China baja intereses para apoyar a una economía en dificultades | El Nuevo Siglo
LA POBLACIÓN va a sentir un alivio en sus préstamos al pagar menos intereses. /AFP
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Martes, 20 de Junio de 2023
Agence France Presse

El banco central de China recortó el martes dos tasas de interés claves, luego de tomar medidas similares la semana pasada, en un nuevo intento de contrarrestar la desaceleración de la segunda mayor economía del mundo.

El tipo de interés preferencial LPR a un año, que sirve como referencia para los préstamos a empresas, fue reducido de 3,65% a 3,55%, informó el Banco Popular de China (BPC, central) en un comunicado. El LPR a cinco años, utilizado en las hipotecas, cayó a 4,2% desde 4,3%.

Muy seguidos por los mercados, estos dos tipos están ahora en su más bajo histórico. Habían sido reducidos la última vez en agosto de 2022.

Esta decisión, anticipada por los mercados, pretende animar a los bancos comerciales a conceder más créditos y a tipos más ventajosos. En consecuencia, la medida debe permitir, por tanto, apoyar la actividad en un contexto de ralentización económica, que se encuentra en retroceso en las principales economías del mundo que aumentan las tasas para contener la inflación.

La tan esperada recuperación post-covid en China tras el levantamiento de las restricciones sanitarias a finales de 2022 tiende a agotarse en las últimas semanas y apenas se materializa en algunos sectores.

Desempleo récord

Para revitalizar la economía, el banco central ya había reducido el jueves la tasa para sus préstamos a medio plazo a las instituciones financieras (MLF).

Una medida que permitiría inyectar 237.000 millones de yuanes (30.600 millones de euros) en la economía.

Anteriormente, el banco central había ajustado el principal tipo de interés para los préstamos de liquidez a corto plazo (siete días) a bancos comerciales.

Estos anuncios recientes "muestran claramente que los dirigentes políticos están cada vez más preocupados por la economía", afirmaron este martes en una nota los economistas Julian Evans-Pritchard y Zichun Huang, de la firma Capital Economics.

"El apoyo al crecimiento pasa ahora ante otras consideraciones, como a la rentabilidad de los bancos", pero "una fuerte aceleración del número de préstamos sigue siendo improbable y la recuperación seguirá dependiendo, principalmente del sector de los servicios", señalan.



La economía se ve perjudicada por el sobreendeudamiento del sector inmobiliario (un tradicional pilar de crecimiento), un consumo a media asta en un contexto de incertidumbre en el mercado laboral y la desaceleración económica mundial, que pesa sobre la demanda de bienes chinos.

Por lo que, llevó a China a revelar en las últimas semanas indicadores económicos decepcionantes.

En mayo, la tasa de desempleo entre los jóvenes entre 16 y 24 años alcanzó un nuevo récord en el país asiático, con un 20,8%, esta tasa, calculada únicamente para las zonas urbanas y que, por tanto, no ofrece más que un cuadro parcial de la situación, ya había alcanzado el 20,4% en abril.

Apoyo clave

El gobierno chino tiene como objetivo "alrededor del 5%" de crecimiento este año, un ritmo que sería para el gigante asiático uno de los más débiles en décadas.

La recuperación en China sigue siendo 'frágil' y está condicionada al 'apoyo' de los poderes públicos, según el Banco Mundial, en un momento en que algunos economistas abogan por un paquete para estimular el crecimiento. Por el momento, las autoridades parecen descartar esta opción en favor de medidas específicas.

Mientras, China se prepara para construir más estaciones de recarga para vehículos eléctricos, incluso en las zonas rurales, según una directiva del gobierno citada el lunes por la agencia Xinhua.

El objetivo es tener para 2030 una amplia cobertura con el fin de "apoyar el desarrollo de los vehículos de nueva energía", precisó.

En China, la industria automovilística da sustento a un gran número de empresas y es una importante fuente de empleo.

Este sector, particularmente dinámico, fue uno de los motores de la recuperación económica en 2021, tras la primera ola epidémica de Covid-19.