AMYLKAR D. ACOSTA M. | El Nuevo Siglo
Miércoles, 18 de Julio de 2012

Baja el ritmo

 

La más recientes cifras del DANE atinentes al desempeño de la economía en el primer trimestre de 2012 no son alentadoras, sobre todo si las miramos en perspectiva: crecimiento del PIB 4.7%. Prima facie el crecimiento registrado del 4.7% era relativamente razonable, sobre todo en un contexto en el que las principales economías del mundo están atravesando por momentos difíciles, pero, como afirma ANIF, resulta “decepcionante frente al rango 5% - 5.5% que esperaba meses atrás el grueso de los analistas locales e internacionales”.

La economía colombiana después de una caída del crecimiento del PIB del 3.5% en 2008 al 1.7% en 2009 se venía recuperando rápidamente hasta alcanzar un crecimiento del PIB del 4% en 2010 y 5.9% en 2011. Pero, este último año, a pesar de que dicha tasa de crecimiento fue alta, terminó en baja marcando un cambio de tendencia. En efecto, mientras en el tercer trimestre de 2011 el crecimiento del PIB fue de 7.5% el último trimestre fue de 6.1% y comenzamos este año en las mismas. De modo que el primer trimestre de este año es el segundo trimestre en el que el ritmo de crecimiento de la economía decae; de ello es fácil colegir que estamos en presencia de una desaceleración de la economía.

Que no es tan “leve”, como lo estima la Junta Directiva del Banco de la República, si tenemos en cuenta que si se compara el crecimiento del PIB en el primer trimestre de este año con el crecimiento del PIB del último trimestre del año anterior, es fácil concluir que el incremento fue de sólo 0.27% (¡!). Entre tanto el crecimiento del PIB en el primer trimestre del año pasado, ese mismo incremento fue de 1.6%, es decir, 6 veces mayor (¡!), luego, como lo advierte el analista Mauricio Cabrera “sí se puede afirmar que ha habido un abrupto cambio de tendencia… Se trata de un frenazo en seco que se acerca a los límites de la recesión”.

Hasta ahora las causas del desplome de la actividad económica responden más a causas endógenas que exógenas. La demanda interna, que venía siendo uno de los mayores impulsores del crecimiento, ha empezado a perder tracción; aunque todavía en este primer trimestre tuvo un buen comportamiento, con un aumento de 6.1%, estuvo por debajo del 8.8% del primer trimestre de 2011.

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