CARLOS ALBERTO ESTEFAN UPEGUI | El Nuevo Siglo
Viernes, 17 de Agosto de 2012

“Yo no fumo”

 

Luego de varios días de haberse conocido la propuesta del alcalde Petro, sobre la creación de los centros de consumo controlado, cada quien sigue hablando del tema a su manera. Lo importante es que por lo menos puso a pensar a todo el mundo sobre este grave flagelo que articula otra serie de conductas delincuenciales que requieren solución.

Por supuesto la idea, traída de países desarrollados, va “encaminada a la rehabilitación voluntaria…”, tal como lo advierte el mismo Alcalde, pues consiste en “centros de tratamiento para adictos”.

Sin embargo, puede suceder que en nuestro país, según los escépticos, no funcione, por provenir de otras culturas o porque se requieran ajustes constitucionales y legales. Lo que sí está claro, es que luego de escuchar al Alcalde no queda la menor duda de la buena intención que le asiste, lejos de pensar que sea una propuesta de “criminalización”, ni mucho menos porque que se la haya “fumado verde”, como seguramente en los países donde ya existen esos centros, no sucedió lo mismo con quien los propuso.

Expresión que además no le luce al procurador Ordóñez por la dignidad que representa y por la prudencia a que está obligado, así se hubiese “tomado licencia” para expresarlo, tal como él lo manifestó, licencia que le faltó al diputado antioqueño Rodrigo Mesa, y a quien no le valió haberse disculpado luego de decir que invertir en el Chocó era como “echarle perfume a un bollo”, no estando tan equivocado, creemos nosotros, debido a los altos índices de corrupción que existen en ese departamento y que todos los colombianos censuramos, indistintamente de la raza o del color.

De la misma forma como le sucedió, al concejal de Bogotá Jorge Durán al pedir orden en el recinto, argumentando que la algarabía había convertido el lugar en una “merienda de negros”, luego de lo cual hasta manifestaciones de protesta de la gente de color se han dado en Bogotá, cuando realmente son frases que forman parte de los dichos populares para representar hechos curiosos, pero que en boca de un servidor público no lucen. Diferente a la reacción serena del Alcalde quien solo respondió: “Yo no fumo…”.

En ese orden de ideas, el país no debe temerle a estudiar propuestas por complejas o exóticas que parezcan, así provengan de personas que no comulguen en todo o en parte con “el Establecimiento”, y el Procurador está obligado a escucharlas con objetividad y sin incomodarse, como no sucedió en este caso.

*Exgobernador del Tolima