Miles de personas se manifestaron ayer en Bielorrusia en homenaje a un artista opositor, fallecido mientras era detenido.
Roman Bondarenko, un pintor de 31 años, había sido detenido el miércoles tras un altercado entre habitantes e individuos enmascarados que retiraban lazos rojos y blancos (color de la oposición) colgados en el patio de un inmueble de Minsk.
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El artista, con lesiones cerebrales, murió al día siguiente en un hospital, en medio de sospechas de haber sido víctima de maltrato durante su detención, supuestamente por policías de civil.
El presidente Alexander Lukashenko ordenó una investigación "honesta y objetiva" sobre las circunstancias de la muerte del artista.
La líder opositora Svetlana Tijánovskaya denunció en un comunicado la muerte de un "hombre inocente" y llamó a formar cadenas humanas y a guardar un minuto de silencio.
El lugar, llamado "la plaza de los cambios", se había convertido en los últimos meses en un sitio emblemático de la oposición, y había sido cubierto de mensajes contra Lukashenko y de lazos rojos y blancos que eran arrancados bajo órdenes de las autoridades.
En las calles, centenares de habitantes indignados formaron cadenas humanas. Y homenajes similares tuvieron lugar en otras ciudades del país.
La Unión Europea denunció la muerte del artista bielorruso y amenazó con imponer nuevas sanciones a los responsables por la represión en Bielorrusia.
La muerte del pintor Roman Bondarenko es el "resultado escandaloso y vergonzoso de las acciones de las autoridades bielorrusas" y "la UE está dispuesta a imponer sanciones adicionales", señaló Peter Stano, portavoz del jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.
La UE ya ha sancionado al presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, a su hijo Viktor y a 53 miembros de su gobierno, incluidos varios ministros y jefes de policía responsables de la represión a las protestas que estallaron luego de las elecciones presidenciales del 9 de agosto.