Hernando Herrera, director de la Corporación Excelencia en la Justicia, se mostró partidario de que la tutela no se afecte.
“Es mejor la tutelitis, que la abusitis”, dijo Hernando Herrera Mercado, quien asume el próximo martes como director de la Corporación Excelencia en la Justicia.
Frente a los proyectos de reforma a la justicia que ya están en trámite en el Congreso, Herrera consideró, “que lo que tiene que ver con las facultades electorales que fueron designadas a las altas cortes por parte de la Constitución del 91, es un tema que hizo crisis”.
Manifestó que es un punto que de alguna manera distrae lo que es la función principal de los jueces que es administrar justicia. “En el proyecto hay un avance sobre ese particular. Creo también que en el tema del gobierno judicial hay avances para mejorar el sistema de administración judicial y lo que tiene que ver con el flujo de recursos”, sostuvo.
Herrera citó un tercer elemento importante dentro de su análisis y es la manera de mejorar las condiciones de acceso para que personas más idóneas lleguen a las altas magistraturas. Sobre este particular manifestó, que “el país no puede seguir viendo el espectáculo de personas que lleguen a las altas dignidades y la cúpula de la justicia involucradas en grandes escándalos de corrupción”.
Sin embargo, anotó que de manera complementaria toda reforma a la justicia debe evocar el mejoramiento del acceso ciudadano y recalcó que adicional a la reforma que según su concepto es estructural se tienen que dar modificaciones adicionales, para que le respondan al ciudadano de a pie, y cómo se accede a una justicia más pronta y más eficaz.
“En Colombia hoy en día para que se resuelva un tema, tenemos que superar siete instancias”
Acceso a la justicia
El jurista anotó que la reforma está ligada específicamente al mejoramiento de la estructura y de gobierno judicial, pero señaló que se requieren unas reformas complementarias para generar mejor acceso y una justicia más eficiente.
“Debemos mirar por ejemplo la reingeniería de los procesos y, en ese sentido, eliminar un sinnúmero de posibilidades de recursos que existen hoy en día, porque se tiene una justicia que no genera determinaciones prontas y que den certezas judiciales”, señaló.
Argumentó además que el denominado “derecho al pataleo” hace que en Colombia hoy en día se tengan múltiples instancias para resolver una controversia. “Si contamos entre recursos ordinarios y extraordinarios, más lo que tiene que ver con la tutela, en Colombia hoy en día para que se resuelva un tema, tenemos que superar siete instancias, y eso hay que evaluarlo de cómo mejorar el acceso”.
La tutela
Herrera se mostró partidario de que la tutela no se afecte, porque la tutela es un mecanismo que ha venido generando grandes beneficios y también en los temas de resolver los conflictos.
“Esa tutela debe servir como el mecanismo ideal para que los ciudadanos accedan a una justicia, pero de manera subsidiaria, porque no se puede pervertir el sentido de la tutela”, precisó.
Herrera Mercado insistió en que se debe seguir en el fortalecimiento de la tutela, pero sin que se piense que la tutela vaya a desvirtuar el sistema ordinario de administración judicial. “En todo caso creo que es mejor la tutelitis, que la abusitis”, anotó, recalcando que existen dos elementos a tener en cuenta y que el mayor número de tutelas según lo reportan los estudios de la corporación se promueven por tres derechos fundamentales: el derecho a la salud, el derecho de petición, y el derecho de pensión. “Lo que nos revela esta radiografía, es que se está haciendo que el Estado acuda a la tutela para defender derechos”, comentó.
Frente al Consejo Superior de la Judicatura, Herrera manifestó que la idea es que la autonomía de rama jurisdiccional sea absolutamente benéfica, pero que sí hay que examinar la mejor manera para que la administración del recurso judicial fluya rápidamente.
“Hay varios escenarios propuestos”, expresó, señalando que “si lo que pensamos es que hay que reexaminar la tarea que viene cumpliendo el Consejo Superior de la Judicatura, y lo que yo he evidenciado en las reformas, es que los mismos magistrados están dispuestos a que se haga”.
Al referirse al tribunal de aforados, Herrera puso de presente que la pregunta es “si crear un nuevo órgano judicial es lo más pertinente para efectos de mejorar los juicios de los aforados. Lo que yo creo es que hay que examinar qué tan eficiente ha sido la función de la sala penal de la Corte al momento de juzgar”.
“Me parece que la justicia tiene unos retos bien importantes por afrontar, así como los que enfrentó en la época de los 80, frente al tema del narcotráfico, y en los 90, más caracterizados por el orden público. Y hoy el gran reto de la justicia es cómo responde para frenar la corrupción”, concluyó.