CARLOS ALBERTO ESTEFAN UPEGUI | El Nuevo Siglo
Viernes, 18 de Enero de 2013

Objetividad analítica

 

Hace  dos semanas el titulo de esta columna fue “El encantador de serpientes”, refiriéndome a quienes dicen lo que los demás desean escuchar, facultad que le es propia al presidente Santos, en el buen sentido de la palabra.

Entre tanto, el tema central era el mal comportamiento de  los indicadores económicos del tercer trimestre de 2012 y su posible impacto en las urnas con motivo de la

reelección. Asunto sobre el que también Marta Lucía Ramírez, "Vocera de la Coalición para la Promoción de la Industria Colombiana”,  ha hecho mención;  entre otras aspectos advirtiendo que "ya es el momento de que el Gobierno tome cartas en el asunto", pues un crecimiento de apenas el 2.1% del PIB y  la desaceleración de la demanda interna de 7,1% a 2,4%, a cualquiera

preocupa.

Así las cosas y respecto de mis comentarios, no faltó quien considerara que eran “antisantistas”, como si  en la métrica económica pudiera tener cabida esa clase de interpretaciones.

No se trata de darle gusto o no a los “santistas”, porque

en matemáticas el resultado no se acomoda caprichosamente. Por el contrario, debo aclarar que simpatizo con Santos, pero no por ello estoy obligado a  hacerle requiebres a una evaluación seria y precisa. Más bien, es preferible una advertencia sincera y a tiempo.

Entre tanto, y consecuentes con nuestros puntos de vista, la apreciación de otros analistas, coincide en que la crisis de los países europeos y la menor demanda de China, India y Estados Unidos podría afectar nuestra economía si no se revierte la tendencia actual. Además, reconocen que es una realidad la desaceleración de la industria y se

ratifican en que la demanda interna también se desaceleró en el tercer trimestre debido a una fuerte contracción de la inversión, tanto en obras civiles particularmente en minería y en carreteras, como en edificaciones, tal es el caso de la vivienda y las  construcciones no residenciales. En cambio las exportaciones que venían desacelerándose crecieron en el tercer trimestre un 2.5%, mientras las importaciones en igual período disminuyeron de 21.5% en 2011 a 8.8%, lo cual es coherente con el menor dinamismo de la demanda interna, razón que llevó al Banco de la República a reducir las tasas de interés.

Por último, también es probable que los menores ingresos por concepto  de las exportaciones y de la inversión extranjera, podrían llegar a ser compensados con  endeudamiento externo.

Esto es lo que se llama un análisis objetivo, porque ante estas circunstancias no se trata de decir lo que los demás deseen escuchar, sino la verdadera realidad.