Sobrecostos en contratos covid: $500.000 millones | El Nuevo Siglo
Foto cortesía Contraloría General de la República
Martes, 18 de Agosto de 2020
Redacción Nacional

“Hemos emitido más de 400 alertas sobre presuntos sobrecostos en contratos por monto global superior a los $500.000 millones”, dijo el contralor, Carlos Felipe Córdoba.

“Gracias a esas alertas, alcaldes, gobernadores y funcionarios del Gobierno nacional que gestionan recursos públicos renegociaron contratos que inicialmente valían cerca de $130.000 millones, con lo cual su monto se redujo a $80.233”, agregó.

EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo ha sido el trabajo de la Contraloría durante la pandemia?

CARLOS FELIPE CÓRDOBA: La Contraloría ha seguido trabajando porque la coyuntura sanitaria exige la vigilancia y fiscalización de los recursos que se ejecutan durante la emergencia.

En ese sentido nuestros equipos de trabajo, apoyados en los recursos tecnológicos, como los administrados por la Dirección de Información Análisis y Reacción Inmediata (Diari), han conseguido hacerles seguimiento oportuno a los dineros de los presupuestos oficiales, desde su origen hasta su destino final.

Es justo reconocer aquí que en esa labor hemos recibido el respaldo permanente de la más importante fuerza de apoyo al cumplimiento de nuestra misión: la ciudadanía.

ENS: ¿Los entes territoriales sí han cuidado los recursos?

CFC: Hemos encontrado una reacción mayoritariamente favorable de parte de la administración pública, en todos los niveles, frente a la misión que cumple la Contraloría.

Hemos revisado contratos relacionados con la atención de la pandemia por $5 billones, que equivalen al 22% de todos los contratos celebrados por entidades del Estado desde marzo, cuando empezó la emergencia, hasta hoy. Durante ese tiempo hemos emitido más de 400 alertas sobre presuntos sobrecostos en contratos por monto global superior a los $500.000 millones.

Gracias a esas alertas, alcaldes, gobernadores y funcionarios del Gobierno nacional que gestionan recursos públicos renegociaron contratos que inicialmente valían cerca de $130.000 millones, con lo cual su monto se redujo a $80.233. Lo que ha generado importantes beneficios para el erario.

ENS: ¿Los funcionarios de las regiones han hecho un buen manejo de la plata para atender los efectos de la pandemia?

CFC: Con algunas excepciones dolorosas y preocupantes, la mayoría lo han hecho de buena fe y de manera acertada.

Es importante entender, como lo hemos entendido nosotros siempre, que lo que está en juego es grande: la salud de todos los colombianos y la integridad de los dineros destinados para atender todos los servicios esenciales.

Con ese espíritu hemos monitoreado cientos de proyectos financiados con recursos de las regalías cuyo manejo, en el pasado, había sido un dolor de cabeza para las administraciones regionales. En esa materia hicimos seguimiento efectivo y preventivo de un flujo de recursos cercano a los $330.000 millones.

ENS: ¿Qué ha pasado con las EPS y las pruebas?

CFC: Hemos tenido que obrar, de manera imparcial, pero muy contundente, para meter en cintura a varias EPS que se están demorando demasiado en la producción, análisis y entrega de resultados diagnósticos sobre el coronavirus. No podemos permitir que eso siga ocurriendo porque los riesgos para la salud y la vida de nuestra gente se potencian frente a un virus que ha demostrado su letalidad.

La demora en la entrega de los resultados ha sido, en los casos más graves, hasta de 72 días. Pese a las dificultades técnicas normales, eso revela un descuido que no puede ser tolerado.

Con frecuencia nos olvidamos de que las EPS reciben ingentes recursos del Estado y que, si bien tienen estructuras de derecho privado, también tienen una gigante responsabilidad pública. Ese tipo de olvidos, omisiones y negligencias son muy graves en un país como el nuestro, con una pobre capacidad hospitalaria y con un sistema de salud sobrecargado, cuyos recursos han sido históricamente objeto de serios detrimentos. A ello se suma la pobre dotación de recursos de bioprotección para el personal del sector.

Nuestra delegada para el sector de la salud ha encabezado con solvencia y trabajo riguroso esta tarea que exige nuestros mejores esfuerzos.

Terror

ENS: En esta época de pandemia, ¿qué es lo que más lo ha aterrado?

CFC: Que el enorme esfuerzo que están haciendo nuestros médicos, enfermeras, auxiliares, laboratoristas y todos los trabajadores de la salud, no solo no sea suficientemente reconocido por la sociedad, sino que se vea afectado por entidades prestadoras del servicio que incurren en graves fallas como las que acabo de describir.

Me aterra también, y me incentiva a redoblar esfuerzos, el hecho de que algunos avivatos pretendan sacar partido, a punta de sobrecostos y contratos manipulados, de las necesidades de la gente en materia de salud y de seguridad alimentaria.

ENS: ¿Qué deja la pandemia como experiencia?

CFC: Aparte del dolor y sufrimiento causados, nos deja enormes lecciones. Creo que la principal de ellas es que debemos administrar bien los recursos destinados a la salud pública, rescatar obras de infraestructura de salud que estaban convertidas en elefantes blancos y pensar que las unidades de cuidado intensivo no están reservadas solo para las grandes capitales.

ENS: ¿Cómo se ha fortalecido la Contraloría?

CFC: Gracias a la aprobación del Acto Legislativo 04 de 2019, hemos fortalecido la estructura, operatividad y eficiencia de nuestras contralorías delegadas generales y sectoriales que amplían su cobertura en cuanto a sujetos de control.

Así podremos cuidar mejor los recursos públicos y actuar oportunamente para frenar desafueros o para castigarlos. Estamos ampliando los niveles de recuperación de recursos públicos perdidos que, antes de la entrada en vigor de la reforma, eran de apenas el 0,4%.

Otro objetivo fundamental, que ya estamos cumpliendo, es apoyar la tarea de las contralorías territoriales cuando fallen por insuficiencia técnica y por cualquier otro sesgo que afecten su independencia.

Ya no vamos a la zaga de los corruptos, sino que en muchos casos hemos logrado anticiparnos a ellos y contener sus acciones. Siempre hay más por hacer y lo vamos a seguir haciendo.