La renovación de flota con mejores estándares de emisión y con el uso de combustibles más limpios han permitido una mejora del 78% en la calidad del aire que respiran los usuarios del sistema Transmilenio en Bogotá, según las conclusiones de la segunda fase de un estudio realizado por la Universidad de los Andes y socializado este lunes.
Esto se traduce en que cerca de 8 de cada 10 partículas contaminantes que respiraban los usuarios, se eliminaron gracias a las medidas adoptadas.
La mejora en la calidad del aire se refleja en la reducción del material particulado (PM 2.5) (78%) y hollín (80%), de acuerdo con la investigación realizada por la universidad de los Andes, en desarrollo del memorando de entendimiento suscrito en junio de 2019 entre Ecopetrol, Transmilenio y las secretarías distritales de Movilidad y de Ambiente.
Este memorando tiene como alcance esbozar las condiciones para la ejecución conjunta de estudios e investigaciones en materia de movilidad sostenible, en el marco del transporte masivo de pasajeros de Bogotá.
El estudio se llevó a cabo en dos etapas. En la primera, que se realizó entre junio y agosto de 2019, se estableció que con la renovación de cerca del 50% de la flota troncal de las fases 1 y 2 de Transmilenio, ya se habían registrado reducciones de cerca del 50% de los niveles de material particulado y hollín, en comparación con la calidad de aire en el sistema antes de la renovación.
La segunda etapa de la investigación se desarrolló entre septiembre y noviembre de 2020 cuando ya circulaban 1.441 buses nuevos Euro V con filtro y Euro VI y habían salido 1.162 automotores principalmente de estándar Euro II. Se cubrieron todos los portales, 49 estaciones de diferentes troncales, 493 buses que incluyeron todas las tecnologías vehiculares presentes en el sistema.
Desde que entró la nueva flota de buses a mediados del año 2019, Ecopetrol ha entregado en promedio 93.700 metros cúbicos diarios de gas natural para los buses que usan este combustible y 1.100 barriles diarios de combustible de la más alta calidad internacional (diésel de menos de 10 partes por millón de azufre).
Este es el resultado del trabajo del grupo Ecopetrol, vía optimizaciones operacionales, mejoras en los procesos de refinación y transporte y desarrollo de investigaciones, que se suma a la sinergia con los distribuidores mayoristas que asegura la logística necesaria para el abastecimiento del combustible en los patios de Transmilenio.
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"Este estudio evidencia que el uso de tecnologías de cero y bajas emisiones, y las mejoras de los combustibles en el transporte, son fundamentales para enfrentar uno de los mayores retos ambientales que tenemos como ciudad: mejorar la calidad del aire. Bogotá cuenta con una Red de Monitoreo robusta que nos indica cómo está la calidad del aire, sin embargo, necesitamos entender mejor cómo funcionan ciertos microambientes y diseñar medidas más específicas. También buscamos consolidar el uso de microsensores que permitan medir la calidad del aire en espacios más específicos y resolver problemáticas concretas y locales de contaminación. Desde la Secretaría de Ambiente invitamos a trabajar unidos por un nuevo aire, para que, desde el cambio de hábitos, el compromiso del sector público y privado y la corresponsabilidad logremos la meta de reducir la concentración de material particulado (PM) 2.5 en un 17 % y de PM 10 en un 14% a 2030”, explicó la secretaria de Ambiente, Carolina Urrutia.
Por su parte, el secretario Distrital de Movilidad, Nicolás Estupiñán, aseguró que “este estudio es clave porque demuestra los avances y el compromiso de esta Administración por mejorar las tecnologías de la flota de transporte, apuntándole en el largo plazo a tecnologías con cero emisiones. Un ejemplo, es la apuesta por la renovación del transporte de carga, a través de la estructuración de un fondo de renovación para vehículos de menos de 10,5 toneladas y a través de estrategias complementarias que incentiven el uso de tecnologías menos contaminantes (…) también es una excelente noticia para la apuesta que hemos hecho por la renovación de la flota de TransMilenio, incluyendo los 1.485 buses eléctricos que ya se adjudicaron, muchos de los cuales están operando en las zonas más contaminadas de la ciudad, como es el caso de Fontibón”.