La noticia de ‘Márquez’ corrió internacionalmente como pólvora y algunos de los principales medios del exterior titularon como si las Farc hubieran vuelto al monte
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Se pueden identificar tres olas dentro de las disidencias, la primera de ellas antes de la firma del acuerdo en Cartagena. Casi de forma paralela se dio el ‘reclutamiento’ por parte de las bandas criminales. La tercera ola es la de los reincidentes. Hoy serían más de 2.400 hombres-arma. ‘Gentil Duarte’, el máximo jefe y ‘Márquez’ será asesor. Retaguardia en Venezuela dificulta su combate y se teme que busque ‘tentar’ a desmovilizados en ETCR.
El país ha quedado desconcertado con el anuncio hecho esta semana por ‘Iván Márquez’, exjefe negociador de las Farc y otros plenipotenciarios que habían firmado el acuerdo de La Habana, en torno a que retornarán a las armas y el terror “haciendo trizas”, por su parte, el convenio en el que pactaron la desmovilización total de esa guerrilla con la administración de Juan Manuel Santos.
Fue lo que los renovados subversivos llamaron en un “manifiesto” difundido por internet “el derecho universal a levantarse en armas”, luego de evadir la palabra empeñada y reincidir en las antiguas prácticas delictivas. A lo que casi de inmediato el presidente Iván Duque contestó que se trataba de unos “narcoterroristas” sin ningún tinte ideológico.
Del mismo modo, algunos de los mandos desmovilizados que se han mantenido en lo pactado y ocupan las curules automáticas otorgadas en el Congreso a raíz del proceso, todavía sin ser sancionados por la Jurisdicción Especial de Paz, dijeron que la de ‘Márquez’ era una actitud “delirante”. No obstante, otros de sus colegas dejaron entrever que el cabecilla tenía razón en que el proceso estaba siendo desmontado veladamente, aunque retomar las armas no era la manera de darle curso a las solicitudes de cumplimiento. Sea lo que fuere pudo denotarse claramente la honda división suscitada en esa organización a partir de la baja de ‘Alfonso Cano’, cuando el gobierno Santos mantenía contactos secretos con las Farc para dar inicio al proceso de paz, y la pugna por la sucesión entre las alas de ‘Timochenko’ y ‘Márquez’. Una vieja rivalidad que hoy se ha trasladado al corazón del acuerdo de La Habana y que tiene en ascuas el futuro en la adhesión u oposición a la paz.
En todo caso, la noticia de ‘Márquez’ corrió internacionalmente como pólvora y algunos de los principales medios del exterior titularon como si las Farc hubieran vuelto al monte. Otros se cuidaron, en cambio, de anotar que se trata solo de la facción descontenta desde hace tiempo con el proceso de paz, actitud incidida además por el pleito judicial por narcotráfico seguido a ‘Jesús Santrich’ y que, como es conocido, fue motivo del novelón en que se vieron envueltas las máximas autoridades de la justicia colombiana a raíz de dejarlo en libertad ante la estupefacción ciudadana. De hecho, hoy ‘Santrich’, a escasas semanas de su posesión como parlamentario, es uno de los mandos principales de la reincidencia.
Pero aparte de ello, las primeras planas sobre Colombia en otros países dejaron entrever que, de nuevo, surge un grave problema para el país, puesto que no es en modo alguno común que precisamente el negociador principal de un proceso de paz retome las armas y que así mismo cuente con el respaldo de reincidentes y disidentes. Todavía peor con la gran retaguardia establecida en Venezuela, lo que cambia todo el teatro operativo colombiano.
Primera ola
En realidad el proceso de paz con las Farc ha contado, desde siempre, con altibajos en torno a la desmovilización completa de esa guerrilla. En efecto podría decirse que se dio una primera ola de disidencias, encabezada por alias ‘Gentil Duarte’, uno de los históricos de las Farc y hoy comandante del Frente 7 (operando en Meta y Guaviare), con otros siete grupos que, en principio, se compondrían de unos 1.000 hombres-arma, diseminados por la Orinoquía y parte de la Amazonía, constituyendo buena proporción de lo que antes se llamaba el “Bloque Oriental”, comandado por el ‘Mono Jojoy’.
Al lado de ‘Duarte’ quedaron quienes lideraron la avanzada del narcotráfico dentro de las Farc, como Francisco Javier Builes, alias ‘Jhon 40’, del hoy frente 16, heredero del abatido ‘Negro Acacio’ y en la misma medida con contactos en el Brasil para efectos del tráfico de alcaloides, oro y coltán.
En torno de ‘Duarte’ también estaría José Manuel Sierra Sabogal, alias ‘Zarco Aldinever’ e Iván Olivo Merchán Gómez, alias ‘El Loco Iván’ (aparentemente el sucesor de ‘Jojoy’).
Una parte importante de esos comandantes sostuvo en la Décima Conferencia, en los Llanos del Yarí, donde se protocolizó el paso de las Farc de fuerza guerrillera a movimiento político, en septiembre de 2016, que ellos no se desmovilizarían, pero que aceptaban la desmovilización de los demás, sin que esto produjera pugna entre ambos sectores. Ese fue el compromiso y de poco sirvió que algunos de ellos fueran previamente a La Habana o que, incluso, participaran después en la creación del movimiento político Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (Farc), de la que pronto se salieron, como fue el caso del ya abatido “Rodrigo Cadete”.
Del mismo modo harían parte de las disidencias en esa primera ola, estructuras en cerca de 85 municipios con muy distintos grados de capacidad y hombres-arma. La información de inteligencia militar tiene detectadas las facciones de alias ‘Iván Mordisco’, del frente 1, en el Guaviare; alias ‘Calarcá’, del frente 40 en Meta (diferente de ‘Marcos Calarcá’, hoy parlamentario de Farc); alias ‘Arturo’, del frente 10 en Arauca; alias ‘Gringo’, del frente ‘Oliver Sinisterra’, en Nariño (que comandaba el abatido ‘Guacho’); alias ‘Cabuyo’, del frente 36 en Antioquia; y alias ‘Mayinbú’, del frente 6 en Cauca; a estos se sumarían facciones de otros frentes en Huila y Nariño, pero cuyos mandos todavía no se han identificado.
Casi al mismo tiempo del cisma de ‘Duarte’ y los ya mencionados, se dio una segunda ola de disidencias, en una cuantía de 400 hombres-arma de las Farc que entraron a las diferentes bacrines con acuerdos territoriales particulares y básicamente para la defensa y control de los corredores estratégicos del narcotráfico.
Tercera ola
A sabiendas de que no se desmovilizaría la totalidad de las Farc, de todas maneras se firmó, ocho días después de la Décima Conferencia, el Acuerdo de Cartagena entre las máximas instancias del proceso de paz, el entonces presidente Juan Manuel Santos y ‘Timochenko’, jefe de las Farc, en reemplazo de Cano.
Ya por entonces se sabía que las disidencias del antiguo “Bloque Oriental”, así como algunas originadas en el “Bloque Sur”, especialmente en Nariño y Putumayo, estaban creciendo de forma acelerada, lideradas por ‘Gentil Duarte’. Un proceso que se profundizó en los últimos dos años, al punto que hoy se calcula que podrían estar compuestas por alrededor de 2.400 hombres-arma y más de 1.500 milicianos y grupos de apoyo.
Ahora, lo que podría llamarse la tercera ola de las disidencias consiste más bien en los reincidentes, encabezados por ‘Márquez’, como se dijo exjefe negociador del proceso de paz. Según fuentes consultadas por EL NUEVO SIGLO, el regreso del cabecilla a la sublevación armada tiene buen recibo en las facciones de ‘Gentil Duarte’, pero no al nivel de este, que es hoy reconocido como el máximo jefe de las guerrillas no desmovilizadas, que lo ven como un mando histórico en la misma línea de ‘Manuel Marulanda’, ‘Jacobo Arenas’ o ‘Cano’.
Es por eso que el mismo ‘Márquez’ habla de una “segunda Marquetalia”.
De esa tercera ola, que hoy está al lado de ‘Márquez’, hace parte, en primer lugar, el evadido ‘Jesús Santrich’; también Hernán Darío Velásquez Saldarriaga, alias ‘El Paisa’, quien fuera jefe de la temible ‘Teófilo Forero’; Henry Castellanos Garzón, alias ‘Romaña’, principal protagonista de las ‘pescas milagrosas’, es decir acciones de secuestros indiscriminados en las vías, en particular en Cundinamarca; también figura Alberto Cruz Lobo, alias ‘Enrique Marulanda’, uno de los hijos de ‘Tirofijo’; José Vicente Lesmes, alias ‘Walter Mendoza’, de la línea de ‘Santrich’; Jhon Jairo Bedoya Arias, alias ‘Rusbel Ramírez’ o ‘Rumba’; Elmer Caviedes, alias ‘Albeiro Córdoba’; Julio Enrique Rincón Rico, alias ‘Nelson Robles’; Luis Alberto Cabrera Pineda, alias ‘Diego Gutiérrez Ovando’; Reinel Guzmán Flórez, alias ‘Rafael Gutiérrez’; y Francisco Antonio Durango Úsuga, alias ‘Ariel Rodríguez’.
En rol de asesor
Por lo pronto las disidencias habrían aceptado el acercamiento con ‘Márquez’, sin llegar todavía a ningún acuerdo sobre mando militar por cuanto algunos de los primeros cabecillas disidentes consideran que el acuerdo de La Habana fue una traición a ‘Marulanda’ y ‘Arenas’, de la cual hizo parte el exjefe negociador, quien incluso en sus pronunciamientos desde la clandestinidad había hecho énfasis en que fue un error no haber seguido el consejo de ‘Tirofijo’ en torno a que las armas se entregaban solamente cuando el pacto de paz se hubiera implementado.
Por lo pronto, entonces, ‘Márquez’ aparentemente tendría un rol más consultivo que militar. Es más, según se lo dijo a EL NUEVO SIGLO un conocedor del tema, ello explicaría por qué el ex jefe negociador, en el video en que anuncia su regreso a la rebelión, era precisamente el único que no portaba armas de largo alcance.
No así, en cambio, ‘Santrich’ que tiene una mayor aceptación en las disidencias porque lo consideran una especie de ‘símbolo’ de la resistencia. Es por eso que él sí aparece armado en el video de esta semana, tratando de denotar que hacia el futuro tendrá mando militar.
La razón por la cual en el video en que se lanza el nuevo manifiesto no aparece ‘Duarte’ sería porque posiblemente en próximos días él haría su propia manifestación en algún medio televisivo internacional, rodeado de los efectivos de varios de los frentes que ahora lidera.
La propuesta de ‘Márquez’ de hacer una especie de “coordinadora guerrillera”, al estilo de la de los años 80, parecería de otra parte haber tenido un buen recibo en el Eln. Al interior de los movimientos subversivos se estaría hablando más bien de una especie de “federación guerrillera”. Hoy en día el “Comando Central” del Eln ha delegado la vocería en algunos comandantes, como es el caso de ‘Uriel’, que opera en Chocó, que contestó afirmativamente la propuesta de ‘Márquez’.
De otra parte, el Eln ha venido ganando espacio territorial, como en el Catatumbo, donde en compañía de las disidencias de las Farc, desalojó a los remanentes del Epl, más conocidos como “los pelusos”, buena parte de los cuales salieron de la zona con rumbo al Cauca.
La unificación entre las tres ola de disidencias de las Farc y el Eln no tendría, según trascendió en fuentes de inteligencia militar, mando unificado, sino que se daría una coordinación por acciones determinadas. En todo caso, a nivel de frentes, particularmente en la frontera colombo-venezolana, ya hay acciones conjuntas entre el Eln y las disidencias de las Farc.
Más riesgos
Visto todo lo anterior, el mayor riesgo que existe en este momento es que los actuales desmovilizados que se mantienen en el proceso de paz, y que constituyen el grueso de los exFarc, muchos de ellos en los Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación (ETCR), no se vean tentados a seguir la misma vía de ‘Márquez’, ‘El Paisa’ y ‘Santrich’.
En el propio partido Farc son conscientes de que las disidencias están tratando de ‘reclutar’ a los excombatientes, aprovechando incluso que ‘Duarte’ y compañía manejan flujos importantes de dineros provenientes de los cultivos ilícitos y la minería criminal.
Otro de los temores que existe es que se proceda a un reclutamiento acelerado en muchos sectores rurales, puesto que los reincidentes tienen amplia experiencia en ese campo y no necesariamente van a recurrir a los ETCR.
Incluso, para algunos analistas, el hecho de que ‘Márquez’ anunciara que las disidencias no confrontarán directamente a las Fuerzas Militares y de Policía, es visto más como una maniobra táctica para crecer rápidamente los frentes sin tener a todo momento la presión de la Fuerza Pública encima. De suyo, los anuncios hechos por ‘Márquez’ parecían copiar una de las últimas consignas del M-19: “guerra a la oligarquía y paz con el Ejército”.
Como se ve, el anuncio de ‘Márquez’ de retornar a las armas impactó el panorama nacional. Sin embargo, vale recordar que el cabecilla ha estado en varios procesos de paz con distintos gobiernos y es claro que siempre termina devolviéndose al monte…