El caso de Karen Abudinen aún no termina, esta vez la congresista por el partido Alianza Verde, Katherine Miranda, radicó una tutela para que se repita la moción de censura contra la exministra de las TIC, por los percances que se presentaron en la votación el pasado 10 de septiembre, donde no todos los congresistas votaron.
"Se permitió que los congresistas que estaban y se registraron para cobrar su sueldo, no votaran la moción, que fue para la único que estábamos convocados. No tramitaron los distintos recursos de apelación que presentamos en el momento de la moción, para que se repitiera la votación, y lo más grave: hicieron caso omiso a la orden de la Corte Constitucional, de que estas votaciones se tienen que hacer de manera presencial", aseguró la congresista
Por esta razón, la congresista pretende con la tutela llevar a cabo nuevamente una votación transparente “y de cara a la gente”.
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Es de recordar que pese a que la Cámara está compuesta por 170 parlamentarios activos, solo votaron por el Sí a la moción 56 y 30 lo hicieron por el No. El resto de los representantes registrados no se pronunció al momento en que fue llamado a hacerlo. Incluso, al menos otros 30 dejaron de asistir a la sesión.
De esta forma, Abudinen se salvó de esta sanción política que se impulsaba en su contra por el escándalo del contrato de $1,2 billones firmado con la Unión Temporal Centros Poblados, que fue objeto de caducidad hace tres semanas por haber presentado garantías bancarias falsas, a lo que se sumó que se le entregó un anticipo de $70 mil millones, el cual no ha sido reembolsado.
Como se dijo, la moción no progresó ya que se necesitaban 85 votos, es decir, la mayoría absoluta para llegar al umbral legal en el que esta figura de control político se hace efectiva. Hasta ahora, desde su creación en la Constitución de 1991, no se ha aplicado a ningún ministro. Los pocos que estuvieron en riesgo de ser sancionados en los últimos gobiernos y el actual, renunciaron antes.
De haber votado la totalidad de los representantes a la Cámara, el país habría podido saber cuántos lo hacían por el Sí y cuántos por el No. Pero una proporción importante, como se dijo, prefirió evadir esa responsabilidad y no comprometerse en ningún sentido.
Asimismo, la oposición denunció que la presidencia de la corporación, Jennifer Arias, por el Centro Democrático, decidió que la votación se hiciera por la plataforma y no nominal, como generalmente se hace, es decir, cuando se llama a lista por el nombre del congresista y se pregunta su voto.