Candidatos y medio ambiente (I) | El Nuevo Siglo
Viernes, 7 de Enero de 2022

Desde hace cerca de tres décadas el tema ambiental se ha venido constituyendo en algo obligado en los análisis y ejercicios de planeación del mundo entero; cada vez es mayor esta tendencia y muy a pesar de ello en Colombia se ha venido demostrando un deterioro paulatino de la gestión ambiental nacional, aún cuando se pretenda mostrar lo contrario.

Recordamos que durante el gobierno de Misael Pastrana Borrero se expidió el “Código Nacional de los Recursos Naturales” como producto directo de la participación de Colombia en la conferencia mundial de Estocolmo, en el cual se planteó el principio de que “el ambiente es patrimonio común de la humanidad y necesario para la supervivencia y el desarrollo económico y social de los pueblos”. A pesar de ello Colombia no tenía afinada la brújula para mantener el norte y el equilibrio en una gestión ambiental nacional y el control ambiental se fue difuminando entre diversas instituciones que acabaron generando un caos en el manejo.

En el marco de la cumbre de Rio, Colombia firma el compromiso de buscar y alcanzar el desarrollo sostenible del país, sobre la base del llamado “Plan de acción ambiental del planeta”. Producto de este compromiso se aprueba en 1993 la ley 99 mediante la cual se crean; el Ministerio del Medio Ambiente y el Sistema Nacional Ambiental (SINA); a partir de estos hechos se crean los lineamientos e instrumentos que deben tener en cuenta las instituciones públicas, privadas, las comunidades y las personas, con el fin de lograr un cambio de modelo hacia uno más equitativo y sostenible.

En la práctica, en los tres últimos periodos presidenciales se va notando un franco deterioro de esa capacidad que se le otorgó en primera instancia a la norma; básicamente esto ha ocurrido por qué el gobierno nacional ha venido desmantelando la estructura central existente en cabeza del Ministerio de Ambiente, para dar pequeñas autonomías a diversos entes para inmiscuirse en la gestión ambiental. Esto ya venía ocurriendo en gobiernos anteriores, pero a pesar de ello no se había perdido el control del tema como hoy.

Quizá el principal logro de la ley 99 del 93 fue la creación del SINA, en este se fusionaron las normas, los recursos, los programas, las actividades y las instituciones para poder manejar la problemática ambiental nacional. La idea fue maravillosa y permitía la articulación perfecta de las políticas ambientales del país, lamentablemente hoy la figura está totalmente desdibujada y requiere de cuidados intensivos para poder funcionar adecuadamente; su gran fortaleza que consistía en la autonomía es hoy una clara dependencia del nivel central, su articulación con las regiones hoy se ha tornado en divergencias entre el actuar de los entes nacionales y de las Corporaciones Autónomas Regionales.

La idea de lograr una buena planeación ambiental regional con la creación de las Corporaciones Autónomas Regionales está desdibujada, estos entes se han ido convirtiendo poco a poco en ejecutores de algunos proyectos y en fortines burocráticos, con honrosas excepciones, cada vez son más independientes en la práctica de una política ambiental nacional coordinada y requieren de una reorientación en sus funciones; se trata de fortalecerlas como tentáculos de apoyo de una política coordinada en materia ambiental.

Quisiéramos saber los programas que proponen los candidatos presidenciales en esta materia, quisiera saber si existe una real preocupación por los problemas ambientales, quisiéramos que se planteara la reforma integral a la ley 99 del 93 para modernizarla, quisiera el compromiso de los candidatos con el futuro de nuestros hijos.

alsanchez2006@yahoo.es

@alvaro080255