En firme quedó el proceso en contra del exalcalde de Bogotá, Samuel Moreno Rojas, por su presunta participación en la celebración irregular del contrato para la construcción del túnel Tunjuelo-Canoas que tuvo un valor cercano a los $243.000 millones.
Así lo determinó la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá, al rechazar la solicitud de nulidad presentada por la defensa del exmandatario distrital y tras concluir que no se presentó una vulneración a los derechos al debido proceso y a la defensa por parte de la Fiscalía General en la imputación de cargos.
De acuerdo con lo dicho por el Tribunal, no existen motivos para anular este proceso puesto que la Fiscalía General cumplió con los requisitos de claridad cuando expuso la participación de Moreno Rojas en los hechos materia de investigación.
Agregó que el ente investigador expuso debidamente el tiempo, modo y lugar en el que se habría presentado este acto de corrupción administrativa, rechazando los argumentos presentados por la defensa del exmandatario. “Fue una imputación fáctica clara y suficiente”.
Para la Sala, la Fiscalía detalló la presunta participación de Moreno Rojas, la forma en cómo se habrían presentados los delitos contra la administración pública, los otros implicados, los beneficiarios en la entrega de este contrato y los fines que tenía este plan.
Estimó que al hacer una revisión de la imputación de cargos hecha contra el exmandatario en abril de 2018 se hizo una mención clara y directa de los delitos, los hechos que habrían rodeado la entrega del millonario contrato y cómo fue la entrega del dinero en efectivo como parte de las comisiones acordadas para beneficiar al Consorcio Canoas.
“Se hizo mención frente al desembolso de esos dineros”, precisó el magistrado al señalar que entre junio y septiembre de 2010 el contratista Emilio Tapia Aldana se encargó de realizar los tres pagos en efectivo en un reconocido restaurante en el norte de la capital de la República.
En la imputación de cargos se señala que Samuel Moreno Rojas recibió ml millones de pesos –como comisión- para avalar la entrega de este complejo contrato que tenía como fin la descontaminación del Rio Bogotá.
Como Alcalde Mayor de Bogotá y miembro de la Junta Directiva de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado (EAAB), Samuel Moreno Rojas tuvo una participación activa en la celebración de este contrato, dando órdenes directas para que el mismo le fuera entregado a un consorcio conformado por Odebrecht y la empresa que lideraba Carlos Solarte.