El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) de la Reserva Federal decidió mantener este mes el rango de la tasa de los fondos federales en el nivel de 5,00 % - 5,25 %, la primera decisión de estabilidad luego de diez aumentos consecutivos. Así, pues, esta es la primera pausa desde que la Fed inició su agresiva campaña de ajuste monetario en marzo de 2022.
Si bien tal estabilidad se ubicó en línea con las expectativas del mercado y los analistas, en las comunicaciones se señaló la disposición a llevar a cabo nuevos incrementos en los próximos meses. En efecto, esta decisión marcó el comienzo de una nueva fase en la lucha contra la inflación.
Se dejó sobre la mesa la posibilidad de uno o dos incrementos adicionales de 25 puntos básicos en la tasa, de tal manera que no se dan señales de que el proceso de ajuste monetario ya haya finalizado. Tal como ha venido sucediendo en los últimos meses, la clave estará en la nueva información adicional que se vaya conociendo. Esto respondería a los elevados registros de inflación básica y la resiliencia del mercado laboral y la actividad económica, elementos que parecen seguir presionando a la necesidad de una postura monetaria restrictiva en el corto plazo.
Proyecciones
De hecho, la actualización de proyecciones dejó entrever que, después de que la tasa de interés alcance su máximo y haya un periodo de estabilidad de algunos meses, el proceso de recortes comenzaría solo en 2024.
Al igual que en la decisión de mayo, el registro de la inflación al consumidor en EE.UU. de este mes sustentó la estabilidad de tasas. En concreto, la inflación anual observada en ese mes, medida por el IPC, se redujo a 4,0 % anual, siendo este el menor registro desde marzo de 2021. Por su parte, la inflación subyacente (sin alimentos ni energía) anual también retrocedió 0,2 % hasta 5,3 %.
Entre los rubros más volátiles, la dinámica más significativa volvió a ser la del segmento de energía. A su vez, el índice de vivienda fue el que más contribuyó al aumento mensual del índice total. Entre tanto, los precios de los alimentos incrementaron levemente.
Por su parte, la inflación medida por el índice PCE registró una variación anual de 4,4 % en abril, 50 puntos por encima de la expectativa media de los analistas, resultado de una inflación mensual de 0,4 %, explicado por un incremento en los precios de la energía, los servicios y los bienes, contrarrestado por una disminución en los precios de los alimentos. Por su parte, el componente subyacente se ubicó en 4,7 % anual, 0,1 % por encima de lo esperado por la media de los analistas.
Empleo
El mercado laboral y el crecimiento también siguieron siendo factores que condicionaron la reacción de la Fed. Puntualmente, el mercado laboral continuó dando señales de resiliencia. Si bien la tasa de desempleo se incrementó 0,3 % hasta 3,7 % en mayo, el empleo total de nóminas no agrícolas ascendió en 339 mil personas, un registro que casi duplicó lo esperado por el consenso, al tiempo que la participación laboral se mantuvo sólida en 62,6 %.
Sobre la actividad económica, los principales indicadores líderes han mostrado modestas señales de crecimiento. En concreto, el índice PMI compuesto continuó en terreno expansivo (54,3) durante mayo, jalonado en su mayoría por el fortalecimiento del sector servicios, lo que contrarrestó las señales de debilitamiento del sector manufacturero.
Ahora bien, Jerome Powell, presidente de la Fed, volvió a reiterar que las decisiones del Comité estarán encaminadas a poner en cintura la inflación. Sin embargo, destacó que no se evidencia mucho progreso en la inflación básica, por lo que los riesgos están al alza. Además, defendió la decisión de mantener la tasa estable, argumentando que era una medida prudente dado el esfuerzo del Banco Central por tratar de frenar la actividad económica. En este sentido, hizo referencia a que el Comité también había tenido en cuenta los posibles vientos en contra de la reciente crisis bancaria regional.
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Proyecciones del FOMC
La actualización de proyecciones por parte del FOMC mostró una mejora de las perspectivas de actividad económica para el presente año y un leve deterioro en el crecimiento del siguiente año. Vale la pena destacar el incremento en la expectativa de crecimiento del PIB real del año completo para 2023 de 0,4 % en marzo a 1,0 % en esta actualización. Para el próximo año y el 2025 el ajuste fue a la baja, ya que pasó de 1,2 % a 1,1 % y desde 1,9 % a 1,8 %, respectivamente.
Por otra parte, se modificó la senda de la tasa de desempleo a la baja. En concreto, la tasa de desocupación prevista por la FED sería 4,1 % en este año y 4,5 % en 2024 y 2025.
En relación con los precios, la mediana de la proyección de la variación anual del PCE para cierre de 2023 pasó de 3,3 % en marzo a 3,2 % en esta ocasión. Para los próximos dos años, el pronóstico se mantuvo estable en 2,5 % para 2024 y 2,1 % para 2025. Ahora bien, en relación con el componente básico de la inflación (sin alimentos ni energía), se modificó la perspectiva del Comité para 2023 pasando de 3,6 % en marzo hasta 3,9 % en esta actualización.
Expectativas
Ante esta perspectiva, las expectativas individuales de la tasa de los Fondos Federales recogidas para el cierre de 2023 llegaron a una mediana de 5,6 %, por encima de la proyectada en marzo (5,1 %).
Para finales de 2024 la mediana de tasa de fondos federales que anticipan los miembros del FOMC aumentó desde 4,3 % hasta 4,6 %, lo que evidencia que solo el siguiente año se darían recortes en la tasa, momento en el que se espera que la inflación esté disminuyendo de manera significativa. A pesar de la visión más restrictiva que ahora se anticipa, la FED no espera alcanzar la meta de inflación ni siquiera hasta finalizado 2025.
Con todo, la lectura inicial de la decisión del FOMC y la comunicación posterior deja entrever la incertidumbre que prevalece respecto a en qué momento se hará más evidente el efecto acumulado del proceso de ajuste monetario adelantado hasta el momento. En particular, las declaraciones de Powell dieron señales de que con alta probabilidad se realizará al menos un incremento adicional este año, además de que no se realizarían recortes de tasas sino en 2024.
A propósito de la reunión realizada por la Fed, Garrett Melson, estratega global de Natixis Investment Managers, dice que “aunque la reacción inicial de los mercados fue de ventas masivas en los mercados de renta variable y de tasas, en medio de una oleada de reacciones que interpretaban la decisión como un exceso, cada vez está más claro que no es la Reserva Federal la que es oportunista, sino la economía.
Sostiene el analista que “el crecimiento ha vuelto a acelerarse, quizá sobre todo en los segmentos de la economía más sensibles a las tasas de interés, como la vivienda, en un momento en el que los supuestos retardos largos y variables deberían estar haciendo efecto. En lugar de ello, esos retardos parecen haber sido muy breves y ahora su impacto está disminuyendo. Las revisiones del Resumen de Proyecciones Económicas (SEP) no son más que un ajuste al mercado de unas opiniones que eran excesivamente pesimistas en cuanto al crecimiento y el desempleo, y excesivamente optimistas con respecto a la inflación subyacente”.
Indica que “pero como Powell subrayó enérgicamente una vez más, el SEP es simplemente la agregación de las mejores estimaciones individuales de cada miembro del comité en el momento actual y no representan una decisión o plan del comité. En caso de que la economía, y en concreto el IPC subyacente, evolucione según lo previsto, probablemente se justificarán subidas incrementales. Pero son los datos reales, y no las previsiones, los que dictarán las decisiones políticas y, a pesar de la reaceleración del crecimiento, los mercados laborales siguen siendo fuertes, pero se ralentizan lentamente, mientras que los detalles de los informes sobre el IPC y el IPP de mayo publicados el martes y el miércoles dibujan un panorama alentador para una desaceleración continuada del IPC subyacente”.
Asegura Melson, que “los mercados descuentan actualmente un 60 % de probabilidades de una subida en la reunión de julio, que Powell reiteró que era una reunión 'en vivo'. Pero si los datos siguen apuntando a una desaceleración decisiva en las impresiones sobre la inflación subyacente, lo que actualmente se espera que sea un salto podría muy bien convertirse en una pausa más prolongada”.
Destacado
Esta decisión marcó el comienzo de una nueva fase en la lucha contra la inflación