Grecia vivirá la ola de calor más larga de su historia, con más de 44 °C previstos este fin de semana, mientras en Estados Unidos se prevé que las temperaturas récord que azotan el sur país se extiendan por todo el territorio.
"Según nuestros datos, probablemente vivamos entre 16 y 17 días de ola de calor, algo que nunca ha ocurrido en nuestro país", declaró a la cadena de televisión ERT Kostas Lagouvardos, director de investigación del Observatorio Nacional.
Todos los lugares arqueológicos en Grecia, incluida la célebre Acrópolis de Atenas, estarán cerrados al público durante las horas más calurosas del día hasta el domingo.
"Hace falta una vigilancia absoluta (...) porque los momentos difíciles no han pasado", dijo el primer ministro griego, Kyriakos Mitsokakis.
"Hacemos frente a una nueva canícula" y "a un eventual repunte del viento" que atizan desde el lunes varios incendios alrededor de la capital, agregó.
En el centro del país se esperan temperaturas de hasta 45 ºC. El récord en el país es de 48 ºC en 1977 en Elefsina, cerca de Atenas. En la capital, el máximo alcanzado es de 44,8 ºC en junio de 2007.
"Estoy acostumbrado a las temperaturas elevadas. Todos los veranos las tenemos, pero lo que es difícil este año es que las olas de calor se suceden", dijo Christos Boyiatzis en el elegante barrio ateniense de Kolonaki.
Progresión en Estados Unidos
En el continente americano, alrededor de 80 millones de estadounidenses deberán soportar temperaturas de 41 ºC o más durante el fin de semana, alertan los servicios meteorológicos del país (NWS).
Podrían superar los 46 ºC en Phoenix, la capital de Arizona (suroeste), que registra su racha más larga de calor jamás registrado, con 22 días seguidos con temperaturas de más de 43 ºC.
El jueves, este calor provocó un incendio en un lugar de almacenamiento de propano en el que estallaron cisternas de gas.
"Durante un día caluroso como este, estas cisternas de propano se dilatan con el calor y se convierten en verdaderos misiles" que envían escombros a más de 450 metros, declaró un responsable de los bomberos a la televisión local KPHO.
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A unos 500 km de allí, en California, el Valle de la Muerte, uno de los lugares más tórridos del planeta, atrae a turistas que se toman fotografías junto a una pantalla que muestra temperaturas cada vez más extremas.
Algunos esperan que se bata el récord absoluto del planeta, los 56,6 ºC registrados allí en 1913, pero discutidos por algunos expertos.
Un hombre de 71 años murió en ese lugar a principios de semana y los guardias del parque nacional sospechan que "el calor tuvo un papel" en el deceso.
En lo que queda de julio, la canícula debe desplazarse al centro del país, bordeando las montañas Rocosas e instalándose en las grandes planicies del Medio Oeste, según la Agencia Estadounidense de Observación Oceánica y Atmosférica (NOAA).
Con olas de calor en Europa, América y Asia, el mes de julio va camino de convertirse en el más caluroso registrado en la Tierra, no sólo desde el inicio de las mediciones, sino también en "siglos, si no miles de años", declaró a la prensa el jefe de climatología de la NASA, Gavin Schmidt.
Y esto no se debe únicamente a El Niño, el fenómeno climático cíclico que nace en el océano Pacífico y provoca un aumento de temperaturas planetario, dice.
Para este especialista, las temperaturas extremas van a persistir porque "continuamos emitiendo gases de efecto invernadero a la atmósfera".
En comparación con la era preindustrial, el mundo está experimentando un calentamiento cercano a 1,2 ºC como consecuencia de la actividad humana, principalmente del uso de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas).