Colombia rechazó este viernes la calificación de "narcoestado" que le lanzó Daniel Ortega y acusó al presidente de Nicaragua de querer "distraer" la atención internacional sobre su cuestionada reelección.
"El Gobierno de Colombia expresa su profunda preocupación frente a la estrategia que ha decidido usar Daniel Ortega para distraer la atención de una comunidad internacional que rechaza con vehemencia la nueva dictadura que se instala en el país centroamericano", expresó la cancillería colombiana en un comunicado.
"La respuesta de Ortega consiste en atacar a Colombia para distraer la atención y la censura internacional sobre su total ilegitimidad", agrega.
Además, la Cancillería sostuvo que a diferencia de lo que ocurre en Nicaragua, Colombia sí es un estado de Derecho, goza de instituciones sólidas, sana división de poderes, libertad de expresión y de participación política, inversión nacional y extranjera en todos los sectores, lo cual nos tiene a la vanguardia del crecimiento mundial este año.
“Reconocemos los sufrimientos que ha padecido nuestro país por cuenta de la guerrilla, los criminales y el narcotráfico, y es por eso que nuestro gobierno y los anteriores se han concentrado en fortalecer el marco jurídico y las instituciones que salvaguardan los principios democráticos, garantizan los derechos de todos nuestros ciudadanos y, en particular, protegen y promueven los derechos humanos”, dice.
El jueves, el mandatario nicaragüense manifestó que "Colombia es un narcoestado donde los crímenes son impresionantes".
Durante una ceremonia de graduación de policías en Managua, Ortega se preguntó "con qué autoridad puede hablar Colombia de seguridad y de los derechos humanos en Nicaragua si ahí se violan los derechos humanos permanentemente".
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También criticó la falta de "seguridad" en el país andino, citando cifras de los excombatientes de la exguerrilla de las FARC que han sido asesinados tras firmar la paz, en 2016.
El gobierno conservador de Iván Duque, junto a otros 24 países miembros de la OEA, desconoce las elecciones del 8 de noviembre en las que Ortega obtuvo su cuarto mandato consecutivo mientras varios de sus principales opositores estaban presos.
El exguerrillero nicaragüense, en el poder desde 2007, enfrenta fuertes críticas internacionales y advertencias de sanciones económicas, principalmente desde Estados Unidos.
En el comunicado de este viernes, la Cancillería colombiana lo volvió a calificar como un "dictador".
Los países "demócratas del mundo entero seguiremos instando a la comunidad internacional para que aplique a todos los miembros del régimen de Nicaragua las sanciones económicas y personales", añadió el comunicado.
En julio, Bogotá llamó a consultas a su embajador en Managua en rechazo a la detención de los principales rivales de Ortega, quien respondió con idéntica medida.
Desde 2012, Nicaragua y Colombia mantienen una disputa en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya sobre los límites marítimos en el Caribe que ha debilitado sus relaciones.