Colombia lo recordará como un gran presidente. Le tocó tiempos muy difíciles, su poca experiencia política no lo amilanó para saber navegar en un mar tan picado como fueron los cuatro años de su mandato. Duque supo llevar las riendas del país con decoro, el fue un hombre limpio y transparente, no así algunos funcionarios de su gobierno que pisaron las orillas de la corrupción. Desde luego que un mandato incólume es difícil de lograr.
Pero volviendo al presidente Duque, hombre joven y bien formado, sale con la frente en alto, aunque lamentablemente los indicadores de popularidad no lo favorecen, se ubica sobre un 30%, a mi manera de ver injusto, pues este hombre en un cuatrienio tan complicado entrego lo mejor que pudo.
Veámoslo así: Colombia fue uno de los pocos países en el mundo que dieron el mejor manejo a la pandemia que fue la figura principal de su mandato, durante un año el presidente se comunicó personalmente con su gabinete con los colombianos durante una hora diaria por televisión, explicando las medidas y evolución de la pandemia. Han sido más de 83 millones de dosis de vacunas suministradas al 70% de la población. Otorgó subsidio a las nóminas de las empresas para evitar los despidos con el PAEF; entregó el más alto número de matrículas cero para universidad a jóvenes de los estratos 1,2 y 3. y subsidios de vivienda con el programa Mi Casa beneficiando a miles de hogares de bajos recursos.
También entregó 50 mil títulos de tierras a campesinos y créditos blandos para producción agropecuaria; los programas sociales de Familias en Acción y otros existentes fueron incrementados; en infraestructura construyó y/o mejoró el más alto número de kilómetros de vías primarias, secundarias y terciarias; la más alta erradicación de cultivos ilícitos del presente siglo; los operativos exitosos contra la guerrilla, narcotráfico y delincuencia organizada con capturas y bajas de criminales de alta peligrosidad; un manejo firme y prudente a los desórdenes en marchas indígenas y campesinas provocadoras en Bogotá y otras ciudades.
En economía dio un manejo serio y responsable con el endeudamiento, pago del servicio de la deuda, prestigio internacional y un crecimiento del PIB admirable aun las adversas situaciones como la pandemia y situaciones internacionales ajenas a su control. Manejo con altura y firmeza la relación con Venezuela acogiendo a millones de venezolanos desplazados por el régimen y en general ofreció siempre un respeto a la democracia y oposición dentro del marco de la Constitución y la ley.
No podríamos decir que fue el presidente perfecto, pues errores y fallas también tuvo, pero aquello no desdice la buena gestión que entregó al país en sus cuatro años de mandato. Deja Duque un pie alto en el gobierno, que esperamos el nuevo presidente, aunque en orilla diferente, responda con la misma altura de su antecesor.
Colombia recordara a Iván Duque como un presidente respetable, íntegro y honesto que en circunstancias muy difíciles hizo quedar bien a nuestro país.