EXISTE un interés más político que una intención de hacer justicia en la decisión del presidente Gustavo Petro de nombrar como ‘gestor de paz’ al exjefe paramilitar, Salvatore Mancuso, acusado de más de 38.000 hechos delictivos en Colombia.
Así lo aseguró el académico Jorge Restrepo, director del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (Cerac), en conversación con EL NUEVO SIGLO. Al respecto, argumentó que el excombatiente, hoy detenido en una prisión de Estados Unidos, ha hecho contribuciones en los procesos de justicia restaurativa de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) sin la gestoría que le designó el jefe de Estado.
“Las declaraciones que ha venido haciendo desde la cárcel en los Estados Unidos, las ha hecho en esa jurisdicción. Esa gestoría de paz, en el caso de Mancuso, no se necesita para que cumpla con sus deberes (…). Esa gestoría tampoco supone que él (Mancuso) pueda hacer alguna otra contribución para la búsqueda de la paz en Colombia”, destacó.
Restrepo manifestó que existen dos elementos clave para nombrar a una persona como gestora de paz o como representante para negociación del fin del conflicto armado, según lo establecido en la ley. “Está el interés de la justicia o el interés de una negociación. El primero es el interés de las víctimas para que hagan una contribución en términos de verdad para reparar a las víctimas. El segundo, es porque es una persona que representa un grupo que va a someterse a la justicia, entregar armas y dejar los delitos. Ningún caso representa a Mancuso”, aseveró.
El director de Cerac afirmó que los ‘gestores de paz’ deben tener capacidad de gestionar una negociación con grupos armados organizados. “Y Mancuso no tiene ni mando ni control ni acceso a estas organizaciones”.
Además del nombramiento del excombatiente, el mandatario Nacional hizo otro anuncio polémico a propósito de la ‘paz total’. El martes, informó que Alexander Farfán Suárez, alias ‘Gafas’, integraría la mesa de negociación entre el Estado y disidencias de las Farc, promoviendo el rechazo de diversos sectores sociales al hecho de que el presidente Petro escoge ‘delincuentes de alto calibre’, responsables de ‘crímenes de lesa humanidad’, para negociar el fin del conflicto en el país.
A diferencia del excomandante de la AUC, ‘Gafas’ sí tiene dominio de grupos alzados en armas con los que el Gobierno necesita discutir el fin de la guerra en la nación. Pero, a juicio de Restrepo, tampoco es conveniente, ya que “es una persona que repudió el acuerdo de paz”.
En la misma tónica, se pronunció la directora del partido político Verde Oxígeno, Ingrid Betancourt, sobre el nombramiento de ‘Gafas’ como miembro del proceso de negociación entre el Gobierno nacional y las Farc. Al respecto, declaró a la Revista Semana que “las disidencias pueden nombrar a quien quieran para negociar y ese es un personaje que cumplió 10 años de cárcel por los crímenes de secuestro. Lo que es grave es que el Gobierno acepte como negociador a una persona que es el símbolo de todo el sufrimiento de las víctimas”.
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Claridad
El exnegociador de paz, Juan Camilo Restrepo, dijo a EL NUEVO SIGLO que es inentendible el propósito del nombramiento tanto de ‘Gafas’ como de Mancuso, en procesos de paz que son tan importantes para el país.
“Los gestores de paz se nombran para facilitar los procesos de paz en curso. Pero resulta que con los paramilitares no hay procesos de paz en curso. De manera que, ya de por sí, no es claro por qué se nombra a Mancuso como gestor de paz”, destacó.
Además, manifestó que “el problema con este Gobierno es que no da explicaciones claras y complejas. En el trino, que es todo lo que se conoce del presidente de la República, dice que el nombramiento (de Mancuso) es para facilitar los conocimientos de las fincas que fueron despojadas por los paramilitares”.
Sin embargo, dijo que “eso lo puede hacer Mancuso perfectamente en sus declaraciones ante la JEP. No necesita cubrirse del abrigo de gestor de paz. El Gobierno no necesita cubrirlo como gestor de paz, sino obligarlo a que dé propuestas concretas ante los jueces a las múltiples denuncias que se están haciendo”.
Por su parte, Camilo González Posso, presidente de Indepaz, aseguró que, en caso de Mancuso, podría no retirarse las órdenes de aprehensión en su contra, de regresar de Estados Unidos, a cumplir funciones como gestor de paz. “Esto quiere decir que, si llega a Colombia, las autoridades deben detenerlo”.
“La verdad es que este señor es responsable de crímenes de lesa humanidad como pocos hay en el planeta. La única cosa es que, si en virtud de su condición decide, de manera efectiva y sincera, llegar a desestructurar la dinámica de muerte en Colombia, sería positivo”, destacó, a propósito de la decisión del presidente Petro de nombrar a Mancuso como gestor de paz.