Hubo un momento en el cual se acuñó el concepto de narcoterrorismo para librar una lucha contra el terrorismo en el mundo, después de la debacle del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York, comoquiera que se consideró que buena parte de la operación que ayudó a la destrucción de las torres gemelas, así como a otros episodios terroristas en el mundo, estaba financiada por recursos del narcotráfico.
La verdad es que el concepto se ha ido desvaneciendo y ya no se utiliza con la frecuencia y la fuerza que tuvieron a comienzos del siglo XXI y que, de alguna manera, contribuyeron a la manera como Colombia afrontó la crisis de orden público que amenazaba su democracia y su supervivencia política.
Es también notoria, entre nosotros, la ausencia de estudios y comentarios sobre el tema que tuvieron su florecimiento en las décadas de 1980y 1990. No ocurre así en otros países. En ocasión anterior me referí a una publicación especializada sobre el tema, en Francia. Hoy quiero hacer unos breves comentarios sobre la que acaba de difundir el periódico Le Monde, como un informe fuera de serie, para noviembre y diciembre del 2024. El título del editorial de esta publicación que tiene 98 páginas es más que revelador, "La droga, arma de destrucción masiva". Se trata de un texto preciso y muy bien informado sobre las redes, los crímenes del narcotráfico y la respuesta los diversos Estados. Por ejemplo, en Europa no se ha logrado una respuesta común a esta amenaza, cada uno de sus miembros tiene una estrategia diferente lo cual dificulta mucho una acción efectiva.
Por supuesto, el caso de Francia es el que mejor se analiza en esta revista que tiene en su portada interior solamente la fotografía judicial de Pablo Escobar, en el Departamento de Justicia, en 1976 y que lleva el número 128482.
Para no entrar en mayores detalles, basta con registrar la manera como el número usuarios se multiplicó por ocho entre los años 2000 y 2023. Asombroso. Y así se ha facilitado su distribución a tal punto que los directores de la revista afirman que ya no hay que adquirirla en la calle porque se puede recibir a domicilio sin problema. Por eso afirman que los efectos de las drogas son devastadores y que las drogas son cada vez más poderosas y más fácilmente disponibles. Ya no se duda de que la droga gangrena el sistema internacional, debilita a los Estados y erosiona la vida de las sociedades y de los individuos.
Es muy impresionante la descripción gráfica de cómo son los negocios lícitos e ilícitos en los que andan comprometidas las empresas o carteles de las drogas. Como es necesario lavar el dinero para poder disponer de él en actividades ilícitas y licitas son múltiples los mecanismos que ayudan a blanquear el dinero y los que sirven de canal para actividades productivas en el mundo del entretenimiento o del arte o de los negocios.
Marsella vuelve a ser la ciudad donde frecuentan y tienen buena parte de sus actividades los carteles de la droga. Y Dubái, en los Emiratos Árabes, con sus imponentes rascacielos y su vida de lujo y el lugar donde viven muchos de los traficantes buscados en Francia, gozando de una vida de placeres. Europa está dividida con respecto al tema de la legalización de la droga.
Y por supuesto, no falta un capítulo sobre la relación histórica entre la buena literatura y el consumo de opioides. Una impactante lista de encumbrados escritores aparece para darle sustancia a esta situación. Y, finalmente, y en la cual brillan por su ausencia los autores latinoamericanos, una bibliografía y una lista de las películas más reconocidas sobre el tema.
Menos mal que Francia se preocupa todavía por un tema al cual se refiere en el título de uno de los capítulos así: "Los distribuidores de la muerte".