En el mundo solo existen seis especies de cetáceos de agua dulce (delfines y marsopas), están en ocho cuencas o sistemas fluviales de Asia y Suramérica, y han sido clasificadas por la Lista Roja de la UICN como En peligro (EN) o En peligro crítico (CR). Pese a que existen políticas para su conservación, el compromiso de los estados no está al nivel de otras especies, como las marinas.
En el marco de la Conferencia de las Partes sobre Humedales, más conocida como COP Ramsar, representantes de 10 de los países donde habitan estas especies, se unieron en un llamado a la acción para trabajar juntos por la conservación de los cetáceos de río y allanar el camino para un acuerdo mundial.
“El mundo debe unirse para conservar los delfines de río, para personas saludables y ríos saludables, y la Convención Ramsar es una plataforma importante para abordar este desafío”, fue la consigna conjunta durante un evento en el marco de esta conferencia, organizado por la Iniciativa de Delfines de Río de WWF y en asociación con la Administración Nacional Forestal y de Pastizales de la República Popular China.
Allí, expertos de WWF y representantes de los gobiernos de Colombia, Bangladesh, Bolivia, Brasil, Camboya, Ecuador, Nepal, Pakistán, Perú y Venezuela, analizaron lo determinantes que son estas especies para la salud de los ríos y de las personas, así como los desafíos que implica conservarlas, y celebraron los logros de las iniciativas de colaboración regional que existen en torno a ellas, en las que gobiernos, ciencia, ONG y comunidades locales trabajan juntos y de manera concertada.
En representación de Colombia, Ximena Rojas, directora de Asuntos Marinos, Costeros y Recursos Acuáticos del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia, y Sandra Valenzuela, directora de WWF Colombia, presentaron los avances del Plan de Manejo para la Conservación de Delfines de los ríos Amazonas, Orinoco y Tocantins - Araguaia, aprobado por la Comisión Ballenera Internacional, que será implementado por los gobiernos de Brasil, Ecuador, Perú y Colombia (liderados por este último), y que contribuye al Plan de acción de la Iniciativa Regional Ramsar de la cuenca amazónica 2018-2024.
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La importancia
Los delfines de río actúan como indicadores de la salud de los ríos en las cuencas donde viven. Al ser el mayor depredador de los ríos y controlar las poblaciones de peces, si la población de delfines en un río está prosperando, es porque el estado general de ese sistema de agua dulce también lo está. Pero si esa población está en declive, se considera una señal de alerta para el ecosistema en su conjunto. De ahí que sean fundamentales para la salud de los ríos y, por ende, para la salud humana.
Aunque existen medidas de protección para estos cetáceos, su número continúa disminuyendo rápidamente debido a un conjunto diverso de amenazas y desafíos. Algunos de los ríos donde viven son considerados como los más contaminados del mundo y están constantemente presionados por el drenaje, prácticas de pesca insostenibles, el aumento del tráfico de embarcaciones y los grandes proyectos de infraestructura. Incluso, en Suramérica, análisis realizados por la Iniciativa de Delfines de Río de la región (SARDI, por su sigla en inglés), revelan que, la tendencia general es la disminución de sus poblaciones.
Clave para conservarlos
Muchas áreas habitadas por cetáceos de agua dulce ya son sitios Ramsar o humedales de importancia internacional (estas especies comparten 32 sitios Ramsar superpuestos en 9 países, cubriendo más de 600.000 km) y, dado que las especies de cetáceos de río habitan en ocho sistemas fluviales, su protección representa una ambición compartida por 14 países de Asia y Suramérica.
Todos estos países también son parte de la Convención de Ramsar sobre los Humedales: Bangladesh, Bolivia, Brasil, Camboya, China, Colombia, Ecuador, India, Indonesia, Myanmar, Nepal, Pakistán, Perú y Venezuela. De ahí la importancia de este llamado conjunto en esta Conferencia de las Partes: “Ya existen varias plataformas y un marco de política global para apoyar la conservación de los cetáceos de río, pero estos deben estar más alineados para crear un mayor impulso político, lo que conduciría a una acción más efectiva y sostenida a nivel mundial. La Convención de Ramsar ofrece una oportunidad sin precedentes para lograrlo y que, en unos años, logremos revertir la tendencia negativa y ver un aumento en las poblaciones de delfines de río, así como en otros mamíferos de agua dulce como los manatíes y las nutrias”, afirmó Sandra Valenzuela, directora de WWF Colombia.