Carlos Alberto Estefan Upegui‪‪‪‪‬‬‬‬ | El Nuevo Siglo
Martes, 23 de Febrero de 2016

RETOS

Gremios del posconflicto

Por LA firma de los Acuerdos de Paz en la Habana son ya una realidad y pareciera no hay más alternativa que estar atentos a lo que pueda suceder.
Con los TLC se nos fue todo el tiempo "exigiendo" que no se firmaran, siendo que hubiese sido mejor  haber estado atentos a una buena negociación; o por lo menos, haber evitado que el país saliera tan mal librado frente a las amenazas del intercambio comercial.


Pero tanto en esa ocasión como ahora son unos pocos los que redactan y firman y el resto del país obedece.


Lo más grave es que sabiendo como son las cosas tampoco hagamos nada por prepararnos.

 

Ya "entrados en gastos", se requiere inteligencia y carácter.


Y es ahí a donde quiero llamar la atención de los gremios y su reto de participar en un proceso que se dice “incluyente y de apertura".


Particularmente en sectores como el agropecuario, donde se ha de concentrar buena parte de la inversión del Estado.

 

Se avecina por ejemplo, un ejercicio semejante al de las épocas de la Reforma Agraria de Carlos Lleras, utilizada como paliativo para ayudar a resolver el conflicto armado de ese entonces y cuyos resultados resisten toda suerte de interpretaciones. Ahora que la insurrección ha anunciado su determinación de hacer política, la situación se vuelve más compleja; siendo ese un aspecto que no puede pasar inadvertido.


Tanto que a criterio de algunos analistas, "para las Farc, estas conversaciones de paz son parte de un salto cualitativo dentro de la guerra de clases y el plan estratégico que los conduzca al poder (...)"


Pues, así mismo querrán hacerlo desde los gremios y demás instancias de la sociedad civil.


Es posible que constituyan sus propios organismos de opinión, o simplemente tomen posesión de los que ya tienen y desde donde actúan por interpuestas personas.
O porque no decirlo, pretenderán hacer parte de los gremios creados desde hace muchos años, dentro del marco constitucional y legal y con el reconocimiento de la sociedad, con buen nombre y prestigio.


Así las cosas, los gremios del posconflicto fácilmente podrían no ser los de ahora, pasando a convertirse en una nueva expresión de la sociedad civil "legítimamente constituida".


De ahí que volvemos a repetirlo:
"En tiempos difíciles como los actuales y particularmente a raíz de lo que nos depara el posconflicto y la vinculación de sus actores en la dinámica cotidiana por venir, los gremios deben estar consolidadosy en condiciones de participar y defender sus propósitos del brazo de los organismos oficiales y mediante programas que les garanticen su integridad y permanencia. Por ese motivo, ahora más que nunca, hay que tener en cuenta a los voceros gremiales y asegurar para ellos el apoyo y la solidaridad de sus representados.


De manera contraria sería ceder el espacio conquistado durante muchos años de perseverancia y meritorias realizaciones."