Colombia inhumana | El Nuevo Siglo
Viernes, 4 de Diciembre de 2020

“Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces, pero no hemos aprendido el arte de vivir juntos, como hermanos”

 Martin Luther King Jr.

 

Es innegable e inocultable que la situación de orden público y la violencia arrecia cada día más en nuestro país. Los asesinatos, masacres desapariciones, desplazamientos, feminicidios y demás formas de actuar criminal, parecieran que convivirán con nosotros -los colombianos- por décadas más de nuestra existencia.

Seguir diciendo que esa violencia es por culpa de la paz es una forma de escurrir la responsabilidad del gobierno de turno. Decir que son los venezolanos es una forma de no aceptar la responsabilidad de controlarlos. Decir que son bandas emergentes, que son disidencias, que es el narcotráfico, es no asumir la responsabilidad del Estado de proteger la vida de sus conciudadanos. Más bien busquemos las raíces, los orígenes y lleguemos a la familia que se debe responsabilizar también de la obligación de la formación humanitaria y ética de sus hijos.

Pero pareciera que todos nos estamos acostumbrando a ver la sangre que a diario se vierte en nuestros campos. Caen nuestros militares y policías, nuestros campesinos, nuestros indígenas, nuestra gente en la ciudad y en nuestras veredas sin razón alguna.  

Aparecen, o siguen, mejor las diferentes formas de penas crueles, asesinatos, tratos crueles, torturas inclusive sicológicas, todas conductas prohibidas por el derecho internacional sin que tengamos la seguridad de que existen autoridades como la Fiscalía General capaces de contrarrestar esa violencia venga de donde venga.

Debería Colombia establecer la obligatoriedad en todas las carreras universitarias, en alumnos del Sena y en el bachillerato tener la catedra de humanismo, de paz y de convivencia.

A diario se pronuncian contra esta violencia que nos rodea las diferentes organizaciones de la sociedad civil y la coalición colombiana contra la tortura para visibilizar, analizar y buscar salidas a esta problemática que ya es endémica y peor que el Covid 19.

No sé si el Gobierno vea la gravedad de la situación, pero amerita, así como la pandemia que nos azota, crear una gran comisión nacional multipartidista para que en dos o tres meses haga propuestas concretas al país y a todas las fuerzas sociales y políticas parta salvar a los colombianos que quedamos vivos. Más de medio centenar de asesinatos selectivos y hechos con toda la sevicia en lo que va corrido de este año es una señal clara del grado de inhumanidad que nos rodea.

Cuando nos informan que han sido asesinados niños, mujeres embarazadas, ancianos y gente indefensa, sin ninguna razón, eso nos parte el alma.

Pero también hay torturas y tratos inhumanos y crueles como los que practica el CRI en las cárceles colombianas, creemos que ahora que llega al ministerio esa si una persona de gran carácter humanista y respetuoso de los derechos humanos, como es el ministro Wilson Ruiz, va a mejorar ese trato a las personas privadas de la libertad y porque no pensar en la privatización de las cárceles del país, para evitar el abuso del Inpec. La muerte trae más muerte, es el momento de parar.

lorenarubianof@gmail.com