“Entrenamos seis de los siete días de la semana, sumados a nuestra experiencia en el terreno de combate, lo que nos permite desarrollar todas las operaciones y habilidades en tierra, mar, aire y río, mostrando destreza y profesionalismo en el cumplimiento de la misión”.
Quien habla es el capitán John Freddy Ravelo Figueredo, comandante del equipo de Fuerzas Comando colombianas que acaba de ganar, por onceava vez, la XVI competencia internacional de fuerzas especiales que se realizó en Honduras y en la que participaron 17 naciones, incluyendo Estados Unidos.
El equipo nacional, compuesto por siete efectivos del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea (más un octavo miembro que actúa como juez), tuvo una sobresaliente actuación. “La competencia es integral y gracias a los exigentes entrenamientos de día y de noche nos permite operar como una unidad, cohesionada y sin perder el objetivo de terminar cada una de las pruebas sin ningún contratiempo”, explica el capitán.
En diálogo con EL NUEVO SIGLO Ravelo indicó que “es una responsabilidad muy grande ir a esta competencia” que organiza el Comando Sur del Ejército de los Estados Unidos y que en esta oportunidad se llevó a cabo en las instalaciones del Primer Batallón de las Fuerzas Especiales y en la Base Naval del municipio de Amapala, en Honduras.
En el campo de paradas Marte, en Tegucigalpa, el equipo colombiano conoció a los integrantes de los otros 16 equipos en competencia, provenientes de Argentina, República Dominicana, Paraguay, Jamaica, El Salvador, Guatemala, Bahamas, Barbados, Belice, Brasil, Costa Rica, Ecuador, Honduras, México, Panamá y Estados Unidos.
“La prueba consiste en 19 eventos que reúnen todas las condiciones técnicas y tácticas… Se debe cumplir una travesía de 7,5 kilómetros cargando un equipo militar con nueve kilos de peso. Por supuesto, a medida que se van cumpliendo las pruebas, la exigencia es más alta y las dificultades no se hacen esperar, por eso es necesaria la cohesión de los integrantes del equipo para salir airosos”, señaló el comandante.
Agregó que “la preparación fue muy exigente en ejercicios de tiro con fusil y con pistola en la modalidad de asalto; tiro de fusil de alta precisión con distancias entre los cien y los novecientos metros, pistas de obstáculos y ejercicios acuáticos en mar abierto con armamento y equipo”.
Las pruebas concluyeron con un salto acuático en el Golfo de Fonseca, en el Pacífico, donde los equipos fueron lanzados al mar desde un helicóptero y cada uno de los hombres debió emplear las técnicas de sobrevivencia, combate y conocimiento para llegar hasta las costas de Amapala, en la isla del Tigre.
“En nuestro equipo unos desarrollaron las pruebas de asalto, otros tuvieron a cargo los disparos de fusil de alta precisión a corta y larga distancia, con blancos móviles, estacionarios, de oportunidad y discriminación de blancos específicos. Y otros ejecutaron las pruebas en mar abierto. Las pruebas son verificadas por un equipo de instructores que son los que evalúan las diferentes disciplinas y el cumplimiento de cada una de ellas”, explicó el capitán.
Según Ravelo “ingresar al equipo de Fuerzas Comando no es nada fácil, pues el mando hace una convocatoria y luego de pasar exigentes pruebas con los oficiales, suboficiales, soldados e infantes de marina, se hace una selección de los doce hombres que deben cumplir una serie de requerimientos y conocimientos en el desarrollo de las operaciones. Todo ello para finalmente escoger a los siete integrantes del equipo de Fuerzas Comando que deben continuar su preparación en tácticas y técnicas de la vida real para representar a las Fuerzas Militares de Colombia en esta justa internacional”.
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Operaciones reales
Interrogado en torno al porqué los colombianos han ganado tantas veces esta competencia, el capitán Ravelo señaló que “todas las pruebas en entrenamientos y en la competencia son las mismas operaciones que se desarrollan en la vida real. En esta competencia cada nación envía a sus mejores hombres de las Fuerzas Especiales de tierra, mar, aire y río así como a sus mejores operadores de diferentes disciplinas. La competencia es de alto profesionalismo y destaca las virtudes de cada una de las fuerzas en competencia”.
“Los 17 países este año fueron muy competitivos por su profesionalismo, preparación y su alto nivel de competencia. Todas las pruebas contenían casos que se presentan en la vida real y que no permiten errores pues nos podría costar la vida”, insistió.
Agregó el oficial que “además de la preparación en todas las áreas de conocimiento en el arte de la guerra, sin lugar a dudas la experiencia que hemos adquirido a través del conflicto armado en Colombia nos permite ir un paso adelante. Colombia es uno de los pocos países en América que afronta un conflicto armado que nos ha permitido generar más conocimientos en tácticas y técnicas para el desarrollo de operaciones a través de la experiencia. Ser campeones en esta justa militar era una de mis metas trazadas a largo plazo”.
Y hablando de esa esfera personal, el comandante del equipo de Fuerzas Comando colombianas explicó que, como todos los oficiales, quiere llegar a ser general, mientras que los suboficiales alcanzar el grado de sargento mayor.
Precisamente por ello es que actualmente adelanta una maestría en Seguridad y Defensa, al tiempo que se prepara para estudiar Relaciones Internacionales y Ciencias Políticas. “Todos los días trabajo para ser una mejor persona, ser un profesional en el campo militar y conducir con mis conocimientos a los hombres bajo mi mando, en cada uno de mis cargos futuros”, agregó.
Trabajo sin descanso
Otro de los integrantes del equipo ganador es el técnico segundo de la Fuerza Aérea, Jorge Andrés Rodríguez Nieto. “Desde que fui seleccionado trabajé sin descanso para llegar a la excelencia y poder conquistar el título número 11 en este encuentro internacional de las Fuerzas Especiales. Como todo comando mi aspiración es dar lo mejor no solo en conocimientos teóricos sino prácticos”, explicó.
“Desde el principio hubo una integración total entre los miembros del equipo, lo que nos permitió a cada uno de nosotros dar lo mejor. Gracias a Dios y al entrenamiento que tuvimos, logramos el objetivo de ser campeones. Hemos ganado esta competencia en 11 oportunidades”, agregó.
El uniformado puntualizó que “este trabajo fue con mucho sacrificio, esfuerzo y dedicación y por esta razón logramos ganar. Para todos nosotros hubo momentos difíciles en cada una de las pruebas, pero cuando concluimos y nos dieron como ganadores, fueron momentos de felicidad, pues estaba Colombia ahí, en el primer lugar con sus Fuerzas Especiales”.