ANDRÉS MOLANO ROJAS* | El Nuevo Siglo
Domingo, 20 de Enero de 2013

Preocupaciones 2013
<BODY TEXT>POLITÓLOGOS e internacionalistas son generalmente malos haciendo predicciones. Pero la tentación de sacar la bola de cristal o echar el tarot para tratar de anticipar el porvenir es prácticamente irresistible. Además, semejante incursión en las artes de la prognosis se justifica, ya que no por su grado de acierto, sí por la medida en que dicho ejercicio contribuye a hacer más inteligibles, menos arcanos, los acontecimientos del presente a partir de los cuales se intenta deducir el futuro.
La consultora Eurasia Group, que lidera Ian Bremmer (padre de la hipótesis del "G-cero" según la cual en el mundo ningún país o grupo de países tiene el suficiente poder político o económico para determinar por sí solo la agenda global), acaba de hacer su inventario de los 10 principales riesgos que proyectan su sombra sobre el año que acaba de empezar.
Encabeza el catálogo la posibilidad de que la era dorada de las economías emergentes esté llegando a su fin, y de que los BRICS resulten ser una burbuja geoeconómica. El mantenimiento de la gobernabilidad en China -en relación sobre todo con el creciente impacto de los escándalos de corrupción que involucran a prestantes figuras de la nomenklatura y el Partido Comunista- es otra de sus aprensiones, y a ella habría que añadir la volatilidad geopolítica en Asia, alimentada por el nacionalismo, el revisionismo, y las disputas territoriales. Por otro lado, la Primavera Árabe podría ser sustituida por un verano en el que se definirá el balance de fuerzas tanto en el interior de los países del Medio Oriente y el Norte de África como entre las potencias regionales más influyentes. La parálisis política en Estados Unidos y el estancamiento económico en Europa generan también enorme incertidumbre. Tres socios de Estados Unidos, ubicados en tres escenarios cardinales de la política internacional, parecen incapaces de ejercer un rol constructivo en su complejo entorno inmediato: los JIBs (Japón, Israel, Gran Bretaña). En Irán, en India y Suráfrica, factores económicos (las sanciones que pesan sobre Teherán), políticos (la institucionalidad disfuncional de Nueva Delhi) y sociales (las movilizaciones mineras y las reivindicaciones insatisfechas de amplios sectores en la mayor y más sofisticada economía africana), podrían combinarse y formar un explosivo cóctel de imprevisibles consecuencias.
Súmense a todo lo anterior las implicaciones que la sucesión de Chávez podría tener en Venezuela y en la región -algo que la lista de Eurasia Group no contempla-. No cabe duda de que este será otro año interesante, tan lleno de sorpresas como de preocupaciones.
*Analista y profesor de Relaciones Internacionales