¿Oportunidad o amenaza?
Con toda razón el presidente de Analdex, Javier Díaz se cuestiona, a propósito del rosario de TLC que sigue negociando y firmando el Gobierno a tontas y a locas por doquier, qué vamos a exportar. Y señala categóricamente que “infortunadamente, la oferta exportable no surge espontáneamente”. Y lo más grave es, el cuarto de hora del boom minero - energético está en riesgo por la crisis internacional que ha afectado los precios de las materias primas, sin alternativa a la vista porque se ha desindustrializado el país y se ha agostado el sector agropecuario nacional, ahora asediados por la avalancha de las importaciones merced al embeleco del atolondrado aperturismo.
Por ello la advertencia de Díaz puede ser premonitoria: “Podríamos correr el riesgo de tener unos TLC de una sola vía, por la cual los empresarios traigan para su comercialización en el país, aquellos bienes que antes producían y los cuales ahora simplemente resulta más beneficioso importar para su venta en el mercado local”.
Y no estamos en el campo de las suposiciones o de manifestaciones tremendistas, Cauchosol, fabricante de calzado, una de las empresas insignias de Colombia, pasó de producirlos a importar botas desde el Brasil para comercializarlas en el país. Carlos Arturo Zuluaga, hermano del exministro de Hacienda, Oscar Iván Zuluaga, y presidente de Acesco, no tuvo empacho en afirmar sin rodeos que por desgracia con el TLC “la solución óptima pasa por convertirse en importador”. ¡Así de claro!
Por el desayuno se sabe lo que va a ser el almuerzo: en sólo abril, las exportaciones totalizaron US$ 4.885 millones, de los cuales US$ 2.800 millones corresponden a petróleo y sus derivados y US$ 2.085 millones, el resto, es una cifra que está por debajo 10% al dato correspondiente al mismo mes en 2011.
Por lo demás, las exportaciones del sector agropecuario han caído en lo corrido del año 14% y en abril el desplome fue estruendoso, 30 puntos (¡!). Es decir, que la economía nacional pende de las exportaciones de crudo, cuyos precios han caído 24% en lo corrido del año y las del carbón, también afectadas por una baja de 30% en sus precios el último año. Ello, incluso, pone en riesgo los anunciados planes de expansión de varias empresas.