Balances, propósitos y deseos | El Nuevo Siglo
Domingo, 27 de Diciembre de 2020

Cuando esta columna llegue a sus lectores ya habrá pasado la noche de Navidad y estaremos en los últimos días del año, propicios para el balance objetivo y los propósitos realistas.

Durante lo más difícil de la pandemia, los  ganaderos cumplimos. Al mes de octubre, habíamos producido más de 600.000 toneladas de carne y de 5.600 millones de litros de leche; y exportado cerca de 26.000 toneladas de carne y 214.000 animales, por más de 200 millones de dólares.

Luego de recuperar el estatus de país libre de fiebre aftosa, y bajo estrictos protocolos de bioseguridad, realizamos dos ciclos de vacunación contra aftosa y brucelosis en todo el territorio rural, en la que, sin duda, es la campaña sanitaria  de mayor consistencia y complejidad operativa que una entidad de salud, humana o animal, pública o privada, haya realizado en el país. Durante 2020 aplicamos cerca de ¡60 millones de dosis!

Con gran éxito de convocatoria a través del Canal TVAgro y nuestras redes sociales, realizamos el “38º Congreso Nacional de Ganaderos – Una Ganadería para el Cambio-”, con la participación del presidente de la República, de ministros y funcionarios de primer nivel y de prestigiosos conferencistas nacionales e internacionales.

Muchas otras cosas hicimos, porque la ganadería y Fedegán no se detuvieron durante 2020, pero quiero resaltar el logro de recuperar la certificación de calidad ISO 9001/2015 para los procesos y procedimientos del Fondo Nacional del Ganado, perdida por una administración irresponsable entre 2016 y 2018, como resultado de la persecución del gobierno Santos contra Fedegán.

En 2021 continuaremos por ese sendero de calidad como garantía para los ganaderos; en 2021 la salud, el bienestar animal y la preservación de estatus sanitario recuperado seguirán siendo una prioridad. Para 2021 fortaleceremos los programas de asistencia técnica, que también habían sido suspendidos, y avanzaremos en el esfuerzo exportador, llegando a los mercados de China e Indonesia, fundamentales para alcanzar y superar la meta de 500 millones de dólares en 2022.

Sin embargo, la gran prioridad para los años venideros será mantener el liderazgo en el cambio hacia una ganadería moderna y competitiva, pero también sostenible, no tanto para desvirtuar narrativas y estigmatizaciones malintencionadas, sino como fruto de una convicción sobre el papel de la ganadería frente a la preservación de la naturaleza. 

Esos son los propósitos más importantes que podemos alcanzar, de la mano con el Gobierno Nacional; pero no sobran los deseos: Para 2021 deseo que quienes no aceptaron la invitación del Presidente de unirnos para construir un futuro compartido, abandonen la polarización destructiva y, sin entregar sus convicciones, se sumen con generosidad patriótica a la superación de la pandemia y la recuperación del país.

Para 2021 deseo que la justicia recupere su dignidad y se ponga de lado del interés general; que apoye con decisión la lucha contra el narcotráfico que siembra la violencia en los campos, y contra el microtráfico que hace lo propio en las ciudades.

Para 2021 deseo que, en un ambiente de seguridad, el campo y la producción agropecuaria, que han sido protagonistas durante la pandemia, reciban el apoyo que necesitan y merecen para convertirse en uno de los motores de la economía.

Para 2021 deseo que, de cara al proceso electoral, el país no se deje embolatar con el canto de sirena de propuestas populistas que esconden la maldición del socialismo  que ha destruido el vecindario y tiene sus ojos puestos en Colombia.

Para 2021, queridos lectores, mis deseos de salud, paz y tranquilidad en sus familias, y un año lleno de esperanza y bienestar.

@jflafaurie