Nuestra paz, nuestra reconciliación y nuestro futuro se han ido construyendo “despacito… pasito a pasito…”, como reza la canción de moda, la de mayor éxito, la que nació en Bogotá y se ha tomado al mundo.
Fonsi, Yankee y Bieber fueron los genios que han arropado a todas las generaciones en esta época, tras vencer escollos, riesgos y azares. Nuestra paz también los ha enfrentado. Al igual que los portorriqueños y el francés, nosotros le “decimos cosas al oído…” a esta nación, que quiere entregarse a ese amor por la paz, que nos llevará suavecito, suavecito hasta el infinito.
Pasito a pasito, el mensaje ha calado en quienes sin egoísmo alguno buscamos el apaciguamiento de los espíritus.
Los Fonsi, Yankee y Bieber nuestros, han enfrentado fuerzas egoístas que, utilizando armas no convencionales, quieren impedir el silencio de los fusiles. Las armas de las Farc, van rodando hacia los moldes que los convertirán en obras de arte, pero los del ELN, aún actúan para sembrar muerte y contaminación. Esas de las bacrim, oficinas y paramilitares actúan y de qué manera.
Los negociadores y el Gobierno no desmayan. Cada tropiezo los fortalece y saben que “suavecito, suavecito” lograrán el cometido que espera un país hastiado de la estéril guerra repleta de muertos, desplazados, huérfanos y viudas.
La esperanza de “respirar despacito en el cuello” de una Nación tan polarizada, parece misión imposible, cuando los contradictores mezclan política, corrupción, cosas mal habidas y ansias de un poder que cada vez se les aleja. El escudo del No se desvanece.
La gente está decepcionada con una justicia que no opera, a la que cada vez se le trasluce el signo pesos en los papeles de las sentencias.
Siente desilusión, desengaño y burla cuando afloran los saqueos y asaltos a los ríos de dinero de nuestros impuestos. Ven con impotencia como se esfuman las platas de Reficar, Agro Ingreso Seguro, Invercolsa, Telecom, Seguro Social, etc. etc.
Los colombianos no comprenden cómo su plata termina en los bolsillos de influyentes políticos, cuyas familias se han convertido en feudos dedicados al saqueo y a la corrupción.
Y qué decir que esos funcionarios a quienes se encomienda defender la moral, la ética y el respeto de la cosa pública, convertidos en campeones de la depredación y el saqueo de nuestros recursos. Pero lo más grave, es que nadie sabe quién los ha recomendado, quién o quiénes los han impuesto. Como en las encuestas: no saben, no responden. Son políticos buscando curules, posiciones para enriquecerse, y gente para engañar.
Y “pasito a pasito, muy suavecito”, hay quienes anuncian su voto, por quienes esos políticos les digan…
BLANCO: Volveremos al buen futbol alemán con James, y ojalá con la narración del Gran Andrés Salcedo.
NEGRO: Sería funesto que se objetara ley que reduce aportes en salud a los Pensionados y menos que sea para pocos salarios mínimos… Que los recursos salgan del asalto a Reficar y a AIS.
gabrielortiz10@hotmail.com