Diego Arango* | El Nuevo Siglo
Jueves, 28 de Enero de 2016

ILÍQUIDOPANORAMA

Se acaba el agua

“Cada día flujos son menores y la demanda mayor”

 

La tierra, nuestro planeta, así como el hombre está compuesto del 75% de agua. Somos más líquidos que sólidos y de eso vivimos, de agua. Por eso una de las formas de terminar la vida es restando agua a nuestros cuerpos y eso es lo que está pasando en la tierra. El agua poco a poco se va acabando y son muchas las causas que hacen esa disminución progresiva. Una de ellas es el envejecimiento de la tierra, pues como se compone de vida, al paso del tiempo y con los miles de millones de años desde su formación, el globo se va contrayendo.

 

Otro aspecto es que su movimiento de rotación va girando milímetros anualmente saliéndose de órbita, pero con los años esto se va convirtiendo en varios grados cambiando la cara al sol y afectando el equilibrio climático. Estos son algunos de los fenómenos naturales a causa del paso del tiempo. De otra parte está la mano del hombre que en su ignorancia, afán de riqueza, comodidad y a nombre del progreso y la producción ha venido creando situaciones cada vez más comprometedoras con el medio ambiente al igual que el exceso de explotación mineral dentro de ello los pozos petroleros, el uso excesivo de los ríos lagos y fuentes subterráneas de agua, la contaminación de los mares, la industrialización a partir de la energía térmica, la ruptura de la capa de ozono dejando la atmosfera perforada como un colador, el uso de los químicos fertilizantes y fungicidas en el suelo han matado los organismos naturales de la tierra que hacen su trabajo para la producción de agua.

 

El incremento de los vehículos automotores expulsando monóxido de carbono y aun las industrias de chimeneas desde hace casi dos siglos está produciendo la lluvia ácida generando el llamado “Calentamiento global”. Habría que sumarle a esto el aumento de la población que demanda agua y además desperdicia.

 

Con todos estos aspectos, tanto naturales como provocados, la reducción del agua es indetenible. Cada día los flujos son menores y la demanda mayor. Sumándole el agua contaminada, cuyo retorno es menor, entonces lo anterior hace que en pocos años, más o menos uno o dos siglos, la tierra pueda estar seca, árida y sin vegetación.

 

Si examinamos los mares, los corales que son los mayores productores de oxígeno se están blanqueando, es decir se están muriendo. En las selvas tropicales la lluvia es cada día menor, los desiertos van adquiriendo más terreno y los ríos acortan sus cauces. Esto es una realidad y para allá vamos. No quisiera ofrecer esta visión apocalíptica ni pecar por pesimista porque no soy así, pero en mis viajes e investigaciones he palpado esta realidad. Por ahora solo nos queda que las Naciones Unidas y los gobiernos de todos los países tomen medidas que logren detener este vertiginoso avance destructivo y de nuestra parte colocar el grano de arena economizando, conscientemente, nuestro consumo de agua, pues pensemos que un litro de más que desperdiciemos  lo podrían estar necesitando nuestros nietos, bisnietos, tataranietos o demás descendencia. Es nuestra responsabilidad evitar que el agua se acabe.

 

*Presidente Canal Teleamiga Internacional.

presidencia@teleamiga.com