazonia, permiten afirmar que en Colombia aún falta trabajo para alcanzar un ‘punto de equilibrio’ en la reversión de las afectaciones producidas en la Amazonia colombiana y que para lograrlo se “requiere de un enfoque multifacético que sea específico para las historias de uso de la tierra, adaptable a las necesidades socioeconómicas locales y bien informado por la ecología y la historia natural”.



La restauración ecológica es un conjunto de acciones enfocadas en la recuperación de las funciones ecológicas pérdidas que, en combinación con las ciencias de la conservación y la sostenibilidad, pueden proteger y restaurar la biodiversidad, al tiempo que fomentar el desarrollo económico y la generación de bienestar para las comunidades locales.

Para Carlos Rodríguez, investigador y líder de la línea de restauración en el Instituto Sinchi, “la restauración es una actividad de largo plazo que busca de manera intencionada ayudar a que los ecosistemas afectados o degradados por acciones humanas o naturales recuperen su salud, integridad y sostenibilidad.

La restauración se nutre del conocimiento científico y el saber de las comunidades para comprender cómo funcionan los ecosistemas y cómo se recuperan de manera natural. Ese conocimiento permite planificar la restauración y efectuar un seguimiento para tomar decisiones que permitan una gestión adaptativa de la restauración. De esta manera, es una actividad continuada que va más allá de la siembra de árboles y donde prima la decisión sobre el manejo de la tierra a un plazo indefinido; de ahí que la participación informada de las comunidades se considera uno de los factores indispensables para el éxito de la restauración”.  

La restauración ecológica resulta tan clave para el planeta, que las Naciones Unidas declararon el periodo entre 2021 y 2030 como el Decenio para la Restauración de los Ecosistemas en el mundo; una estrategia que busca incrementar los procesos enfocados al restablecimiento de las funciones ecológicas esenciales para la vida, al tiempo que permiten enfrentar el cambio climático, garantizar el alimento para la humanidad, el suministro de agua y la supervivencia de la biodiversidad.


Varios enfoques

Existen varios enfoques. Hoy la restauración ecológica tiene dos enfoques de intervención: pasiva que busca detener la fuente de perturbación, y activa que implementa acciones para restablecer o aumentar la abundancia de organismos, especies o poblaciones.

Para Rodríguez, “la restauración puede tener diferentes objetivos y también puede requerir de acciones con diferente grado de intensidad. En algunos ecosistemas donde se cuenta con un entorno con un buen grado de conservación es posible que se requiera poca ayuda y solo favorecer la regeneración natural; en otros sitios que han sufrido un alto grado de afectación y el entorno ha sido muy transformado, se requieren acciones más intensivas y es posible que solo se recuperen algunas de las funciones del ecosistema original o incluso, por ejemplo, solo se recupere la capacidad productiva de los suelos o alguno de los componentes o funciones de los ecosistemas originales”.

Cabe destacar que desde hace una década una de las líneas de investigación del programa Modelos de Funcionamiento y Sostenibilidad del Instituto SINCHI apunta a la restauración ecológica y genera conocimiento sobre los principales disturbios que afectan la integridad de los sistemas naturales y los procesos ecológicos determinantes de su funcionamiento a fin de proponer lineamientos para su restauración.

En 2020 los tomos I y II de la publicación: Sucesión ecológica y restauración en paisajes fragmentados de la Amazonia colombiana se han convertido en fuente de información académica y punto de partida para investigaciones futuras en torno a la sucesión ecológica en bosques secundarios y su restauración; y han vinculado dos componentes vitales para su implementación.

El primero una guía metodológica de estructuración participativa de sistemas de monitoreo de restauración ecológica provee información sobre cómo los ecosistemas amazónicos en áreas que han sufrido un alto grado de transformación se degradan por las actividades agropecuarias y cómo se recuperan de manera natural luego que los productores deciden dejar que la naturaleza siga su curso y el segundo; propone diversos criterios y prácticas para ayudar a que la trayectoria de recuperación se suceda de manera más exitosa en cuanto al tiempo requerido y sobre todo para que los ecosistemas recuperen de mejor manera su diversidad y las funciones ecológicas, así como los beneficios sociales. Se busca que los bosques provean servicios ecosistémicos y beneficios económicos.