Por: Eduardo Carrillo
Especial para EL NUEVO SIGLO
El mercado ilegal de medicamentos ha ido en alza y las utilidades que obtienen los adulteradores son millonarias, a pesar de los esfuerzos de las autoridades por contrarrestarlo.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima), el año pasado el mercado farmacéutico en el país registró un valor de unos 4 mil millones de dólares, y de esta cifra un 10% corresponde a las ventas de productos adulterados o fraudulentos.
Ante esta dramática cifra, la directora de Medicamentos y Productos Biológicos del Invima, Judith del Carmen Mestre, en diálogo con EL NUEVO SIGLO, dijo que “la entidad trabaja las 24 horas del día vigilando las fábricas y a las personas o empresas que traen productos de otras naciones, como alimentos, medicamentos, elementos de aseo, implementos que usan nuestros médicos, entre otros productos para que sean de buena calidad y no perjudiquen la salud de los colombianos”.
Agregó que gracias a los exigentes controles “el Invima ha decomisado 2.107.310 unidades de medicamentos, desde 2017 hasta julio de 2019, por conceptos de fraudulencia y alteración principalmente en las ciudades de Bogotá, Barranquilla, Bucaramanga, Cali y Medellín”.
Mestre informó que desde el 1 de enero de 2017 a la fecha, el CTI, la Sijín y la Policía Fiscal y Aduanera, en 31 operativos, se lograron judicializar a 64 personas por incurrir en los delitos contra la salud pública y falsedad marcaria.
“Se han encontrado medicamentos caducados y adulterados que son vendidos en el territorio nacional como originales y vigentes provenientes de Brasil, Ecuador, Estados Unidos, Perú, Venezuela, China, India y Francia”, aseveró.
Añadió que “de acuerdo con las labores de inspección, vigilancia y control que se ejerce sobre los medicamentos, es dable concluir que los que más se falsifican están relacionados con los de prescripción médica, especialmente los de alto costo para el tratamiento de enfermedades como cáncer, VIH y hepatitis”.
También se registran otros medicamentos adulterados o caducados en venta como “antipiréticos y analgésicos; antihipertensivos; de tratamientos anticonceptivos y de fertilidad. Adicionalmente, se encuentran en el mercado productos ilegales clasificados como fitoterapéuticos, homeopáticos y suplementos dietarios bajo la modalidad de vitaminas”.
La funcionaria indicó que “es necesario tener en cuenta que en Colombia se evidencian grupos de delincuencia organizada en las principales ciudades, los cuales utilizan de forma clandestina inmuebles en zonas residenciales para realizar el proceso de fabricación, empaque, etiquetado y distribución de medicamentos ilegales con materias primas de origen desconocido y en algunos casos con sustancias nocivas para la salud”.
Precisó que las redes criminales “también reutilizan envases ya contaminados para realizar procesos de reempaque de medicamentos de alto costo falsificados para el tratamiento de enfermedades como el cáncer”.
En cuanto a los medios de distribución y comercialización, indicó la funcionaria, que “las organizaciones criminales utilizan droguerías y depósitos de medicamentos clandestinos donde, además, realizan procesos de borrado y alteración de fechas de vencimiento”.
Dijo que según “con la información recibida por los canales de atención a denuncias y según lo evidenciado en acompañamientos por parte del Invima a las autoridades, existen medicamentos de prescripción médica ingresados principalmente al territorio nacional de manera ilegal por pasos fronterizos”.
Desde “2016 el Invima ha realizado más de 30 acompañamientos a operativos del CTI de la Fiscalía y de la Sijín de la Policía, en desarrollo de los cuales se han impuesto medidas de seguridad sanitaria sobre medicamentos de prescripción médica con la leyenda ‘Uso institucional’ con fechas de vencimientos alteradas, distribuidas ilegalmente en droguerías y bodegas clandestinas en zonas residenciales”, dijo.
Explicó que “la normativa vigente contempla protocolos de destrucción de medicamentos por parte de las EPS e IPS, las cuales deben establecer un convenio con su proveedor para recibir la devolución de los medicamentos próximos a vencer y se solicite con la debida antelación la devolución o cambio al proveedor, de acuerdo con las condiciones de negociación”.
“Los fabricantes e importadores de los medicamentos que pierden su vigencia, son los responsables de la destrucción de los mismos y no se requiere de la supervisión o verificación por parte del Ente Territorial de Salud ni del Invima”, señaló.
Manifestó que “ahora bien, si estos productos son encontrados en el mercado con posterioridad a este evento, son sujetos de medida de seguridad sanitaria de destrucción por parte de las autoridades sanitarias, sin perjuicio de las sanciones a que haya lugar”.
“En operativos realizados por el CTI con acompañamiento técnico del Invima, se ha logrado evidenciar que en los procesos de fabricación ilegal de medicamentos en presentación de polvo y pastillas, los antisociales utilizan materias primas de origen desconocido que son almacenadas en instalaciones sin las condiciones higiénico sanitarias adecuadas”, indicó Mestre.
Precisó que “en ciudades como Bogotá, Barranquilla y Santa Marta, el CTI con acompañamiento del Invima como perito técnico sanitario, logró incautar medicamentos de alto costo para el tratamiento de enfermedades como el cáncer y VIH, los cuales fueron falsificados y fabricados de forma ilegal en inmuebles ubicados en zonas residenciales y posteriormente eran comercializados vía telefónica mediante la modalidad de pago contra entrega”.
Señaló que “como resultado de los operativos que han liderado las autoridades judiciales para desarticular grupos delincuenciales de falsificación de medicamentos, se evidencia la incautación de grandes sumas de dinero en efectivo, grandes cantidades de materias primas, maquinarias e inmuebles, sobre los cuales las autoridades inician procesos de extinción de dominio”.
“De acuerdo con la base de reporte de eventos adversos del grupo de fármaco vigilancia, desde 2017 hasta agosto 2019, se han registrado dos reportes fatales en 2018, relacionados con productos que sufrieron transformaciones en sus características a causa de agentes biológicos”, apuntó.
Así mismo, en su diálogo con EL NUEVO SIGLO, hizo un llamado a los ciudadanos para que desconfíen de aquellos productos que prometen resultados milagrosos, baratos, fáciles o rápidos y que no están amparados bajo un registro sanitario Invima.
“Colombia a través de la entidad, viene participando de manera activa en diferentes escenarios internacionales como referente técnico en las discusiones en relación con los medicamentos falsificados, entre ellos la Organización Mundial de la Salud (OMS) y en el Sistema Mundial de Vigilancia y Monitoreo de productos médicos de calidad subestándar, espurios, de etiquetado engañoso, falsificación o de imitación”, afirmó.
Dijo que “también se trabaja con la Red de Combate a la Falsificación de la Red Panamericana para la Armonización de la Reglamentación Farmacéutica y de la Red de Autoridades en Medicamentos de Iberoamérica que tienen dentro de las líneas de trabajo, la implementación del Sistema Falfra, como un nuevo sistema de intercambio rápido de información y alertas sobre medicamentos falsificados y fraudulentos en Iberoamérica y lideramos la creación del observatorio regional para medicamentos falsificados”.