Dos preguntas sobre el Icetex

“¿Por qué el Gobierno está más preocupado por otorgar $9 billones a las empresas más ricas y poderosas del país y no es capaz de favorecer a más de 47.000 deudores morosos del Icetex, cuya cartera es de $400.000 millones?”. Esta es una de los dos interrogantes que le está haciendo al Ejecutivo el senador Rodrigo Lara, de Cambio Radical, ante la no implementación de normas existentes para beneficiar a esos deudores, entre otras razones porque no se les ha destinado presupuesto para ponerlas en marcha. Tal es el caso de la Ley 1911 de 2018, que principalmente busca que los jóvenes no terminen pagando más de la mitad de sus ingresos mientras cancelan el total de su deuda con el Icetex.

Urgen desactivar una bomba social

“¿Por qué no implementa los mecanismos que les entregamos con la ley para sentar un sistema más justo de la educación superior y desactivar esta bomba social?”. Este es la otra pregunta que el senador Lara quiso extender a través de una solicitud pública, tanto al Icetex como al Ministerio de Educación. El congresista recordó que tan pronto inició el presente Gobierno se llevaron a cabo reuniones con el director del Icetex donde se insistió en la urgencia de aplicar estas leyes y aun no se ven avances.

Financiación contingente al ingreso

Con la respuesta a estos interrogantes se busca “proceder asertivamente ante el posible incumplimiento de la puesta en marcha de esta ley y hacer el debido control político sobre la misma, debido a sus importantes efectos sociales”, aseguró el senador Lara, quien explicó que la idea fundamental de la financiación contingente al ingreso es que el beneficiario pagará de acuerdo con sus ingresos, ajustando las cuotas de los beneficiarios una vez estén ubicados en el mercado laboral. Cuando el usuario del crédito no perciba ingresos, no tendrá que pagar la cuota, y esto no causará nuevas obligaciones. El legislador consideró que con la Ley 1886 de 2018 se terminó el inmoral negocio de quitarle a los que no tienen para darle a unos “tiburones”, los “chepitos” o cobradores del Icetex.