ESTRIBOR
El regreso del vuelo supersónico parece ser un hecho con el Boom Overture Supersonic.
La aerolínea United Airlines anunció que comprará 50 Boom Overture Supersonic Jets para uso en sus vuelos comerciales en el 2029.
Este anunció se hace casi 20 años después del último vuelo del Concorde, avión supersónico que operó desde 1976 y hasta el 2003. Volaba desde Londres hasta Nueva York en solo 3,5 horas.
Hace unos meses escribí una columna en la que decía que la velocidad es lo más importante en el transporte aéreo y que el regreso del vuelo supersónico era una necesidad y su salida un retroceso en la esencia del transporte aéreo.
Pues bien, parece que me hubieran escuchado porque esto tenía que pasar. El vuelo supersónico implica que se vuela a una velocidad superior a la velocidad del sonido. Para que esto pase la aeronave tiene que romper la barrera del sonido. Esto implica un proceso de combustión distinto al de una aeronave jet normal y el consumo de grandes cantidades de combustible. Algo insostenible para las aerolíneas y el medio ambiente.
Por eso Boom se ha anunciado como un producto supersónico y además verde. Es decir, amigable con el medio ambiente. Los combustibles sostenibles en aviación son los biocombustibles y el kerosene sintético.
La gran diferencia entre el Concorde y el Boom está precisamente en que, al parecer, no solamente va a lograr romper la barrera del sonido sin producir daño ambiental, sino también romperá el discurso ideológico a los ambientalistas que dicen que la aviación debe acabarse y la velocidad no es importante.
Por supuesto, seguirá siendo un producto que tendrá como destino comercial el mercado de lujo, tal cual lo era el Concorde. Pero el adagio que dice “el tiempo es dinero” lo explica todo y así seguirá siendo. Por dinero la gente pagará lo que sea para que le hagan más corto el viaje entre un lugar y otro.
Son varios y muy grandes los retos en los que se embarca el proyecto Boom y United Airlines con los vuelos supersónicos. La polución y el ruido son tal vez los más destacables. El ruido, por física, no se va a acabar, pues siempre la velocidad supersónica generará el estallido supersónico. Gran problema cuando se vuela sobre territorios de otros Estados y que no sean marinos.
En todo caso es una gran noticia para la aviación. Contra viento y marea se hizo el anuncio en un momento en el que mucha gente hablaba del fin de la aviación. De la necesidad de viajar. De la necesidad de conectarnos más rápidamente.
Boom llega a sacar del estancamiento a la aviación comercial que lleva décadas volando a la misma velocidad cuando el éxito del transporte aéreo ha sido justamente la velocidad.
Boom tendrá muchos adversarios. Greta y otros genios párvulos similares, patrocinados y usados por Estados y organizaciones claro está, no demoran en hacer el respectivo lobby para enterrar Boom, tal cual lo hicieron literalmente con el gran Concorde. Ojalá que no.
@juanfelipereyes@hotmail.com