Pasado un tiempo prudencial, la comisión consultiva convocada por el señor Presidente de la Republica, presentó una serie de recomendaciones dirigidas a optimizar la tarea y desarrollo interno de la Policía Nacional, el señor Presidente comunicó al país que los expertos entregaron su relación de observaciones centradas en cinco ejes estratégicos, iniciando por el marco institucional, centrándose en su relación con el Ministerio de la Defensa, continuando enfocada en la organización y funcionamiento de la policía, para seguir refiriéndose a la gestión del talento humano, prosiguiendo su ponderación en la transparencia y rendición de cuentas con especial énfasis en la participación ciudadana, terminado en la necesaria coordinación con la Fiscalía General, todo sin olvidar las obligatorias e infaltables recomendaciones sobre temas administrativos y financieros. En su intervención, el doctor Juan Manuel Santos mostró especial interés por desarrollar estas insinuaciones, entendiéndolas como beneficiosas, útiles y convenientes para el buen desempeño profesional de la institución y sus hombres.
El contenido del informe hasta el momento sólo lo conocen el Gobierno y los mandos institucionales, que deben estar trabajando en su proyección y ambientación en los diferentes niveles de la organización, trabajo un tanto arduo por tratase de un ajuste necesario, que debe ir acorde con la tecnología y ley, pero con un ingrediente insalvable como es el posconflicto y el gran compromiso institucional en su desarrollo y sustentación.
Permítanme hacer una claridad sobre este proceso ya que en muchas esferas de la vida nacional tiene interpretaciones un tanto salidas de lugar, porque cuando se presentan este tipo de análisis o estudios siempre se emplean términos desorientadores, desobligantes o tendenciosos, que juegan en contra del buen nombre y prestigio de una institución. Por ejemplo, la policía es cambiante y dinámica, estando obligada a enfrentar permanentes evoluciones y ajustes que deben jugar acordes con la modernidad, la tecnología y la misma ley, para mostrarse innovadora, actualizada y cercana a la comunidad. Muestra palpable es el rezago del Código Nacional, tan debatido, precisamente por la demora en su actualización, generando cambios abruptos al sentir de la ciudadanía y la misma institución.
Así como el código, la doctrina, la filosofía, hasta la formación demandan permanentes revisiones, especialmente por tratarse de una entidad que mantiene contacto indiscutible con la ciudadanía. Flaco favor le hacen al país y la Policía Nacional términos como revolcón, transformación, restructuración o disciplinar. La Policía sólo necesita estudios internos y externos para estar acorde con el diario acontecer local y nacional, caminando de la mano con la comunidad, las autoridades y la ley. Los escándalos, errores, desaciertos y delitos cometidos por las unidades policiales son investigados y puestos a órdenes de autoridad competente según el caso, y es a estas autoridades a quienes se les debe pedir resultados.