Mitos y verdades sobre los medicamentos genéricos | El Nuevo Siglo
A pesar de la versatilidad en sus presentaciones y conveniencia, son objeto de una discusión popular que, aun hoy en día, deja a unos como los buenos, a otros como los malos. /
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Jueves, 7 de Octubre de 2021
Redacción Cultura

Los medicamentos han acompañado a la humanidad desde tiempos inmemoriales; desde las civilizaciones antiguas, pasando por los medicamentos procedentes de la naturaleza y el nacimiento del concepto de principio activo con la química orgánica del siglo XIX, hasta el término farmacología en la modernidad.

En cápsulas, tabletas o comprimidos, masticables, de administración vía oral, intramuscular, intravenosa, por mencionar algunas de sus presentaciones, los fármacos están a la mano de las personas para tratar enfermedades y sus síntomas, entre otros usos. Sin embargo, a pesar de la versatilidad y la conveniencia que suponen todas esas opciones, son objeto de una discusión popular que, aun hoy en día, deja a unos como los buenos, a otros como los malos y otros simplemente invisibles en la historia que lleva por título: Medicamentos de marca o comerciales, contra genéricos.

En el imaginario de los colombianos hay toda clase de creencias en torno a los fármacos que no cuentan con una marca detrás que los respalde, y más allá de que, en la mayoría de los casos, queden rezagados en las droguerías, tiendas, supermercados y todo tipo de comercios, en medio de tanto que se ha hablado vale la pena preguntarse qué es mito y qué es realidad.

Pensando en esto, el Dr. Luis Guillermo Jiménez Villa, Director Científico de Laboratorios La Santé, plantea unas respuestas sustentadas en lo que ha afirmado la ciencia al respecto. Estas son algunas de las creencias más populares acerca de los medicamentos genéricos:

1. Son de baja calidad y por eso no son efectivos o se demoran en actuar. Mito. Los medicamentos genéricos son igual de seguros y eficaces que los fármacos de marca y estudios de bioequivalencia respaldan esta aseveración. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la bioequivalencia es la relación entre dos o más productos farmacéuticos que son equivalentes farmacéuticos y muestran idéntica biodisponibilidad.

Básicamente, esto se traduce en que el principio activo se encuentra disponible en la sangre en igual cantidad y a la misma velocidad que lo hace el medicamento de referencia. En esa medida, tanto el medicamento genérico como el de marca actúan de la misma forma en el cuerpo.

2. Tienen menos componentes. Mito. A todos los medicamentos que circulan y tienen autorización de cualquier autoridad sanitaria, en este caso el Invima, se les exige la demostración científica de que poseen la misma cantidad de principio activo y su velocidad de disolución y absorción en el organismo sean equivalentes frente a los originales.

Es más, las materias primas usadas para la fabricación de los medicamentos genéricos también cuentan con una serie de estándares internacionales (Sistema OMS de Certificación de la Calidad de los Productos Farmacéuticos), los cuales además son vigilados por el Invima.

3. Son más económicos. Realidad. Los medicamentos de marca o comerciales tienen un precio más alto por ciertos gastos en su producción que finalmente elevan el precio de venta. Algunos de estos son:

  • Requieren altos costos en investigación y desarrollo a fin de obtener una patente que puede ser explotada durante 20 años contados a partir del momento en que fue solicitada.
  • A la hora de lanzar el producto al mercado, se requiere una alta inversión en promoción, comunicación y mercadeo que los permita darse a conocer ante las audiencias de interés.
  • Los medicamentos genéricos, por su parte, al contar con menores gastos de promoción y basarse en una molécula conocida que implica una I+D (investigación y desarrollo) más breve, se comercializan a un precio menor.

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4. Si fueran iguales no se llamarían diferente. Mito. Los medicamentos originales, medicamentos genéricos y genéricos de marca tienen la misma formulación y composición. La diferencia radica en que los medicamentos genéricos y genéricos de marca se comercializan, cuando la patente del medicamento original vence.

Los medicamentos genéricos se comercializan con el nombre del fármaco o principio activo, mientras que los medicamentos originales y medicamentos de marca se comercializan con una marca comercial que requiere promoción para ser conocida y asociada. Sin embargo, cabe destacar que todos los medicamentos llevan escrito el principio activo o Denominación Común internacional (nombre Genérico) que identifican su composición.

5. Producen resistencia ante determinados microorganismos.  Mito. Esto va más allá de que sea un medicamento de marca o genérico, dado que esos microorganismos no identifican marcas, sino el principio activo o la molécula, y dicha resistencia se desarrolla a causa de una administración equivocada en el medicamento, principalmente por automedicación.  En un tratamiento de erradicación de microorganismos, ya sean virus, bacterias y otros, se debe eliminar el total de la colonia de estos o, de lo contrario, identifican la información del principio activo y se vuelven resistente a este.

“Es vital que las personas, especialmente las nuevas generaciones, dejen de reproducir estos imaginarios equivocados, se informen verazmente de fuentes oficiales y recuerden que los medicamentos genéricos, al ser bioequivalentes, no solo son iguales de eficaces y seguros que los de marca, sino que promueven la democratización en el acceso a los medios terapéuticos para tratar síntomas y curar enfermedades. Por ello, en la medida en que se usen más medicamentos genéricos, mayor será la sostenibilidad del sistema de salud”, afirmó el Dr. Jiménez. 

Ahora bien, vale la pena destacar que, a 2021, los genéricos representan el 12% del total del mercado de medicamentos en Colombia y los productos de alto costo y de marca representan el 61% de un mercado de 16,9 billones de pesos.