Frente a los agravios que se generan en tiempos tormentosos, donde líderes populistas quieren deslegitimar las hazañas de nuestros próceres, no podemos aguardar más tiempo para deshacer los calificativos con los que piensan borrar de la historia los importantes acontecimientos que, sin lugar a dudas, nos dieron la independencia.
Según populistas endemoniados, Bolívar no debe tener el título de “Libertador”, mejor el de guerrillero por haber enfrentado duros combates contra los realistas. Estas mentes solo buscan igualarlo con los idearios del M-19.
Sin embargo, como buen patriota Simón Bolívar expresa en su Primera Carta de Jamaica (1.815) sus proyectos de liberación de los pueblos de América: “Todavía es más difícil presentir la suerte futura del Nuevo Mundo, establecer principios sobre su política casi profetizar la naturaleza del gobierno que llegará a adoptar. Toda idea relativa al porvenir de este país me parece aventurada, ¿cuál sería el régimen que abrazaría para su conservación? . Yo deseo más que otro alguno ver formar en América la más grande nación del mundo, menos por su extensión y riquezas que por su libertad y gloria.”
A todas luces el M-19 fue una organización guerrillera urbana colombiana. Según ellos: “luchaban por la democracia”
Entre sus acciones armadas más conocidas fueron: el robo de la espada de Bolívar, el robo de armas del Cantón Norte, la toma de la Embajada de la República Dominicana y luego el asalto al Palacio de Justicia, cuyo incendio cobró la vida de los magistrados, de varios guerrilleros, así como civiles y militares desaparecidos, delitos que marcaron la historia de nuestra patria.
Simón Bolívar, por el contrario, defendió y promulgó la Constitución de Cúcuta, el 6 de octubre de 1821, donde se consagró constitucionalmente la Gran Colombia, con el compromiso solemne de libertar el virreinato de la Nueva Granada, la Capitanía de Venezuela y la presidencia de Quito, según lo dispuesto en el Congreso de Angostura.
Constitución de Cúcuta que cuenta entre sus aspectos fundamentales: liberación progresiva de la esclavitud, plena libertad de expresión, permitir alcance de nuevas reformas de contrato para la libertad social, económica y política de los territorios.
Inmediatamente después de la independencia, los gobernantes más notables fueron Bolívar y Santander.
Esta es la pequeña diferencia entre unos incendiarios que propiciaron el holocausto del Palacio de Justicia, queriendo destruir las instituciones, muy diferente al ideario del Libertador Simón Bolívar quién tras lograr la independencia de Venezuela y la Nueva Granada, consagró el resto de sus días a resistir el sin fin de asonadas y conspiraciones que se sucedieron en su contra.
Fe de erratas: En ocasiones se filtra un duende en nuestras columnas. En la anterior “Un canto a Colombia” se desconoció la autoría de Walt Whitman, en su poema “No dejes que termine el día...” cuyo trabajo se inscribe en la transición entre el trascendentalismo y el realismo filosófico, y el de León de Greiff autor de “Balada del mar no visto”, poeta del siglo XX, notable por sus innovaciones estilísticas.