Diego Arango* | El Nuevo Siglo
Jueves, 30 de Julio de 2015

“Es solo ver el estado de la ciudad”

SE NECESITA UN CAMBIO

Fracaso de la izquierda en Bogotá

 

LA  izquierda hace unos 15 años se mostraba como una alternativa de poder en la capital. Desde 1988 con la primera elección popular de alcaldes, la capitana María Eugenia Rojas se lanzó a la alcaldía, yo hice parte de esa coalición por cuanto mi partido en aquella época que era la Democracia Cristiana, realizó un acuerdo para acompañar esa candidatura que se presentaba como cívica y agrupaba sectores políticos y sociales que buscaban gobernar la ciudad.

Aquella opción arrancó con mucho entusiasmo y comenzó punteando las encuestas. Poco a poco las otras opciones liberales con Ossa Escobar y Juan Martin Caicedo fueron superando a la capitana y finalmente por la división liberal, el candidato conservador Andrés Pastrana, después de un breve secuestro superó a los otros candidatos y se alzó con la alcaldía.

En esa época yo tuve la oportunidad de conocer a fondo cómo se proyectaban las cosas de un posible gobierno de izquierda y eso hizo que me alejara de esas alianzas porque pude observar de cerca las intenciones, métodos y objetivos. Ahí vi que los fines justificaban los medios y que el dinero en su óptica era lo más importante. Decidí no volver a tener  acuerdos políticos con la izquierda y no me equivoqué pues lo único que me atraía era la propuesta social, pero la voracidad por la plata y el poder era algo indescriptible. Bien lo decía Pablo Escobar a sus secuaces cuando mandaba a sobornar a algún político o guerrillero, que no había nada que sedujera más a una persona de la izquierda que el dinero.

Años después pude evidenciar que la fantástica retórica y lucidos discursos acompañados por un rosario de denuncias, era la única fortaleza de estos políticos. Otra cosa que me impresionó al conocerlos de cerca era el desprecio por el pueblo, se referían a ellos como unos famélicos que para hacerlos votar había que acariciarlos y darles migajas.

Los tres gobiernos de izquierda en Bogotá son un claro ejemplo de populismo, corrupción e ineficiencia. Es solo ver el estado de la ciudad, no son inventos, son realidades que se sienten y se palpan. Por eso se debe examinar muy bien por quien se debe votar en estas próximas elecciones, observando el pasado, pues la administración distrital está totalmente tomada por la izquierda luego de doce años de poder. Ahí se necesita un verdadero cambio, objetivo, eficiente y comprometido con la ciudad. La izquierda fracasó en Bogotá, es solo recordarlo, verlo y sentirlo. A todas estas la peatonalización de la carrera 7 está embolatada y retardada, quizá la única obra que se podía recibir del alcalde Petro.

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*Presidente Canal Teleamiga Internacional