CARLOS ALBERTO ESTEFAN UPEGUI | El Nuevo Siglo
Viernes, 15 de Marzo de 2013

Después de Chávez

 

“Maduro hace tanto por imitarlo que parece su clon”


Las expresiones del vicepresidente de Venezuela, hoy presidente encargado, Nicolás Maduro, demuestran indiscutiblemente  su compromiso  con el legado de su comandante  fallecido Hugo Chávez Frías.
Tanto hace por imitarlo que" hasta clonado parece", afirman algunos.
"El comandante vive y la lucha sigue", es una de sus tantas frases, pronunciadas con el más profundo sentimiento, tanto como el del día en que con su voz quebrada anunció al mundo la noticia del fallecimiento. Sin embargo, también denotan un evidente propósito electoral.

Entendamos que quien habla ya no es el conductor de bus de otros tiempos, es aquel que gracias a su incuestionable lealtad a Chávez aspira hoy a sucederle como otro más de su propia esencia y condición. Además, con la misma propuesta y programa de gobierno.
Es el candidato designado por el chavismo para ejercer el poder y continuar su proyecto "Bolivariano" de Socialismo siglo XXI.
Y así nos resistamos a aceptarlo, para bien o para mal, la escuela chavista existe y tiene seguidores. Ignorarlo sería ingenuidad política.
"Chávez no murió, se multiplicó", repite Maduro en sus discursos, siendo tan cierto que dentro de Venezuela como en otros países latinoamericanos, no ha de faltar quien quiera parecerse a Chávez.
"Los que luchan por la vida no pueden llamarse muertos". Lo dijo también Maduro, pero igualmente lo repitió el presidente Correa.
Venezuela y Ecuador, dos países que conjuntamente con Bolivia, Argentina y Nicaragua fueron solidarios y agradecidos con Hugo Chávez durante sus 14 años en el poder, luego que  al momento de posesionarse dijera "Patria, socialismo o muerte".
La verdad es esa, se trata de una lucha por desplazar a la casta política tradicional y de oponerse al poder norteamericano, con la gravísima equivocación de querer hacer del vecino país otra Cuba.
Por eso y como corolario, simplemente cabe recordar a Ernesto Sábato cuando dice: "La dura realidad es una desoladora confusión de hermosos ideales y torpes realizaciones..."
Entre tanto, si resultare elegido -lo cual es probable-, la responsabilidad podría llegar a ser  superior a sus capacidades, sobreviniéndole, quizás, posibles opositores al interior de su propia colectividad, entre ellos las mismas fuerzas militares comenzando por su comandante u otros chavistas que también se consideran presidenciables.