Perspectiva. En el país mueren cerca de 100 mil serpientes al año | El Nuevo Siglo
A PESAR de su importancia para la naturaleza, las serpientes son perseguidas por los humanos.
/Carder
Viernes, 16 de Junio de 2023
Redacción Medio Ambiente

Representan un beneficio para los ecosistemas en donde habitan pero, por diferentes razones, las serpientes son odiadas y constantemente atacadas, “por ignorancia”.

En Colombia existen más de 270 especies y de ellas 30 son elápidos (corales) y 19 vipéridos (cascabel y talla equis), están distribuidas por casi todo del territorio, excepto en las aguas del Caribe y en las tierras altas (por encima de los 3500 metros).

Son consideradas por quienes las estudian como “animales tímidos que no quieren tener nada que ver con la gente”.

Se alimentan de ratones, babosas, gusanos, insectos y otras plagas, y al mismo tiempo pueden ser comida para otros animales silvestres, como los halcones.

Pese a ello, las cifras dan cuenta de que más de 100 mil de estos ejemplares son eliminados al año por ‘ofidiocidio’, “en hechos derivados del desconocimiento por parte de los seres humanos”.

Por ello, para reivindicar la importancia de estos animales, la Corporación Autónoma Regional del Risaralda (Carder) realizó el Festival de las Serpientes, en uno de los corregimientos en donde abundan, Santa Cecilia, y además se está analizando la posibilidad de convertirlas en un atractivo turístico.

“Desde la Carder tenemos un programa de especies amenazadas de fauna silvestre e incluye medidas de conservación de serpientes, en lo que venimos trabajando desde 2021. Puntualmente la labor que se ha realizado en torno al tema es sobre sensibilización a las comunidades del departamento”, cuenta la bióloga Jackeline Rivera Gómez.

Añade que “hasta el momento, en lo que va desde 2021 a lo corrido de este año, hemos realizado 56 capacitaciones a unas 1400 personas. Específicamente lo que hacemos es hablar de cómo distinguir una serpiente venenosa de una que no lo es, así como un poco de sus características, el comportamiento… explorar un poco más en el mundo de este grupo de animales”.

“También nos estamos enfocando en la prevención y atención del accidente por mordedura de serpientes”, asevera la bióloga.

Dice que “entonces, a partir del reconocimiento de la situación que se vive alrededor de las serpientes, no solo a nivel regional sino nacional, pues se matan de manera indiscriminada, por el desconocimiento, nos unimos con la Unisarc y se habló de crear un festival para incentivar la protección y empoderar a la comunidad con respecto al conocimiento y al cuidado de estos animales. Allí nace el Festival de las Serpientes”.



Trabajo

“Con la comunidad venimos trabajando ya desde hace años. En 2015 se inició un trabajo de monitoreo comunitario y en este proceso se identificaron muchas especies que hay en Santa Cecilia. Acá en Risaralda se encontró una variedad nueva de una especie que se creía endémica para el Cauca. Todo este proceso se ha ido sumando por aportes de varios investigadores, por estudiantes de Unisarc e investigadores de Carder”, indica Jackeline.

Señala que “los proyectos a futuro que tenemos desde la Corporación son continuar con las sensibilizaciones. Queremos llegar a la mayor cantidad de personas posible en el departamento. Y ahora, llegar a las áreas rurales, que es donde se ve el mayor conflicto de los humanos con serpientes. También tenemos un convenio con el Instituto Nacional de Salud (INS). Ellos son los que fabrican el suero antiofídico, entonces la intención es que se puedan tener esos sueros en Santa Cecilia y en el casco urbano de Pueblo Rico, que es donde mayor cantidad de serpientes venenosas tenemos. También queremos llegar a los centros médicos, realizar sensibilizaciones frente al accidente ofídico y conocer la situación que ellos viven respecto a esto”.

“Con relación a los tipos o clases de serpientes que tenemos en Risaralda, el inventario es de 60 especies, de ellas solo nueve son venenosas y esas serpientes las ubicamos dependiendo de la zona del departamento. Para Pereira, Santa Rosa, Dosquebradas y Marsella, que hacen parte de la Cordillera Central, vamos a encontrar dos especies venenosas que se distribuyen dependiendo de los hábitos. Tenemos una víbora y una coral. La víbora es de zonas frías y boscosas y la coral tiene un rango de distribución un poco más amplio, entonces la vamos a ver un poco más que la víbora en la parte donde se encuentra Cerritos, La Virginia, y ya para el occidente, sobre todo en Pueblo Rico y Mistrató, vamos a encontrar más serpientes venenosas. Puntualmente en Pueblo Rico, en el corregimiento de Santa Cecilia, tenemos la totalidad de las venenosas, es decir, las nueve especies, porque esta zona hace parte de lo que se conoce como el Chocó Biogeográfico, entonces son bosques húmedos de tierras bajas, donde hay una gran diversidad de vegetación y de fauna”, explica.

Agrega que “desde la Carder realizamos un producto que es un afiche de reconocimiento de las serpientes venenosas y con esto buscamos que las personas aprendan a reconocer cuáles son las poquitas venenosas que tenemos y así vamos a saber que si encontramos una de otra especie, posiblemente no vamos a correr peligro”.

Las causas

Sobre las serpientes se cierne un sinnúmero de mitos y estos a su vez se convierten en causa de muerte para los reptiles.

“Hay una gran cantidad de cosas que se hablan de ellas. Existe un caso particular con las corales, una que se le dice rabo de ají, que según las leyendas, pica con la cola, que tiene ponzoña en la cola. Con esto también hemos trabajado mucho hablándole a la gente de que las serpientes no tienen ponzoña en la cola, no tienen cómo inocular veneno”, cuenta Jackeline.

Señala que “otro de los mitos es que ellas toman leche de las mujeres en embarazo. No, no son mamíferos, son reptiles, ellas no beben leche, no buscan a las mujeres en embarazo ni a las que estén lactando para tomar la leche”.

“Otros mitos están influenciados por la religión y es que son animales del demonio, espíritus malignos, por eso estamos buscando desmitificar todo esto, mostrar que las serpientes son unos animales buenos que están aportando a los ecosistemas y al sistema productivo agrícola”, manifiesta la bióloga.

Se tiene estimado que 100 mil serpientes mueren al año. “Entre las causas está la matanza por parte del humano, por el mismo desconocimiento, muchas cosas que ignoramos respecto a ellas”.

“Otra de las amenazas que enfrentan es la deforestación, hay serpientes que son netamente de bosques y si no los tienen no se van a poder desarrollar respecto de su ecología, entonces cuando vamos talando bosques, las serpientes se van quedando sin recursos, sin hábitat y sin las condiciones para poder sobrevivir”, afirma.

También están los “atropellamientos en las vías, porque muchas buscan las carreteras porque no pueden regular la temperatura corporal como nosotros y buscan sitios más cálidos o más fríos, dependiendo de la temperatura corporal que tengan en ese momento. Cuando son noches frías, ellas salen a las vías a buscar la temperatura del cemento o del pavimento, que es un poco más alta, y allí generalmente uno las encuentra atropelladas”.

A PESAR de su importancia para la naturaleza, las serpientes son perseguidas por los humanos. / Carder

PARA VISIBILIZAR la importancia de estos reptiles, la Carder realizó un Festival de las Serpientes.