CARLOS ALBERTO ESTEFAN UPEGUI | El Nuevo Siglo
Martes, 14 de Octubre de 2014

“Una vaca por la paz”

 

Una "vaca" es una colecta entre amigos; y cuando cada uno de ellos aporta una vaca, podríamos decir entonces, que se trata de una "vaca" de vacas. Eso es precisamente "Una Vaca por la Paz", la cual consiste en la donación de una o más vacas preñadas.

Iniciativa de la Fundación Colombia Ganadera Fundagan, cuyo compromiso está enfocado a unir esfuerzos para contribuir y fortalecer cada uno de los programas en favor del desarrollo social ganadero.

La jornada de "Una Vaca por la Paz"  viene desarrollándose desde el año 2010 con el fin de servir a familias campesinas de escasos recursos, dando prioridad a las asociaciones de desplazados o a las víctimas de la violencia.

Pasa entonces, como en el juego de la pirinola, donde todos ponen, conformándose una cadena de donaciones en especie o en efectivo, en la que hasta los mismos beneficiarios se comprometen a entregar la primera cría a otra comunidad y promover de esta forma un nuevo proyecto productivo, para facilitar su reincorporación a la sociedad.

En ese orden de ideas, "Una Vaca por la Paz" busca proveer una fuente de ingresos, pero además, el mejoramiento nutricional de las familias beneficiarias, debido al efecto multiplicador del programa con el acompañamiento técnico de la Fundación, en alianza con Fedegan. Cuenta con la participación y el entusiasmo de muchas personas importantes y generosas, no solo ganaderos, que han querido sumarse a esta noble causa. Los donantes se congregan cada dos años en la llamada  "Gran Cena Gourmet" con chefs de talla internacional, a la cual se vinculan igualmente las empresas más representativas del país.

Hasta ahora se han llevado a cabo tres cenas, la última de las cuales fue el pasado miércoles 8 de octubre en el Club El Nogal de Bogotá, llegándose a un importante aporte de 1.452 vacas, acerca de lo cual el presidente de Fedegan, José Félix Lafaurie, manifestó que luego de este exitoso resultado, un número igual de familias campesinas “ya no tendrán que escoger entre el hambre y una vida con esperanza”.  Y destacó la generosidad de los 478 comensales, como de muchos que no asistieron pero donaron vacas o dinero, lo cual hará posible el sueño de ofrecer una "fábrica" de ilusiones para un mejor vivir a esas familias. Con estas, ya son más de 5.000 las familias a las que la vida les sonreirá.

Así las cosas, estamos frente a una loable actitud de los ganaderos, la cual convoca a la armonía, al entendimiento y a la conciliación. Una muestra de responsabilidad social, camino a una paz estable y duradera, construida con el concurso de las buenas obras y la solidaridad de todos los colombianos.

¡A todo señor, todo honor!...