Balotaje presidencial en Chile, más reñido de lo que se pensaba | El Nuevo Siglo
Foto archivo Xinhua
Miércoles, 13 de Diciembre de 2017
Redacción internacional con AFP
Oficialismo de Bachelet ha activado sus fuerzas para apoyar a Guillier, el candidato de izquierda, quien sin embargo no goza del respaldo de las fuerzas alternativas. Piñera puntea por sólo dos puntos

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El exmandatario Sebastián Piñera y el oficialista Alejandro Guillier cruzaron acusaciones y críticas a sus propuestas programáticas en un último y áspero debate televisivo, a cinco días de la segunda vuelta de las presidenciales chilenas del domingo, cuyo resultado se prevé estrecho.

A las puertas de un balotaje -al que Piñera accedió luego de ganar la primera vuelta en noviembre con un 36% y Guillier tras alcanzar el segundo lugar (22%)- ambos candidatos tuvieron un ríspido enfrentamiento en el que con duros reproches pusieron en duda la capacidad de su contendor de convertirse en el sucesor de la socialista Michelle Bachelet.

"Alejandro (Guillier) ha sido senador cuatro años y un periodista destacado, pero pongo en duda que tenga la experiencia, ni los equipos ni el programa para sacar a Chile del estancamiento y frustración de los que estamos hoy día", dijo Piñera, un millonario empresario de 64 años que fue el primer derechista en gobernar Chile (2010-2014) tras 50 años.

"Yo creo que él (Piñera) fue presidente de Chile y no hizo las cosas que ahora nos anuncia, las prometió pero muchas de ellas fracasaron", respondió Guillier, senador y veterano comunicador de 64 años quien está llamado a continuar el gobierno de Bachelet.

Ante un panel de periodistas de los canales chilenos, ambos candidatos expresaron por cerca de dos horas sus propuestas sobre temas como educación, salud, economía, migración y relaciones internacionales, entre otros, en un esfuerzo por inclinar en su favor el respaldo de los chilenos para la votación del domingo que según las encuestas, tendrá un resultado muy estrecho.

"No prometo el paraíso, pero prometo que Chile va a crecer con fuerza", afirmó Piñera.

"Es importante que el país tenga conciencia de lo que se vota el próximo domingo, y son dos visiones", retrucó Guillier.

En Chile, donde la votación es voluntaria, más de 14 millones de personas están habilitadas para elegir al próximo mandatario. En la elección de noviembre, acudieron a las urnas cerca de la mitad del total de sufragantes.

Educación, economía y migración

El debate tuvo su primer enfrentamiento cuando los candidatos abordaron la gratuidad en la educación superior, una medida adoptada por la presidenta Bachelet que fue cuestionada por Piñera, pero que adoptó entre sus propuestas cuando obtuvo una votación más baja de la que esperaba en la primera vuelta.

"Él (Piñera) ha ido cambiando su discurso y en hora buena. En un comienzo estuvo en contra de la gratuidad", recordó Guillier.

En respuesta, Piñera denunció "ambigüedad" de parte de Guillier en cuanto a su propuesta de condonar el Crédito con Aval del Estado (CAE), otorgado por bancos privados, al 40% de los estudiantes universitarios más vulnerables, quienes absorben una enorme deuda bancaria.

En tanto, Piñera afirmó que su candidatura es la única opción de crecimiento económico para Chile, que sale de un periodo de desaceleración económica y crecerá en torno al 1,4% en 2017 -la más baja en ocho años-, mientras acusó a Guillier de representar un gobierno que "estancó la economía y perdió capacidad de crear empleos".

Asimismo, acusó que el programa para los cuatro años de gobierno de Guillier no es financiable y denunció que costaba cuatro veces más de los 10.000 millones de dólares que anunció el candidato oficialista.

"Usted está vendiendo humo porque está vendiendo un programa de gobierno difícil de financiar", aseveró el opositor.

En cuanto a migración y la llegada de extranjeros, que en los últimos tres años ha superado el medio millón, Piñera manifestó que establecerá una "mayor fiscalización" sobre quienes arriban a Chile, mientras que Guillier postuló que en su gobierno buscará "leyes de reciprocidad" con los países desde donde migran más personas.

Izquierda, ¿refundada?

Piñera, quien encabezó la primera vuelta, es favorito para ganar el balotaje. Su ventaja se debe a la división de la izquierda en tres, después del ascenso de un partido alternativo. Luego del paso de Guillier a la segunda vuelta, el oficialismo ha hecho campaña por el candidato de la socialdemocracia, quien ha subido en los sondeos, pese a que no logró unificar  a la izquierda alrededor de su candidatura.

Experiodista y cercano a Michelle Bachelet, Guillier no convenció a la Frente Amplio, partido de Beatriz  Sánchez, una especie del Podemos español, que dejó libre a sus seguidores para que voten o se abstengan. Esta decisión no generó la unidad que se esperaba en la izquierda, fracturada desde hace años.

Analistas aseguran que esta elección, aparte de elegir un presidente y continuar o quebrar los gobiernos de izquierda, decidirá quién se quedará con el mando de la socialdemocracia.  Tradicionalmente conocida como la Concertación o la Nueva Mayoría, esa reunión de partidos de izquierda y centro logró gobernar por más de una década hasta el primer gobierno de Piñera, en 2010.
 

Esta coalición, ahora, pasa por un momento de fracciones y diferencias entre sus líderes, que se acrecientan con un impopular gobierno de Bachelet. Sumado a esto, el surgimiento de fuerzas alternativas de izquierda han hecho que la vieja socialdemocracia, encabezada por Guillier, aparentemente no tenga la fuerza para ganarle a Piñera.
 

Haciendo un paralelismo, el escenario electoral en Chile es muy parecido al de España dos años atrás. La derecha, que a diferencia de España busca volver al poder, tiene un candidato único, Piñera, quien logra la convergencia de todos los sectores, dándole una ventaja sobre el candidato socialista, Guillier, quien se enfrenta no sólo a este, sino a las divisiones dentro la izquierda.

La gobernabilidad, gane quien gane, será difícil. El Congreso quedó partido en tres, lo que exige acuerdos inmediatos con las otras fuerzas políticas.