El Colegio de Abogados Rosaristas conmemoró en una ceremonia, la participación de la Universidad del Rosario junto con el de líderes estudiantiles de distintas universidades, en la promoción del movimiento de la Séptima Papeleta, que convocó a la Asamblea Nacional Constituyente y que posteriormente, promulgó la Constitución de 1991.
Fue una importante ceremonia, en la que participó el presidente y vicepresidente del Colegio de Abogados, doctores Ricardo Abello Galvis y Francisco Boada Rodríguez.
También participaron gestores de la convocatoria de la Constituyente, doctores Oscar Ortiz González y Manuel José Cepeda y el destacado abogado rosarista, ideólogo liberal, doctor Carlos Lleras de la Fuente.
Las palabras del doctor Carlos Lleras de la Fuente, llenas de anécdotas, sirvieron de introducción al evento. Narró que en sus épocas de estudiante de jurisprudencia se rebelaron contra la dictadura de Rojas Pinilla.
Estos estudiantes fueron llevados a la cárcel, que antes era de mujeres, la que se encontraba en pésimo estado de salubridad. Allí en la celda tuvo como compañero otro estudiante rosarista que casi lo lleva a un estado de locura, ya que portaba en sus manos una camándula, repetía insistentemente: “nos van a matar, nos van a matar”
Este preámbulo muestra la importancia de lo que en años posteriores más de 25.000 estudiantes juraron el 25 de agosto de 1989, en el Cementerio Central en la Marcha del Silencio que “no nos volveríamos a quedar callados”, rodeados por una algarabía adolorida y pesimista, ocho días después del magnicidio de Luis Carlos Galán.
En mesas de trabajo diarias en la Universidad del Rosario, con el respaldo del rector Roberto Arias Pérez, de la decana Marcela Monroy, durante dos meses construyeron colectivamente una propuesta, ese espacio era una Asamblea Nacional Constituyente, concebida como el punto de partida de un proceso de creación colectiva, el camino fue: la voluntad del pueblo.
Se presentaba un divorcio con las mayorías parlamentarias que mantuvieron a los ciudadanos en calidad de vasallos. La solución consistía en la creación de un espacio al que acudieran delegatarios de toda la realidad nacional.
Actuando en coherencia el pueblo se auto convocó mediante la estrategia que denominaron “el plebiscito para el plebiscito”
Se reunieron con sindicatos, empresarios, expresidentes, y con candidatos presidenciales que los apoyaron. Carlos Pizarro, quién firmó el documento de apoyo, por casualidad al otro día fue asesinado cuando viajaba a Barranquilla.
Ese mandato, insoslayable, se refrendó con más de 5 millones de votos el 26 de mayo, certificados oficialmente por la Registraduría, después de una sentencia de la Corte Suprema de Justicia que avaló un decreto del Presidente Barco, liderado por Manuel José Cepeda asesor de la presidencia, providencia que reconoció el valor de la “Séptima Papeleta” fenómeno revolucionario en lo político y en lo jurídico.
Una vez más queda demostrado entonces que la Universidad del Rosario ha sido la cuna de la democracia, por sus claustros han pasado héroes de nuestra independencia, ahora los ciudadanos somos soberanos, por eso hoy conmemoramos con entusiasmo un aniversario más de la Asamblea Nacional Constituyente.