Perspectiva. “En par minutos me robaron el computador del carro” | El Nuevo Siglo
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Domingo, 4 de Diciembre de 2022
Redacción Nacional

“… Fue cuestión de dos o tres minutos, no más”. Quien habla es Miguel, propietario de un automóvil de modelo reciente y quien días atrás, luego de salir de su casa en horas de la mañana para su lugar de trabajo, se dio cuenta de que había olvidado el teléfono celular. Decidió, entonces, devolverse presurosamente, a sabiendas que le tomaría por lo menos de diez a quince minutos entrar al conjunto cerrado, dejar su vehículo en su lugar de parqueo subterráneo y luego subir en ascensor al piso octavo de su edificio, recoger el aparato, volver a bajar, ir de nuevo al parqueadero y salir otra vez… Como ya iba tarde, optó por otro plan: parquear el carro en una de las bahías adyacentes al conjunto, activar la alarma y correr al apartamento.

“… Entré rápido e incluso cuando llegué al apartamento me asomé por la ventana y ahí estaba el carro… Había otro parqueado al lado, que no estaba antes pero no me pareció raro… Tardaría en bajar tres o cuatro minutos porque a esa hora el ascensor ya tiene poca demanda, salí del conjunto y cuando iba llegando a mi carro vi que el otro arrancaba normalmente… Me subí a mi vehículo y aunque la alarma no se disparó, no le puse atención porque iba a afán… Cuando fui a prenderlo, estaba muerto… Se me hizo extraño, el carro nunca molesta porque tiene tres años de uso y menos de 20 mil kilómetros… Fue ahí cuando noté que el capó estaba abierto… Me bajé y cuando lo levanté vi que se habían robado el computador del carro, que es algo así como el cerebro electrónico… Como le digo, lo hicieron en par minutos y me dejaron viendo un chispero”, agregó.

Casos como este se han venido multiplicando en los últimos años en Bogotá. Hay bandas especializadas en robarse los computadores de los automóviles y camionetas.

Pero no todas las historias terminan mal. Por ejemplo, Luis González, conductor de un taxi, respira aliviado y da gracias a Dios al recordar que le “volvió el alma al cuerpo cuando la Policía logró recuperar el computador, la batería, el filtro de aire y otros elementos del motor de su carro que le habían robado en un abrir y cerrar de ojos, cuando se bajó del vehículo y entró a comprar algo en una tienda”, en el norte de Bogotá.  

Según la víctima el taxi “lo compramos con mi señora gracias al ahorro de muchos años y a las prestaciones sociales que nos dieron durante la pandemia, debido a que las empresas donde trabajábamos cerraron… Mi señora con 45 años de edad no consigue empleo y mucho menos yo, con 50. La solución era el taxi, pero con el robo nos quedamos en la calle”.

Su caso se pudo resolver porque gracias a una cámara de vigilancia de una residencia se captaron las imágenes de los tres ladrones y, sobre todo, del vehículo en el que se desplazaban, Investigadores de la Policía Metropolitana de Bogotá revisaron los videos y empezaron a trabajar con esas pistas.  

Según el taxista, tres días después “sonó mi teléfono y uno de los policías me dijo: Don Luis ya puede venir al comando para entregarle su computador, su batería, su filtro de aire y demás elementos hurtados… Capturamos a la red criminal y recuperamos más computadores de diferentes vehículos”.

Delito en ascenso

Según el presidente ejecutivo de Asopartes, Carlos Andrés Pineda Osorio, “en casi todo el país los antisociales hurtan los computadores, baterías, filtros y otros elementos de los vehículos, entre ellos los de alta gama”.

“Desde Asopartes vemos con preocupación este hurto de piezas fundamentales de los motores de los vehículos, el mismo hurto de los automotores y su desguace”, explicó a EL NUEVO SIGLO.

Afirmó que “el fenómeno del hurto de los computadores obedece al proceso de desabastecimiento de productos especializados como consecuencia de la pandemia. Me explico: obviamente, al haber una situación de falta de materias primas e insumos básicos en los principales productores, este proceso de abastecer el mercado de computadores se ha visto disminuido”.

Insistió Pineda en que “este fenómeno ocurre porque la producción se orienta para sacar las mercancías nuevas para los últimos modelos. En conclusión: tenemos cierto desabastecimiento, que es aprovechado por el mercado ilegal y, por supuesto, por un flagelo que tenemos en nuestro país de bandas especializadas en el hurto de computadores y otras partes de vehículos y motocicletas”.

El dirigente gremial indicó que “… no escapa ninguna ciudad del país de esos hurtos y por esta razón trabajamos en coordinación con la Policía y la Fiscalía en un esfuerzo para reducirlos… Las cifras no son exactas, porque no todos los hurtos son denunciados”.

Señaló que “los precios de los computadores hurtados pueden ir desde los 3, 4 y 5 millones de pesos, los de menor costo, pero los de los automóviles de alta gama también varían entre los 10, 12 y 15 millones… Claro que ahora vehículos de alta gama tienen hasta tres computadores”.

Advirtió que “las bandas criminales no tienen reparos en atentar contra la vida de las personas cuando se oponen al hurto de los computadores, otras partes y de los mismos vehículos. Se llevan la vida de un ciudadano en ese propósito infame. Es un delito que afecta el patrimonio de los colombianos… Alguien que compre una pieza vendida de segunda asociada al hurto de vehículos, puede estar comprando una pieza untada de sangre”.



Muchos de esos computadores y otras autopartes robadas terminan en los mercados negros de Ecuador y Venezuela, e incluso, en menor medida, en los de Perú, Brasil y Panamá.

Significativa reducción

El comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, general Carlos Fernando Triana Beltrán, dijo a EL NUEVO SIGLO que, gracias a un trabajo coordinado con la Fiscalía, se viene reduciendo en forma significativa el hurto de computadores de automóviles, al tiempo que se registran importantes descensos en el robo de automotores y motocicletas.

“El Centro de Información Criminal registra las siguientes cifras de hurto de computadores de vehículos: año 2020, 355 casos; 2021, 353 y en lo corrido del 2022 se presentan 162 robos. Es decir, un importante descenso”, explicó el general.

Insistió en que “las cifras de los dos últimos años muestran que hay estructuras delincuenciales dedicadas a este delito. El hurto de estas autopartes es uno de los que se ha venido enfrentando mediante las diferentes estrategias de seguridad”.

Precisó que “con planes preventivos, basados en la intervención de sitios donde se comercializan ilegalmente los repuestos para vehículos, además de las capturas desarrolladas al respecto, las estrategias se han trazado a largo plazo, debido a que el trabajo investigativo se coordina con la Fiscalía”.

De acuerdo al alto oficial “existe un alto índice de denuncias en las que las víctimas nos relatan que les sustrajeron de su vehículo el computador y la batería. Estos elementos en el mercado ilegal tienen una alta demanda”.

Dijo que “estas estructuras delincuenciales no tienen preferencia frente a ningún modelo y/ o marca de vehículo, pues actúan mediante el factor oportunidad, especialmente con los carros que son dejados en la vía pública o en lugares que no cuentan con seguridad privada, situación que facilita el hurto”.

Por eso todos los días se pide a los propietarios de automóviles y motocicletas que eviten dejarlos en la vía pública o sectores sin vigilancia.

Agregó el comandante de la Policía Metropolitana que han sido desmanteladas varias estructuras dedicadas a estas modalidades delictivas y sus integrantes quedaron a disposición de la Fiscalía.