CARLOS MARTÍNEZ SIMAHAN | El Nuevo Siglo
Viernes, 29 de Julio de 2011

La calidad de la democracia


“Sus réplicas se sentirán en todo el orbe económico”


LOS  partidos políticos y la calidad de la democracia en América Latina: Desafíos para un Nuevo Liderazgo, fue el tema del seminario internacional que organizó la Fundación para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas (Fiiapp), que se reunió en Cartagena (26, 27 y 28 de julio) y que orientó el ex presidente de Guatemala Vinicio Cerezo.


Este es el principal asunto que están afrontando los dirigentes democráticos del mundo. Indudablemente, la calidad del sistema se debe medir por el nivel de vida que propicie. Pero, como el capitalismo ha capturado la democracia, los estremecimientos monetarios, que no cesan, hacen crujir las bases sobre las cuales los gobiernos han edificado su respaldo popular. Ahora, los “caracazos” no se dan en nuestro continente. Se dan en casi toda la vieja Europa, cuna y beneficiaria de la economía que rindió culto exclusivo al mercado, el ídolo que arrastra, en su caída, desde Zapatero hasta Berlusconi, tan distantes ideológicamente. Los días que les restan traerán más males que bienes para España y para Italia.


En septiembre de 2007 al escribir sobre el contraste entre el ascenso chino y la debilidad del dólar, afirmé que si Estados Unidos fuera un país en desarrollo, lo hubiera intervenido el Fondo Monetario Internacional. Los “herodianos”, como nunca ven las falencias del imperio, lanzaron una que otra flecha cargada con el lenguaje de cifras del neoliberalismo insensible. Lejos estaba la posible “cesación de pagos” del país más poderoso de la Tierra. Aunque no ocurra, tiembla el coloso del norte y sus réplicas se sentirán en todo el orbe económico. El tiempo convierte las herejías de hoy en las verdades del mañana.


El documento base de la discusión en el Seminario contiene la información actualizada sobre el desarrollo de la democracia en América Latina y resalta la cuestión de la desigualdad en el continente. No hay duda que en los últimos 30 años se han afianzado los gobiernos surgidos de elecciones libres, y, al mismo tiempo, somos la región más desigual del mundo. El PNUD, la caracteriza así: es alta, persistente y se reproduce en contexto de baja movilidad socioeconómica. “No solo es elevada la concentración del ingreso sino la persistencia de otras brechas: educativa, de acceso a la salud, de oportunidades de empleo de calidad…”. Tamañas trampas de pobreza han formado una “ciudadanía de baja intensidad” donde el clientelismo hace su agosto.


De ahí la paradoja: los elegidos son los más desprestigiados en el escenario político y los abstencionistas se creen los dueños de las “masas solitarias”. Es la diferencia entre una democracia de electores y una democracia de ciudadanos. Contribuir a la creación de ésta es la gran misión que se propone la Fundación Española, con el proyecto “Gobierna”: Una Escuela de Política y Alto Gobierno para América Latina.