Varios países de la OEA aprobaron la convocatoria del órgano de consulta del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca ante el patrocinio activo y pasivo de Nicolás Maduro al Eln y las Farc
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EN EL SEGUNDO día de los ejercicios militares en la frontera ordenado por Nicolás Maduro, la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó la convocatoria del órgano de consulta del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), un instrumento integrado al sistema para la defensa militar mutua, del que hacen parte 18 naciones americanas.
El canciller colombiano Carlos Holmes Trujillo, en su intervención, solicitó la convocatoria del órgano de consulta del TIAR, ante la evidencia que muestra los vínculos entre el gobierno de Nicolás Maduro y los grupos residuales o al margen de ley, Farc y Eln, amenazando la seguridad nacional y de la región.
“La crisis en Venezuela tiene un impacto desestabilizador, representando una clara amenaza a la paz y a la seguridad en el Hemisferio”, indica la resolución al sustentar la invocación del artículo seis del TIAR, aprobada por 12 votos a favor, cinco abstenciones y un ausente.
La solicitud del TIAR se da un mes y medio después de que Maduro expresara abiertamente su respaldo a los dirigentes de las Farc, ‘Iván Márquez’ y ‘Jesús Santrich’, durante la clausura del Foro de Sao Paulo, en Caracas, a finales de julio.
Para el canciller Trujillo, “se ha violado el deber establecido en la resolución 1373 de proporcionar apoyo activo o pasivo a las entidades o personas que participen en actos terroristas”, una violación que se viene consumando desde 2002, como cronológicamente fue presentado por la delegación colombiana en una larga intervención.
Pruebas
En mayo, EL NUEVO SIGLO publicó dos informes sobre la presencia del Eln en al menos 12 estados de Venezuela, información que fue confirmada por Fundaredes, una organización que conoce en detalle la presencia de Grupos Armados Organizados- residuales y la connivencia de estos con las autoridades chavistas, sobre todo en estados fronterizos como Apure, Táchira, Amazonas y Zulia.
En su presentación de ayer ante la OEA, Colombia presentó una serie de pruebas que describen ampliamente la presencia de estas organizaciones en el vecino país, concluyendo que “Maduro considera que esos grupos hacen parte activa de su defensa”.
La delegación colombiana, que incluyó el embajador ante la OEA, Alejandro Ordoñez, explicó que la GAO-residuales cumple funciones estratégicas, operacionales y tácticas en Venezuela, como indican las pruebas.
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A nivel estratégico, los funcionarios del régimen de Maduro han tenido numerosos encuentros con cabecillas del Eln y Farc en los últimos dos meses. La primera de ellas, dice una de las evidencias, se dio el 28 de agosto en la isla de La Orchila, donde queda ubicada una base militar a la que Nicolás Maduro suele ir. Se conoció, casi un mes después (18-19 de septiembre), que ‘Grannobles’, Luis Tolosa (FBL) y ‘Pablito’ se reunieron con autoridades chavistas en el estado de Apure, una región casi bajo el control del crimen organizado. En particular, se destaca a ‘Lenin’, jefe del Frente de Guerra Oriental del Eln, quien ha sido el puente entre el régimen chavista y los miembros de la organización en Venezuela.
Para lograr la conformación de esta alianza, que operacionalmente tiene acciones activas y pasivas (omisión de perseguir), Colombia destacó que dos de los hombres de la cúpula chavista han sido vistos en supuestas reuniones con los jefes guerrilleros. Se trata de Tareck El Aissami, hoy ministro de Industria y anteriormente vicepresidente, y de Néstor Reverol, ministro del Interior.
Las conversaciones derivaron en un plan de acción en Venezuela que le permite a los Grupos Organizados-residuales tener vínculos con las autoridades venezolanas de tipo local y regional; ejecutar actividades logísticas, económicas y de control social; y, entrenar milicias y controlar algunos pasos fronterizos.
Lo señalado anteriormente se ha documentado con la presencia de varios frentes del Eln en varias zonas de la frontera colombo-venezolana, cuya longitud es de 2.220 kilómetros.
Según las pruebas de Colombia, en las áreas limítrofes tienen presencia el Frente de Guerra Norte, ubicado en el Zulia y la Serranía del Perijás; el Frente 33, que maneja el Táchira y ha sido el encargado de fortalecer alianzas criminales con los denominados “Colectivos” y el Frente de Guerra Oriental, con presencia en Apure, Bolívar y Amazonas.
El TIAR, a consulta
Al convocar el órgano de consulta del TIAR, Colombia espera el apoyo de la mayoría de las firmantes del tratado para reiterar la violación de Venezuela de los acuerdos interamericanos para mantener la paz en la región.
Aunque no es taxativo en anunciar las medidas exactas que se derivan de este tratado, el artículo seis dice que:
“Si la inviolabilidad o la integridad del territorio o la soberanía o la independencia política de cualquier Estado Americano fueren afectadas (…) el Órgano de Consulta se reunirá inmediatamente, a fin de acordar las medidas que en caso de agresión se deben tomar en ayuda del agredido o en todo caso las que convenga tomar para la defensa común y para el mantenimiento de la paz y la seguridad del Continente”.
El órgano de consulta, en consecuencia, deberá acodar “las medidas” que se derivan de la violación del régimen de Maduro a las disposiciones del TIAR, que deben ser justificadas sobre la base de la legítima defensa preventiva, invocada en el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas y de otras normas y manifestaciones internacionales como la Declaración sobre Seguridad en las Américas.
En esta, específicamente, se explica que la seguridad de un Estado se ve afectada, “por amenazas tradicionales y por las siguientes nuevas amenazas”: el terrorismo, la delincuencia organizada transnacional, el problema mundial de las drogas, la corrupción, el lavado de activos, el tráfico ilícito de armas y las conexiones entre ellos.