En la víspera de la celebración del Museo de Antioquia por sus 140 años de trayectoria, una selección de lienzos del maestro Fernando Botero se exhibirá en Bogotá en medio de la atmósfera barroca de una antigua iglesia clariana que ofrece el Museo Santa Clara.
Se trata de la más reciente exposición que presenta el centro cultural bogotano, en la que se podrán encontrar cinco dibujos y tres pinturas de la serie Viacrucis del famoso pintor colombiano, las cuales dialogarán con algunas piezas de los Museos Colonial y Santa Clara, a partir de este mes y hasta el próximo 17 de octubre.
Alianza cultural
“Esta exposición surge como una iniciativa de la directora del Museo de Antioquia, María del Rosario Escobar, para que el Museo Santa Clara los acompañara en la celebración de los 140 años, debido a que nosotros hemos sido museos hermanos”, le dijo en entrevista a EL NUEVO SIGLO María Constanza Toquica Clavijo, directora del Museo Santa Clara.
Esta hermandad nace a partir del préstamo de unas piezas de la colección del Museo Colonial al Museo de Antioquia, las cuales fueron usadas para abrir una nueva sala de exposiciones permanentes, titulada La resistencia del dogma, en la que se abordó el arte del periodo colonial.
Para continuar con esta alianza el Museo de Antioquia propuso el préstamo de esta serie de Botero, “que si bien es una obra cuya temática es religiosa porque se trata del viacrucis de Jesucristo, está pintado por Fernando Botero en clave contemporánea y desacralizante desde la interpretación pictórica del maestro”, explica Toquica.
Destino itinerante
Expuesta por primera vez en 2011 en la galería Marlborough de Nueva York, la serie Viacrucis es la última gran donación del artista a un museo colombiano. A diferencia de otras concesiones de Botero, a esta el maestro quiso darle un destino itinerante, “de tal manera que la colección al venir al Santa Clara está cumpliendo con esa voluntad del maestro”.
Así, tras su ingreso al Museo de Antioquia en 2012, tanto la serie completa, como algunas de las piezas que la conforman, han sido exhibidas en Panamá, Costa Rica, México, Italia y Portugal, entre otros países.
En Viacrucis, Botero se aproxima a una devoción católica que rememora la pasión y muerte de Cristo. Pese a tratar un tema que una mirada apresurada definiría como exclusivamente religioso, esta serie no pretende ilustrar dogmas de fe.
En cambio, ofrece una interpretación muy personal y libre respecto a la tradición de la pintura occidental religiosa. Por ello, salvo por un ángel que aparece solo una vez en toda la serie, en estas obras no hay presencias o elementos sobrenaturales, sino personajes de la cotidianidad colombiana. El mismo Jesús, desprovisto de aureola y de cualquier indicio de divinidad, se muestra con rasgos más humanos que divinos.
En Botero en Santa Clara, el arte contemporáneo comenta, en clave laica, el arte colonial. Como se verá en la muestra, las piezas del pintor, de modo semejante a las de los artífices coloniales, se apoyan en la tradición del arte occidental, en su iconografía y en sus recursos técnicos y retóricos. Sobre esa base, tanto los artífices coloniales como el propio Botero crearon imágenes profundamente vinculadas a sus contextos particulares de producción, sin dejar por ello de conmover a quienes, en diferentes épocas y espacios, las observan.
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El llamado de la cultura
La pandemia llevó a los Museo Colonial y Santa Clara a recurrir a la virtualidad, un mundo que conquistaron con una parrilla de programación para público de todas las edades y que ocupa toda la semana.
La estrategia, que hasta hoy sigue vigente, se compone de espacios como “Lunes de colecciones, Martes preguntón, Miércoles de estreno" donde se habla de temas de conservación de las colecciones además de Jueves de recuerdos y Viernes de curaduría; y los fines de semana son una miscelánea de todo un poquito. Estamos en constante contacto a través de nuestros medios digitales, en canales de YouTube, Facebook y la página web, con nuestros públicos”.
Esta incursión a la dimensión digital dio como resultado un incremento en el público que disfruta del contenido del museo, ya que según María Constanza “hemos podido llegar a nivel nacional e internacional con más facilidad. Además, el tema colonial hispanoamericano cubre países de Latinoamérica y Centroamérica, así como también hay estudiosos y académicos en Estados Unidos y Europa que nos siguen y asisten a nuestros conversatorios”.
Sin embargo, en esta época de reactivación económica y cultural el museo aspira a no perder esta audiencia que ha cosechado durante estos meses de pandemia.
La presencialidad, sin duda, será una de sus grandes apuestas para este segundo semestre del año, donde sin dejar de lado la oferta digital, incluirá grandes exposiciones que se podrán disfrutar desde sus salas.
El centro cultural, como parte de la agenda que acompaña la exposición Botero en Museo Santa Clara, ofrecerá charlas y talleres que generarán mayor interacción con el público. Además seguirá usando las redes sociales y demás plataformas digitales para favorecer estos espacios de comunicación con los interesados.
Siguiendo con la agenda, en octubre al Museo Santa Clara llegará la exposición de Bienes Gráficos y documentales, en la que se mostrará una colección importante de estampas, de dibujos del periodo colonial que eran atribuidos a Gregorio Vásquez, así como también libros que datan de los años 1300 y 1800 y cartas de algunos reyes. Para noviembre el Museo Colonial va a presentar una exposición sobre el reconocido pintor Pedro Ruiz.
Todo un abanico de opciones que seguirán apoyando la reactivación, por lo que María Constanza destaca la importancia de asistir a los museos y atender el llamado de la cultura.
“La cultura tiene que reactivarse, porque es un espacio donde nos encontramos todos para dialogar y disfrutar del patrimonio y de un arte común. Arte que nos une”.