Los cuerpos de dos niños, que serían los de los hijos de Jaime Iván Martínez, quien confesó que los asesinó, así como a su compañera sentimental, fueron hallados en una finca del municipio de Guarne, Antioquia.

La confirmación la hizo Luis González, director de Fiscalías, quien dijo que se trata de un pequeño de cinco y otro de siete años de edad.

“Éste hallazgo nos da un pie de credibilidad a lo que ha compensado esta persona. Esperamos en esta finca encontrar otros cuatro cadáveres de personas que aparentemente fueron asesinadas por el ahora capturado”, dijo.

González indicó que avanzan en la ubicación de otras 17 víctimas que estarían enterradas en la misma finca o en algunas zonas aledañas.

González, además, contó que en los allanamientos a la vivienda de Martínez, encontraron ropa, celulares, maquillaje y otros objetos personales de sus víctimas la mayoría mujeres.

González señaló a Caracol Radio que las investigaciones iniciaron por la desaparición de su esposa, María Gladys Arango. “Los análisis, testimonios y pruebas nos llevaron a este hombre y a su casa donde él confesó sus crimines”, dijo González, quién recordó que luego de capturarlo, les reveló dónde estaban enterradas sus demás víctimas. “Dice que en su finca enterró a su esposa y sus dos hijos, pero también revela que los cadáveres de las otras mujeres están distribuidos en dos fincas”.

Sobre el perfil sicológico de este hombre, González contó que “es una persona introvertida, de pocas palabras, ensimismado, no transmite lo que siente o piensa, básicamente porque asegura que su niñez fue traumática”, sin embargo, los forenses determinarán la procedencia de sus actitudes y porqué la mayoría de sus víctimas son mujeres.

Para González lo preocupante en este tipo de casos es “que la ciudadanía no se percata de la situación y de que posiblemente vive cerca de un asesino serial. El caso más reciente es el del asesino de Monserrate, Fredy Armando Valencia, quien también confesó haber asesinado a 11 mujeres en los cerros de Bogotá”.

Nelfy Arango, hermana mayor de Gladys, relató que la última vez que la vieron fue el 19 de enero cuando salió de la casa, porque tenía que hacer una vuelta en la Personería de Guarne, ya que, al parecer, Martínez le había dicho que le había conseguido un trabajo.

Por su parte, una de las sobrinas relató que el hombre llegó en 2012 a la vereda San José, procedente del departamento de Caldas. El Gaula reportó que estaba cedulado en Samaná, y empezó a trabajar en la escuela por lo que la acción comunal le buscó dónde vivir con su esposa y dos hijos adolescentes.