CAMILO HERRERA MORA | El Nuevo Siglo
Sábado, 27 de Octubre de 2012

Tres limitantes del gobernante

 

Viendo lo que ocurre con las reformas que presentó el Gobierno nacional al Congreso y las propuestas de reformas presentadas por la administración de Bogotá, inevitablemente vuelve a la cabeza aquel cuento de los tres sobres que dejo Stalin a Kruschev:

“Niki, me estoy muriendo. No tengo gran cosa que dejarte. Sólo tres sobres. Ves abriéndolos, uno a uno, cada vez que tengas graves problemas. Unos años más tarde, estalla la primera crisis. Kruschev abre el sobre 1: "Cúlpame de todo a mí. Joseph Stalin. "Unos años más tarde estalla una crisis verdaderamente grave. Kruschev abre el sobre 2: "Cúlpame de todo a mí. Otra vez. Buena suerte, Joseph Stalin." Tercera crisis. Abre el sobre 3: "Prepara tres sobres."

Este discurso es la cuota inicial de comprender la realidad de las promesas políticas: (1) todo gobernante que comienza lleva la carga de los gobiernos anteriores, (2) la leyes están escritas y limitan las acciones, (3) la inflexibilidad presupuestal es superior al 80%. Así, el nuevo gobernante debe gobernar con un margen reducido de acción, porque cerca del 80% de sus acciones deben ser predecibles, continuas y consistentes con lo que se ha hecho anteriormente, para mantener el rumbo de la nación.

 Así, el Gobierno Santos debe solucionar un paro judicial que nace hace 20 años y el gobierno Petro un problema de movilidad que lleva como mínimo 15 años, donde para hacer lo que han prometido deben cambiar las normas y eso no depende de ellos, necesitan recursos y no los tienen, y el problema no lo crearon ellos.

Pese a este fenómeno la alcaldía de Barranquilla, llena de limitaciones y enormes problemas históricos como el alcantarillado, se desarrolla como la ciudad más exitosa para el futuro, por su vocación portuaria; la flexibilidad que tienen es la misma que la del gobierno central y la de la capital, pero Elsa Noguera se ha dedicado a moverse despacio y firmemente poniendo a Barranquilla como ejemplo de desarrollo, seguridad e imagen mundial.

Esto nos deja un mensaje claro: se puede culpar a los antecesores, o bien asumir lo que se tiene y seguir adelante; quizá era necesario vivir con una limitación para comprender que las limitaciones solo son un problema que se debe manejar, aceptar y superar, porque siempre estará ahí y en cualquier momento puede darse una nueva, pero esto no es excusa para no seguir adelante.

Colombianada. Una cosa es ser discapacitado y otra cosa una persona con una discapacidad

@consumiendo